VALÈNCIA. Corría el año 2008 cuando la València cultural sumó una nueva cita a su calendario. La idea era aparentemente sencilla: abrir los talleres de los artistas al público para mostrar cómo trabajan los creadores de la ciudad. Así nacía la bienal de arte Russafart. Mucho ha cambiado el barrio en el que se radica desde esa primera edición, una iniciativa que ha sido actor y espectador de la evolución de un Russafa que, con todo, volverá a abrir las puertas de sus espacios creativos con una nueva edición que lleva por lema ‘Accionar el arte’. “Russafart invita a la acción primaria, al proceso, a ese primer renglón de la creación dentro de todo lo que es la cadena del mercado de arte. Sin la creación artística no existe todo lo demás”, relata Arístides Rosell, coordinador del certamen junto a Rebeka Catalá.
Dieciséis años después de que se desplegara su primera edición, Russafart se pone en marcha de nuevo con una propuesta que ha mantenido su núcleo intacto, aunque con un contexto distinto. No se le escapa a Rosell la evolución de un barrio que ha cambiado profundamente en los últimos años y que ahora se enfrenta a la gestión del creciente turismo y el proceso de gentrificación, una evolución que también ha modificado la forma en la que se organizan los propios artistas. “Ahora vemos más estudios colaborativos, algo que no se daba tanto antiguamente. Antes se veía a ese artista más solitario, mientras que ahora hay más equipo. También la situación actual de presión de alquileres ha hecho que se articule una nueva forma de creación. Esto es algo destacable, si vemos el mapa de Russafart hay estudios con casi quince artistas. El barrio ha cambiado, y mucho, pero los artistas siguen ahí”.
Los artistas continúan en Russafa y Russafart continúa cumpliendo con su cita en el barrio, a pesar de las conversaciones que en cada bienal surgen sobre la posibilidad de ampliar el campo de acción de la cita al resto de la ciudad. Su director lo tiene claro: no. Al menos, no a corto plazo. Esto no quiere decir que los límites geográficos no puedan ir mutando, este año con un crecimiento significativo hacia Monteolivete, o con la inclusión de la Nave de Ribes como sede, pero siempre desde un núcleo claro. “Lo que queremos es potenciar ese patrimonio cultural que tenemos en apenas 4 kilómetros cuadrados, potenciar Russafa como ese gran museo horizontal expandido. En un futuro podemos convertir a València en una gran fiesta del arte, pero para eso hacen falta recursos, tiempo y disposición. Es complicado”.
Boke Bazán está detrás de la imagen que viste esta nueva edición, que se celebrará del 7 al 9 de junio, un cartel que muestra un puño que, especifica Rosell, no es un arma, sino una representación de las distintas disciplinas del arte, una reivindicación de los oficios creativos. En esta edición podrán visitarse un conjunto de 79 espacios, de los cuales 22 son de nueva incorporación, un mapa que muestra algunas novedades con respecto a otros años, entre ellos la creciente presencia de espacios dedicados a la cerámica o la incorporación de un centro cultural de nuevo cuño, la Nave de Ribes del Parc Central, que acogerá cuatro proyectos vinculados a la Facultat de Belles Arts así como un proyecto que vincula arte y naturaleza en colaboración con el CEIP Alejandra Soler.
Aunque el miércoles se celebrará la presentación oficial en Ubik Café, será el viernes 7 de junio cuando tendrá lugar la apertura de todos los talleres artísticos, con actividades como la performance Deshonestidad impresa con honestidad: plaguicidas en la nave de Ribes, las intervenciones de Sergio Delicado en el taller de Raquel Rodrigo o una exposición interactiva en nube7. Las actividades continúan en los talleres el sábado, jornada en la que tendrá lugar en la nave de Ribes la séptima edición del concurso de pintura rápida, que durante toda la mañana verá a creadores de distinta índole reflejar a su manera el barrio de Russafa. Será durante la clausura de la bienal, el domingo en Sporting Club, cuando se entreguen los premios.
Dentro de Russafart también se desplegará la programación del Espacio Alhambra con un ‘menú’ cargado de propuestas musicales o talleres creativos. Será Ruzafa Studio, situado en el número 11 de la calle Pedro III el Grande, su sede, un espacio que acogerá los directos de Pau Corea, Badlands, Luis Carrillo o Chloes Clue, así como las sesiones de dj’s como las de Mogul Dee y Miss Deep In. Además, también se desarrollarán talleres para hacer velas, junto a Kandel Art; otro de pins de cerámica guiado por los responsables de Groc o un taller de bordado para customizar una totebag con la artista V de Vikinga, entre otras actividades.
El festival de arte urbano Russafart vuelve a celebrarse el 3, 4 y 5 de junio en el barrio valenciano, celebrando sus catorce años desde su fundación con la inclusión de una treintena de artistas nuevos a su lista