VALÈNCIA. El Colegio de Arquitectos de Valencia presenta su balance anual de 2019 donde destaca un incremento en la facturación por visados de un 13% en todas sus demarcaciones, con un total de 3.415 de viviendas visadas, similar a las 3. 445 de 2018. El visado es el acto colegial de control de los trabajos profesionales que se llevan a cabo en la provincia de Valencia y están sujetos a la obligación del visado todos los arquitectos colegiados en España.
El CTAV, además, en su función de arbitrar en la buena praxis profesional y en su misión de defender al arquitecto ha logrado duplicar las acciones en la relación de interposiciones en materia de concursos públicos. Así, si en 2018 se llevaron a cabo 20 recursos, en 2019 ya son 42 el número de reclamaciones, principalmente en la defensa de honorarios correspondientes al trabajo y la calidad encomendados.
El Colegio de Arquitectos de Valencia es una entidad profesional, apolítica e independiente, pero que ha profundizado en los últimos años en su objetivo de convertirse en un foro de intercambio de opiniones sobre la construcción de la ciudad, espacio de reflexión diversa y plural y elemento generador de conocimiento. En ese sentido, el CTAV se reconoce -tal y como reconoce la Constitución en el artículo 36 “una institución con el soporte de autonomía necesario para el quehacer profesional del Arquitecto al servicio del interés público”. Y esa línea los arquitectos valencianos han organizado, con gran éxito de asistencia y proyección, 18 debates y conferencias, incluido el ciclo de Debate de Ciudad, los debates electorales con motivo de los comicios locales celebrados y mesas redondas y actos especializados con la afluencia de más de 1000 personas.
En ese sentido, Mariano Bolant, presidente del CTAV, ha manifestado que “hoy más que nunca es incuestionable la utilidad de los profesionales de la arquitectura para reformar o hacer casas o las ciudades y espacios en los que vivimos y trabajamos. Nuestro colectivo mejora la vida de las personas y cuestionarlo es como cuestionar si los médicos son útiles para curar o salvar vidas”. Añade Bolant que “nuestro papel es desenvolvernos en el marco del mercado de la libre competencia, creando espacios habitables, aplicando la normativa vigente, las técnicas constructivas y la mayor sensibilidad en el resultado estético que por extensión configura la fachada de nuestras ciudades”.