El departamento de Gestión de Imantia Capital prevé que la volatilidad aumente el año que viene, pero dentro de un rango bajo en términos históricos
VALÈNCIA (VP). El escenario central dibujado por el departamento de Gestión de Imantia Capital para 2018 viene marcado por cuatro factores:
Las rentabilidades ofrecidas por la renta fija hacen necesaria la inclusión de activos de renta variable para aquellos inversores que busquen una rentabilidad superior al 1%.
La mejora del ciclo económico y los positivos registros de crecimiento de beneficios (cercanos al 10% tanto en Europa como en EE UU), junto a la rotación sectorial, favorecen que los activos de renta variable vayan a ofrecer en 2018 rentabilidades positivas. Éstas vendrán marcadas por episodios de mayor volatilidad que la experimentada en 2017, siempre dentro de un rango bajo en términos históricos.
Los niveles actuales en renta fija no hacen prever generación de rentabilidad por el lado de ganancias de capital en 2018. Sin embargo, el crédito seguirá soportado por la alta demanda de los inversores en su búsqueda de yield, la bondad del escenario macroeconómico y unos bancos centrales con un tono laxo. Así, durante 2018 las valoraciones de los activos de renta fija continuarán muy ajustadas, con una diferenciación por clase de activo cada vez más complicada.
No en vano, desde 2015 se ha producido un desplazamiento de las curvas, por el cual, para obtener hoy día rentabilidades positivas dentro del mismo nivel de rating, hay que incrementar en 5 años el riesgo de duración, o, por el contrario, descender como mínimo un escalón completo en el nivel de rating en una duración similar.
Este escenario implicará que:
Se trata de una decisión crítica para los planes de inversión a largo plazo, que afecta tanto a la renta variable como a la renta fija