VALÈNCIA. (EP). El Gobierno de Pedro Sánchez dará prioridad a los 123 niños que viajan en el barco Aquarius a la hora de buscarles ubicación una vez que lleguen a España y tiene previsto que los más pequeños se queden en Valencia al precisar atención más específica. Así lo ha explicado la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en una entrevista en Cuatro recogida por Europa Press.
"Intentaremos hacerlo de la mejor manera posible para que los niños que vengan en núcleos familiares se mantenga unidos y los más pequeños permanecen en Valencia", ha explicado Calvo, quien ha asegurado haber hablado con el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, para ultimar la atención a los ocupantes del barco por parte de la sanidad de la Comunitat Valenciana.
Una vez en España, Calvo ha reiterado que será el Ministerio del Interior quien se ocupe de ver la condición de cada uno de los migrantes. "Algunos seguramente podrán tener la condición de refugiados, otros no e Interior hará su trabajo con arreglo a las leyes españolas e internacionales", ha añadido la vicepresidenta del Gobierno.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha ofrecido este martes que un buque de la Armada acompañe al barco 'Aquarius' en su travesía hasta el puerto de València y a prestar su apoyo en aguas jurisdiccionales españolas.
El Ministerio ha informado de que Robles ha comunicado la disponibilidad de la Armada para acompañar si fuera necesario al barco en el que viajan más de 600 migrantes abandonados en el Mediterráneo, entre ellos mujeres embarazadas y más de cien niños.
Defensa subraya que a bordo del 'Aquarius' se encuentran también personas que necesitan atención médica tras haber sobrevivido al paso por Libia y el viaje en embarcaciones precarias por aguas del Mediterráneo.
Las Fuerzas Armadas españolas participan desde el año 2015 en la operación Sophia de la Unión Europea para el rescate de migrantes en el Mediterráneo y la lucha contra el tráfico de personas. Actualmente se encuentra en la zona la fragata 'Numancia' de la Armada Española.
Los más de 600 inmigrantes y refugiados que están en el buque 'Aquarius' desembarcarán en el puerto de València este sábado a bordo de tres embarcaciones y, a partir de ese momento, el Ministerio del Interior empezará el procedimiento para identificarles.
Fuentes de Vicepresidencia aseguran que la llegada está prevista para el fin de semana, "más bien para el sábado". Desembarcarán tres embarcaciones: el Aquarius con 129 personas a bordo, y dos barcos italianos de rescate en los que irán los 500 restantes.
Pero antes de que atraque, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, se desplazará este miércoles o el jueves a València para reunirse con el líder de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y coordinar el trabajo para la recepción de los migrantes. De los 629 migrantes a bordo, 123 son menores y, según han precisado estas mismas fuentes, "seguramente tengan que quedarse en València".
Una vez se produzca el desembarco, el Ministerio de Interior empezará a hacer todo el trabajo jurídico de identificación para saber quiénes tienen carácter de refugiados o no y, por tanto, podrán recibir protección internacional.
Las mismas fuentes han recalcado que, antes de hacer el ofrecimiento de València como puerto "seguro" para atracar, el domingo a última hora el presidente del Gobierno se interesó por la situación del buque que había trascendido a los medios de comunicación.
Asimismo, tras conocerse la decisión del ministro del Interior italiano de impedir la llegada del buque a un puerto de Italia, el líder del Ejecutivo apuntó que España no podía permitir que el barco quedase a la deriva. En este contexto, desde Vicepresidencia comenzaron todos los trabajos de coordinación para poder recibir a los migrantes del Aquarius.
En dicho proceso, intervienen el Ministerio de Fomento, Exteriores, Defensa y Trabajo. Fuentes de este último departamento han asegurado a Europa Press que la comunicación es "muy fluida" y "constante" con Vicepresidencia.
El lunes, una vez España tenía la "certeza" de que ningún estado europeo iba a ofrecer un puerto seguro y después de que el Gobierno hiciese público su ofrecimiento al buque de atracar en el puerto de Valencia, Fomento contactó directamente con el capitán del buque para comunicárselo, según apuntan fuentes del Ejecutivo.
