La intención del presidente Sánchez no es gobernar sino seguir gobernando. Su corto mandato se va a regir por recuperar la esencia de la izquierda socialista ante la opinión pública. Estos días se tendrá que oír de algún barón descarriado de la formación que dirige algún chascarrillo que otro. Gajes del oficio. Sabe que su rival directo en las próximas elecciones es Pablo Iglesias, líder de la formación morada. Quien obtenga el mejor resultado en las mismas será el candidato a pernoctar cuatro años en el Palacio de la Moncloa, si no hay ningún contratiempo durante la legislatura. Los gerifaltes de Ferraz lo tienen muy claro, viven permanentemente en un think tank diario.
Repensemos en voz alta y sin tropiezos como traspasar votos de la formación morada a la nuestra. De entrada seamos cautos y sensibles con las demandas de las periferias. El apoyo de las comunidades históricas es decisivo para componer el puzzle electoral la próxima legislatura. El asunto Catalán si se puede reducir a humor amarillo, mejor que mejor, para rebajar la tensión, el desafío separatista debe estar fuera del debate político. Echemos a la calle con el maletín a los ministros disfrazados de trabajadores sociales, para hacer llegar el mensaje de la verdadera izquierda española, la del partido socialista. Sánchez está jugando al gato y al ratón con Iglesias. A los dos les une que celebran su onomástica el mismo día, uno por la mañana y el otro por la tarde. Pero dudo mucho que ambos lo celebren por su carácter aconfesional. Las encuestas dan una ligera ventaja a la formación obrera y centenaria, frente a la torpeza e indecisión política de la formación morada en los últimos meses. Iglesias no debe permitirse otro error, ya son tres de libro desde que dirige Unidos Podemos, Errejón, Cataluña y su consulta popular.
La posición cristiana y humana de Sánchez —la cual aplaudo— quedó palpable en materia de ayuda y cooperación en la gestión del Aquarius. El destino elegido fue el puerto de València, un buen amarre, ya que el cap i casal está en la hoja de ruta del socialismo español para llegar a la Moncloa. València es una buena plaza, es un hervidero de votos, una vez que los populares han sido borrados del mapa. Estos antes abrían la plaza de toros, los de Puig en colaboración con sus socios de Compromís y València en comú, les abren las dársenas, cuestión de gustos. La igualdad es el estandarte del gobierno de Sánchez desde su aterrizaje en la Moncloa, está presente en su discurso político sin recurrir a cuotas ni paridad. El papel de la mujer en la sociedad es importantísimo, pero como bien dice Pierre Rabhí sobre las relaciones entre hombres y mujeres, no habría que exaltar la igualdad, abogo más bien por la complementariedad, que el hombre sea hombre, y que la mujer sea mujer y que el amor los una. La lucha contra la violencia de género y la igualdad no puede ser bandera de ningún partido, sino de la sociedad en su conjunto. Hace unos días reforzó su imagen entre el electorado femenino acompañando en las gradas al presidente de la Federación Española de Fútbol Luis Rubiales, en una final del equipo de futbol femenino de España. Con polémica incluida trató de hacer visible su presencia ante miles de jóvenes en el F.I.B. Sánchez tiene un perfil mixto, algo ochenteno y medio indie, tiene twitter, y no sé si cuenta con perfil en la red social Facebook, pero me da igual, aunque le va el rock, acabó muriendo en el intento sumergiendo su pulcra imagen por la desdichada gestión del avión.
Y a ritmo musical terminamos el artículo en un momento en el que el verano se va consumiendo, reivindicando un remember del estribillo de un clásico del Dúo Dinámico, que el padre de una vieja amiga nos cantaba cuando cerraba el chalet veraniego y regresábamos a la ciudad después de un letargo vacacional. Gracias a la desfosilización de un cadáver, el del Caudillo, volverá a las pistas de baile este otoño otra canción del pasado, la letra es propiedad de la Falange, pero el Cara al sol estará presente en el inicio del curso político cuando finalice el ciclo del sol, dando pie al inicio del circo político. Los asesores de Sánchez piensan que con la cortina de humo del levantamiento y traslado del cadáver, recuperarán el voto de los más veteranos que conforman las listas electorales. Franco no interesa a nadie, sólo a su familia para darle sepultura, el franquismo sí, a los que sufrieron, y al resto de la sociedad, sólo nos importa que se cumpla la ley de la memoria histórica.