VALÈNCIA (EP). Las paredes de hielo de los glaciares antárticos son vitales para el clima, ya que mitigan el efecto del aumento de la temperatura del océano y el derretimiento del hielo de los glaciares.
El océano puede almacenar mucho más calor que la atmósfera. Las profundidades del mar alrededor de la Antártida almacenan energía térmica que es equivalente a calentar el aire sobre el continente en 400 grados.
Un grupo de investigación internacional ha explorado la física detrás de las corrientes oceánicas cercanas a los glaciares flotantes que rodean la costa antártica. Concretamente, se colocaron instrumentos en el océano alrededor del glaciar Getz y su imponente barrera de hielo en la Antártida Occidental. Publican resultados en Nature.
Getz tiene una sección flotante de aproximadamente 300 a 800 metros de espesor, debajo de la cual hay agua de mar que se conecta con el océano más allá. El glaciar culmina en un borde vertical, una pared de hielo que continúa de 300 a 400 metros hacia el océano. El agua de mar caliente fluye debajo de este borde, hacia el continente y el hielo más profundo más al sur.
"Al estudiar los datos de medición de los instrumentos, descubrimos que las corrientes oceánicas están bloqueadas por el borde del hielo. Esto limita la medida en que el agua tibia puede llegar al continente. Durante mucho tiempo nos hemos quedado perplejos en nuestros intentos de establecer un vínculo claro entre el transporte de agua tibia en la plataforma continental y el derretimiento de los glaciares", dice Anna Wahlin, primera autora del estudio y oceanógrafa de la Universidad de Gotemburgo.
Ahora, entendemos que solo una pequeña cantidad de la corriente puede pasar por debajo del glaciar. Esto significa que alrededor de dos tercios de la energía térmica que viaja hacia la plataforma continental desde las profundidades del mar nunca llega al hielo ".
Los resultados de los estudios han proporcionado a los investigadores una mayor comprensión de cómo funcionan estas áreas de glaciares.
"Desde el glaciar Getz, estamos recibiendo mediciones de transporte de calor en el océano que se corresponden con el hielo derretido medido por los satélites. Esto también significa que los glaciares flotantes, en particular los frentes de hielo, son áreas clave que deben ser monitoreadas de cerca. Si las paredes de hielo desaparecieran, se liberarían niveles mucho mayores de energía térmica hacia el hielo en tierra", concluyó.