Las ONGs que gestionaron el rescate de los más de 600 migrantes durante el fin de semana en el Mediterráneo en un principio rechazaron la oferta, alegando la "inseguridad" que suponía recorrer 700 millas hasta València con el barco "abarrotado". Tras ese rechazo inicial, España puso sobre la mesa que la llegada fuese al Puerto de Palma, después de recibir la respuesta positiva de la presidenta balear, Francina Armengol. Finalmente, las embarcaciones llegarán "únicamente" al puerto de València, han confirmado las mismas fuentes del Ejecutivo.
Fuentes de vicepresidencia aseveran que en ese proceso también intervino el Ministerio de Exteriores, que por la noche contactó con Jean-Claude Juncker y con el embajador de Italia.
Desde Vicepresidencia también se están coordinado con las comunidades autónomas, que están prestándose a acoger a los que sean refugiados, así como con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para canalizar los ofrecimientos de los ayuntamientos.
Las ONG están organizando cómo comunicar a los 629 migrantes, de 19 nacionalidades diferentes, en qué idiomas y la forma más adecuada para que entiendan que el buque se dirigirá a España, según ha explicado a Efe el fotoperiodista de El País Oscar Corral, que viaja a bordo del Aquarius.
El reportero, que está poniendo rostro a cada uno de los 629 inmigrantes que viaja en el buque, ha relatado, en una conversación telefónica, que el barco sigue parado en el Mediterráneo, en la posición que le designaron entre Italia y Malta, y que a lo largo de la mañana han recibido comida y medicamentos, trasladados en lanchas por Emergencias Italia.
"Seguimos parados porque las ONG están cerrando un protocolo de actuación ante el viaje", ha asegurado Puente, quien ha destacado la importancia de que los migrantes "se enteren de manera adecuada" de por qué el barco se va a mover y que se va a dirigir a Valencia.
"Dependerá de la nacionalidad y los acuerdos que tengan entre sus países y España, habrá a gente que le cause tristeza y a otros alegría", ha detallado.
Por ejemplo, un grupo de marroquíes que se desplazaron hasta Libia para poder entrar a Italia -señala- puede que no entiendan que "cuando están a pocas millas de Italia sean trasladados a España con pocas opciones de conseguir asilo".
"A otros les dará igual, pero no se sabe cuál va a ser la reacción cuando se mueva el barco", ha apuntado Corral, por lo que ha insistido en que debe organizarse bien cómo se comunica esta circunstancia para que todos lo entiendan.
"La gente no entiende que el barco esté parado porque saben que estamos muy cerca de Malta e Italia", señala el fotoperiodista de El País.
Según ha podido conocer Efe, en el buque viajan ciudadanos de Bangladesh, Camerún, Chad, Congo, Eritrea, Gambia, Ghana, Guinea Conakry, Liberia, Ivory Coast, Liberia, Mali, Nigeria, Senegal, Sierra Leona, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Togo y Comores.
Médicos sin Fronteras, la ONG que está asistiendo junto a SOS Méditerranèe a los migrantes, ha confirmado que el plan sería que 129 migrantes se quedaran en el Aquarius, mientras que los otros 500 se trasfirieran a dos barcos italianos.
Para el reportero, también es importante cómo se organice el traslado a los otros buques porque "hay mujeres embarazadas, niños y personas que necesitan tratamientos".
Además, Oscar Corral ha reconocido que preocupa la duración del viaje y que el tiempo cambie, así como que las condiciones del mar no sean favorables. "Ahora la temperatura es óptima, suave y el mar está en calma, pero dicen que va a cambiar".
El reportero ha recordado que los migrantes siguen hacinados en la cubierta del barco, en la que se ha instalado una especie de lonas y estructuras. "Para poder hacer fotos, tengo que ir mirando al suelo porque puedo ir pisando a la gente". "Cuando se acuestan, es como una gran alfombra de migrantes durmiendo en el exterior", ha concluido.