Los dueños del IVI, José Remohí y Antonio Pellicer, entran en el consejo de Air Nostrum

VALENCIA. Los socios fundadores del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), José Remohí y Antonio Pellicer, han entrado a formar parte del consejo de administración de la aerolínea Air Nostrum, de la que poseen un 15% cada uno a través de sus respectivas sociedades patrimoniales. El nombramiento, aprobado en la última junta ordinaria de la firma que preside Carlos Bertomeu, se produce dos años después de su entrada como accionistas de la empresa. "Han decidido incorporarse en este momento al consejo de administración", explican fuentes de la firma.

Según publicó el boletín del registro mercantil de este miércoles, también se ha producido la designación del expresidente de Air Nostrum, Javier Serratosa Luján, como consejero en representación de la familia fundadora de la aerolínea, que tras la ampliación de capital de 2014 aún conserva una participación del 7%. El regreso de Serratosa a este órgano se concreta "a propuesta personal del presidente Carlos Bertomeu", precisan las mismas fuentes.

Tras esa ampliación de capital de 2014, que implicó la entrada de 25,8 millones de euros entre capital y deuda, Carlos Bertomeu pasó a controlar el 54,41% de la sociedad a través de la sociedad de nueva creación Air Investment Valencia. En la actualidad, el presidente y consejero delegado controla esa participación a través de la sociedad patrimonial Befemar Investment & Mediacion, S.L.

El consejo resultante después de la operación se mantuvo integrado por tres miembros: Bertomeu, el directivo Miguel Ángel Falcón y Banco Ceiss, que mantiene una pequeña participación del 2%. Ahora, con la entrada de José Remohí, Antonio Pellicer y Javier Serratosa el consejo pasa a estar integrado por el presidente y cinco vocales.

Los socios fundadores del IVI se sentarán en el consejo de Air Nostrum en representación de sus respectivas sociedades patrimoniales: Dapala 2014, en el caso de José Remohí, y Nurolu SL, controlada por Antonio Pellicer.

En el mismo acto inscrito en el registro, la aerolínea también dio cuenta de un cambio en su objeto social, que será la explotación y operación "de todo tipo de actividades de transporte aéreo regular y chárter de pasaje, de carga de mercancías de todas clases y correo" así como la explotación y venta de servicios asociados al transporte aéreo de pasajeros.

Triplica beneficios

En 2015, después de varios ejercicios de reestructuración y números rojos, la aerolínea obtuvo un beneficio de 11,3 millones de euros, el triple que el año anterior. Las ganancias se incrementaron en mayor proporción que la facturación, que en 2015 aumentó en 11 millones hasta un total de 415. Como consecuencia de ello, la firma ha vuelto a repartir dividendos entre sus socios.

Una vez cerrada la reestructuración financiera de la compañía, Carlos Bertomeu manifestó en la última presentación de resultados que la compañía está preparada para crecer "con mesura" y anunció la incorporación de veinte nuevos aviones CRJ1000 de cien plazas para sustituir a los reactores de noventa asientos que serán progresivamente reeemplazados.

La previsión es renovar casi la mitad de la flota hasta 2018, cuando 30 de los 42 aviones que operará tendrán cien plazas, el triple de los de esta misma capacidad que tenía en 2015. El proceso de renovación de la flota supera los 800 millones de euros.

Con ese propósito, Air Nostrum hace apenas tres meses la obtención de 150 millones de dólares de financiación para la incorporación a su flota de cuatro aviones y la opción de dos más este mismo año. Se trata de aparatos de cien asientos del modelo CRJ1000 NextGen del fabricante canadiense Bombardier.

Mas recientemente, la aerolínea abrió un proceso de selección de pilotos para incorporar a su bolsa de trabajo de candidatos para futuras contrataciones.