Los institutos tecnológicos se reinvindican: su innovación sale 'barata' a la Generalitat

VALENCIA. La Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana(Redit) reinvindica su existencia en un momento en el que la entrada en concurso Aidico, el instituto tecnológico de la construcción, o el cierre de Aido, el de óptica, martillean un modelo que el actual Consell está estudiando por si hay posibilidad de redefinir. 

Redit recuerda que España sigue estando en la cola de los países desarrollados en su inversión en innovación. Con un gasto en I+D del 1,24% del PIB en 2013, España se sitúa en el puesto 17 de la Europa de los 28 por detrás de Dinamarca, Alemania o Francia. Pero a partir de ahí, ¿en qué punto se encuentra la Comunitat?

Su gasto en I+D respecto al PIB regional fue del 1,02% en 2013, lo que la sitúan en sexta posición y por debajo del gasto medio español. Redit cita en su informe el último Regional Innovation Scoreboard, un indicador compuesto que evalúa un gran número de factores relacionados con la innovación y que sitúa a la Comunitat en "innovadores moderados", además de mostras una tendencia de decrecimiento entre 2004 y 2010.

Redit critica el "severo" ajuste por parte de la administración en la financiación a terceros en políticas de innovación. Un gasto que llegó a ser de 123 millones de euros en 2011, que se redujo a 88 en 2012 y volvió a disminuir hasta los 51,2 millones en 2013. "Cabe hacer una mención especial a la fuerte caída de apoyos públicos a la innovación empresarial, financiada a través del Ivace". Y es que éstas pasaron de 46 millones en el presupuesto de 2010 a 17 millones en 2014, una reducción del 63%.

Desde la red apuntan a que el menor gasto en innovación también se debe al comportamiento del sector privado, que representa solo el 40,7% del gasto total en I+D+I, 13 puntos por debajo de la media nacional. Sin embargo, no achacan toda la culpa al sector privado, sino que destacan el desigual apoyo que a nivel regional reciben las empresas para la financiación de sus proyectos, ya que la financiación de la I+D en el sector privado valenciano ha intensificado la presencia de fondos propios al representar estos el 74% del gasto total ejecutado por las empresas. 

La importancia de conseguir fondos europeos

 En el informe apuntan a un estudio elaborado en 2012 por la Federación de Centros Tecnológicos de España (Fedit) sobre la relevancia de los diferentes organismos de investigación. A partir de ahí, se asegura que para conseguir el mismo efecto de apoyo a la I+D+i empresarial, cooperación para la innovación y retornos del Programa Marco que consiguen los centros tecnológicos españoles, habría que aumentar en 2.600 millones de euros la financiación pública a la I+D universitaria.

También destacan que habría que aportar alrededor de 4.500 millones de euros de financiación pública a la I+D del conjunto de los organismos públicos de investigación, cuando la financiación pública que reciben los institutos tecnológicos "es tan solo de 360 millones de euros". "La pérdida de un único empleado de los institutos tecnológicos equivaldría a la pérdida de seis personas dedicadas a tiempo completo a actividades de I+D en las universidades u organismos públicos de investigación. 

"En políticas de apoyo a la I+D+i empresarial los institutos tecnológicos ahorran a las arcas públicas entre 2.200 y 4.100 millones de euros anualmente", apuntan. Redit señala la procedencia de sus ingresos con las redes de institutos tecnológicos de País Vasco, Holanda, Francia o Finlandia, en las que la proporción de ingresos públicos en los centros son mayores que los que recibe la red de Redit. También aluden al informe que realizó la Carlos III sobre la rentabilidad de los institutos tecnológicos para las empresas. 

Propuestas al Consell: una ley de institutos

Entre las propuestas para la acción del Consell se encuentran la necesidad de saldar todos los pagos pendientes de ayudas a la I+D+i, aumentar el porcentaje de financiación, eliminar la exigencia de avales para las ayudas a pymes, simplificar los procedimientos administrativos de gestión de todas las ayudas o que en el caso de que una empresa tenga aprobado un proyecto europeo, la región le apoye de forma adicional.  

A esto suman la necesidad de aprobar una ley de Institutos Tecnológicos que "permita superar el marco de indefinición jurídica en que estos centros operan actualmente y formalice su relación estratégica con la Generalitat, independientemente del ciclo político". También piden que los centros estén presentes en todos los foros que en la Comunitat se creen en relación a la innovación empresarial.