La muestra permite ver piezas que nunca se habían exhibido al público
VALÈNCIA (EP). El Museo de la Seda de València revive el antiguo comercio sedero en la Lonja de València en una exposición que recrea "una imagen única" de esa importante actividad y, además, permite ver por primera vez piezas que no se habían exhibido al público.
Se trata de una muestra temporal, que lleva el nombre de Los mercaderes de la seda en la Lonja de Valencia, donde se realiza un recorrido que parte del propio oficio de velluters, en el siglo XV, y que sirve como hilo conductor con la seda como protagonista, acabando en la Lonja de la Seda, donde se exhibían las mercaderías para su compra o venta.
El Colegio del Arte Mayor de la Seda ha preparado esta exposición "atendiendo al esfuerzo que ha supuesto sumar a los fondos de que se disponía, las adquisiciones y donaciones de estos últimos años", destaca el espacio cultural, que agrega que es "la primera vez que verán la luz algunos de estos fondos", que están en el propio colegio.
La selección se plantea en dos partes: el tejido en sí y escenas costumbristas que ponen de manifiesto su uso, en el que destaca la diversidad, tanto de tejidos como de indumentaria civil y religiosa, el colorido y la moda.
"Con esta exposición el Museo de la Seda ha querido ir más allá y ha logrado una recreación exacta de una imagen única del comercio de la seda en la Lonja de València. Se trata de una escena real testificada por el cuadro La venta de la seda en la Lonja de Valencia, que nos ha cedido al museo la Colección Familia Segrelles Llabata, ha comentado en la presentación de la exposición el presidente del Colegio del Arte Mayor de la Seda, Vicente Genovés.
"Probablemente sea la única imagen que hay de lo que allí sucedía y con esta representación el museo quiere llevarlo al gran público", ha incidido.
De las recreaciones mostradas, en la Sala de la Fama del Museo de la Seda está la escena costumbrista de la compra y venta de la seda en la Lonja basada en el cuadro La venta de la seda en la Lonja de Valencia, del pintor Bernardo Ferrándiz y Badenes, fechado en 1875 y cedido para esta exposición por la Colección Familia Segrelles Llabata.
Por otra parte, en la capilla se representa un bautizo, con el que se pretende poner en valor la indumentaria valenciana civil y religiosa, así como mostrar las adquisiciones y donaciones.
La colección de terciopelos valencianos de los fondos del Colegio del Arte Mayor también es una parte "muy destacada dentro de la exposición por su gran valor histórico". Aunque el espolín esté considerado como el rey de los tejidos dentro de la seda, fueron también estos terciopelos los que hicieron famosa la seda valenciana en todo el mundo por la dificultad en su tejeduría.
"Con esta exposición, el Colegio ha querido dar visibilidad a la mayor parte de las adquisiciones y donaciones que ha tenido desde su restauración puesto que uno de los objetivos más importantes de la institución era recuperar el patrimonio del que tuvieron que desprenderse sus predecesores para poder mantener el edificio", ha declarado, por su parte, la secretaria del Colegio de la Seda de Valencia, María Luisa Llorens.