Los empleados de la EMT ratifican el nuevo convenio entre augurios de recortes

VALÈNCIA. Medio año después de que empezara a trabajarse en el nuevo convenio laboral de la EMT de València, el texto está a punto de salir adelante. A falta de que pase por el Consejo de Administración para el último visto bueno, los empleados ya han ratificado el preacuerdo alcanzado entre el Comité de Empresa y la dirección. La votación telemática tuvo lugar la pasada semana y recabó un total de 1.284 votos, de los cuales el 93% -1.200, concretamente- fueron favorables.

De acabar aprobándose, el texto tiene vigencia hasta 2022 e incluye numerosas mejoras para los empleados, según recoge el acta de la última reunión de negociación del preacuerdo, del pasado 13 de marzo. Por ejemplo, la posibilidad de pedir días de descanso a cuenta de las horas de cómputo, la mejora de la flexibilidad horaria para la dirección y la sección de Administración, y también progresos organizativos en cuanto a vacaciones, días de convenio, permisos retribuidos y no retribuidos, descansos, e incluso en los uniformes.

Además, en el documento se especifica que el tiempo dedicado por un conductor para acudir a procesos judiciales también contará como horas de trabajo. Y en la misma línea de pujanza en las condiciones laborales, la firma municipal se compromete, tras una sentencia judicial, al reconocimiento médico de conductores en determinadas circunstancias e incluso ofrecerá, bajo criterio facultativo, un chequeo médico voluntario con pruebas médicas complementarias para la detección de enfermedadas ajenas al trabajo.

Pero entre los diferentes aspectos a resaltar, también se encuentra el salarial. El nuevo convenio contempla un aumento en las remuneraciones: un incremento general del 2% para 2020, como el resto de funcionarios, y se compromete a subir todos los elementos de la estructura salarial en 2021 y 2022 al máximo que permita el Gobierno central. Y a todo ello se suman los complementos: se instala uno por la puesta a disposición de móvil, se incluye en el convenio la prima por la mejora del absentismo individual y otra por la mejora del absentismo colectivo, entre otras cosas.

Pero se trata de un convenio que todavía ha de ratificarse en el próximo Consejo de Administración de la EMT. Y aunque ya se ha ratificado por los empleados, la situación de incertidumbre por la crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus no deja tranquilos a los sindicatos, desde donde existe todavía el temor de que pueda no salir adelante en el máximo organo de dirección de la empresa. Especialmente, por la repercusión en las finanzas de la empresa que conlleva el nuevo convenio, que se sumaría a la delicada situación económica de la entidad.

La pérdida de usuarios y otras mermas como por ejemplo en contratos publicitarios han diseñado para la EMT un futuro poco halagüeño este año: se espera dejar de ingresar hasta 27 millones de euros este ejercicio. Como consecuencia, la firma ya ha pedido al Gobierno central liquidez 'extra' para poder hacer frente a la situación, y el Ejecutivo central ha anunciado que aprobará un fondo de 800 millones para los metros y buses urbanos de todo el país. Además, el Ayuntamiento busca que el Gobierno permita a los entes locales el uso de los remanentes de tesorería, que en València alcanzan los 60 millones, para dedicar parte de ellos a la empresa municipal de transportes.

Todo ello amaina los peores auguros entre algunos empleados: que el convenio pueda retrasarse o no aprobarse como está previsto con motivo de la crisis. Ahora bien, lo cierto es que el presidente de la firma, Giuseppe Grezzi, ya ha adelantado que los recortes que se hagan afectarán a inversiones prescindibles y nunca alcanzarán a los empleados. Con todo, hasta que el Consejo de Administración no de luz verde al nuevo convenio, las dudas perviven.