GRAND PLACE / OPINIÓN

Los cuatro jinetes del Apocalipsis

2/04/2019 - 

Habrá llanto y rechinar de dientes, porque verán a Abraham y a Isaac y a Jacob junto con todos los profetas en el reino de Dios, pero ustedes serán echados fuera”. Lucas, 13:28. La profecía bíblica está más cercana que el Reino de los Cielos para los justos. No nos damos cuenta de que termina un ciclo de prosperidad para Occidente, mientras China avanza a paso lento pero seguro adueñándose del mundo sin límites ni control y, lo que es más peligroso, sin democracia. A la caída de Europa le sucederá Estados Unidos, casi a la par, con un Gobierno ya en declive de la mano de un presidente populista, Donald Trump, que nos tiene a todos con el alma en vilo.

En lo que a nosotros respecta, ya se oyen voces discordantes con las nuevas políticas que anuncian el Apocalipsis. No se trata de agoreros o políticos en declive, sino de visionarios que presagian los negros tiempos que se avecinan desde una mente abierta y democrática. Un ejemplo es el eurodiputado británico Richard Ashworth, del partido conservador, quien recibió la ovación más larga que se recuerda en el Parlamento Europeo hace unos días, mientras su Gobierno y su país se hundían en las aguas de una crisis más profundas que las del Titanic. Reproduzco a continuación su breve alocución que, más que un discurso de despedida del Parlamento y de la Unión Europea, es una alerta para lo que nos quedamos dentro de lo que está por venir.

“En 25 años, ningún Primer Ministro les explicó a los ciudadanos británicos lo que hizo Europa, cuáles eran sus beneficios y por qué era importante. Nunca se defendieron contra las mentiras que se decían y nunca se hicieron responsables de las decisiones que ellos mismo tomaban en el Consejo Europeo. Por eso, la prensa británica llevó a cabo una campaña durante 20 años basada en engaños, mentiras y desconfianzas, en mentiras populistas. Y las consecuencias de ello las vemos hoy en Gran Bretaña, una nación triste, dividida como nunca antes y con un Parlamento en crisis. Por tanto, que el Brexit sea un toque de atención para todos los europeos. Y a los europeos les digo: Sois la generación que ha vivido durante el periodo más largo de paz y que ha tenido el más alto nivel de prosperidad. Nunca lo deis por hecho. Valoradlo, luchad por ello y defendedlo cada día”.

Otras voces suenan que intentan alejarnos del fin del mundo y algunas se dieron cita este lunes en València. Como la del catedrático de la Universitat de València, Antonio Bar Cendón, experto europeísta que fue invitado por la Fundación Mainel, Comunicadores por Europa, para hablarnos de Las elecciones al Parlamento Europeo y el futuro de Europa. Para alertarnos, diría yo, en una tertulia que se desarrolla bajo el poético título de La Hora Azul. Recuerdo los viajes por las instituciones europeas de la mano de uno de sus fundadores, Vicens Vidal. Gracias por tan buen aprendizaje…

Volviendo al profesor Bar, quien me animó a profundizar en mi amor a Europa, éste concluye en su artículo 'El Reino Unido y la Unión Europea: inicio y fin de una relación atormentada'  -publicado por la UNED, Teoría y Realidad Constitucional- que: “(...) la presencia del Reino Unido en la Unión Europea ha sido siempre un pesado lastre, un freno al proceso de integración política y económico de Europa”. Por tanto, vamos a construir una nueva Europa que siga caminando hacia el progreso y la democracia. Y recordémoslo el próximo 26 de mayo.

Miremos hacia adelante. Como hace la nueva presidenta de Eslovaquia, un pequeño país del Este de Europa, comparable a la Comunitat Valenciana, rodeado de extremismos populistas con los gobiernos de Hungría, Chequia, Polonia y Austria en manos de la ultraderecha. Se llama Zuzana Caputova, es abogada y ecologista. Sus ciudadanos se han rebelado tras el asesinato de dos jóvenes periodistas que investigaban la corrupción entre políticos de su país y empresas ligadas a la mafia calabresa. Caputova ha traído a las urnas algo más que una vida de lucha contra las multinacionales y un programa electoral, es la nueva esperanza de una Europa que camina hacia una nueva crisis política y económica.

La otra voz que se ha escuchado en Valencia también es una voz de mujer. Se trata de la periodista feminista egipcia Mona Eltahawy, que presentó su libro El himen y el hijab en los Debates del Magnánim, un interesante ciclo iniciativa del director de la Institución Alfons el Magnànim, Vicent Flor. Eltahawy lo tiene más claro que muchas feministas occidentales que defienden el uso del velo en la mujer musulmana en aras de una supuesta integración. En su doble discurso, sobre el hijab, la periodista defiende que, “cuando se reduce a la mujer musulmana al hijab, al niqab o al burka, se las deshumaniza, y cuando las deshumanizamos, les negamos la vida completa”. A continuación, aboga por una revolución sexual en el mundo musulmán, que está por llegar: “Debemos ser las dueñas de nuestros cuerpos, de nuestra sexualidad, de nuestro propio placer. Esto es lo que le niega el patriarcado a las mujeres en cualquier lugar del mundo, especialmente los conservadores y la ultraderecha. Todos los extremismos se parecen, de ahí la nueva misoginia que ya ha llegado a Europa”.

No lo podía haber expresado mejor. El peligro llega tanto desde los supremacistas blancos de Estados Unidos, como desde los islamistas de nuestros países vecinos. Y la Unión Europea debería defender el derecho a la igualdad de género de sus ciudadanos, como establecen las leyes y los Tratados. O, tal vez, ha estado siempre aquí latente, como demuestran las últimas voces ultraconservadoras que parecen salidas de la noche de los tiempos: feminazi, machismo hembrista, ideología de género… Ni siquiera son sutiles.

Para ello, Eltahawi tiene la fórmula: desafiar, desobedecer y quebrantar el patriarcado. Lo explica en su nuevo libro, The Seven Necessary Sins for Women and Girls (Los siete pecados que necesitan las mujeres y las niñas). En esta obra, la periodista explica los atributos que el patriarcado niega a las mujeres para querer, hacer y ser, y los busca en los siete pecados capitales: cólera, soberbia, blasfemia, ambición, poder, violencia y lujuria. Cuando suenen las trompetas del Apocalipsis, veremos cabalgar a los cuatro jinetes para luchar contra nuestros pecados capitales, los de las mujeres. Estemos preparadas…

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