Dos parkings del Cabanyal adeudan 1,4 millones de euros al Ayuntamiento de València

VALÈNCIA. Los dos empresas concesionarias que gestionan sendos aparcamientos del Ayuntamiento de València en el barrio del Cabanyal adeudan al consistorio más de 1,4 millones de euros. Son los datos contabilizados por la empresa municipal urbanística Aumsa, de la que dependen estos parkings y que está en litigios con las dos compañías en cuestión, Multiaparcamientos Valencia SLU -una antigua rama de Secopsa- y Bertolín, para cobrar este dinero.

Uno de los aparcamientos sobre el que se estaba en litigio es el de Martí Grajales, situado en las proximidades del Mercado del Cabanyal. La concesión fue adjudicada durante el gobierno municipal del PP a Secopsa, pero en 2009 la empresa separó esta parte de su negocio y traspasó la concesión a la firma Multiaparcamientos Valencia. Tras la crisis económica, en 2015, Secopsa, ya transformada en Fovasa, llevó a cabo una reestructuración financiera y vendió esta rama de gestión de aparcamientos.

Era un servicio claramente deficitario, pues desde entonces la empresa registra pérdidas. Aquel año, 2015, el agujero en las cuentas de la compañía fue de 2,5 millones de euros, y le sucedieron pérdidas por valor de 200.000 euros al año siguiente, 180.000 en 2017, 160.000 en 2018 y 115.000 en 2019. Algo a tener en cuenta si se atiende que, según la propia compañía, su viabilidad "depende únicamente de la explotación" de este aparcamiento, el único que gestiona.

Esta situación empujó a la empresa a solicitar a Aumsa el reequilibrio financiero del contrato, algo que la empresa pública ha rechazado, al igual que la solicitud de resolver unilateralmente el contrato. Así que la firma privada dejó de pagar el canon a Aumsa, y esta inició en vía judicial un proceso de reclamación económica por el impago de la concesión.

Así pues, según explican desde la empresa pública, la justicia ya ha reconocido una deuda de cerca de un millón de euros con las arcas públicas. Sin embargo, la concesionaria "está actualmente en concurso de acreedores", subrayan en el consistorio, de manera que todavía no se ha cobrado todo este dinero.

Es algo similar a lo que ocurre con otro de los parkings en régimen de concesión de la fachada marítima: el del Paseo de Neptuno, en la calle Eugenia Viñes. Gestionado por una filial de Bertolín, también hay un litigio pendiente desde el pasado verano después de que la compañía acudiera a los tribunales para reclamar para la resolución del contrato, como publicó Valencia Plaza, y que la administración municipal abone el dinero gastado por la concesionaria en inversiones.

Los gastos de la concesionaria por el canon anual ascendieron en 2020 a 25.000 euros, el mismo importe que el año anterior. En este caso, el impago del canon asciende a 412.000 euros, según datos de Aumsa. Una deuda con la firma municipal que corresponde a varios ejercicios y cuya liquidación está en vías de negociación entre ambas partes, también a la espera de la resolución judicial sobre la resolución del contrato.

La relación entre Bertolín y el Ayuntamiento por este aparcamiento viene de hace casi 15 años, desde 2007. Entonces, el gobierno municipal dirigido por Rita Barberà concedió una concesión demanial a la UTE entre Bertolín y Begar por un plazo de 75 años a partir de 2009. Esto es, hasta 2084. En 2010, Bertolín absorbió a su compañera de concesión y desde entonces es responsable única de estas instalaciones.

En 2009, la firma tuvo unas ganancias de 3,1 millones, que se elevaron hasta los 11,4 millones en el ejercicio posterior. Una tendencia que se revirtió en 2011 -con pérdidas de 133.000 euros- y que se ha mantenido casi todos los años -salvo en 2013, con ganancias de 220.00 euros- hasta la actualidad. 122.000 euros de pérdidas en 2012; 14.000 en 2014; 66.000 en 2015, 85.000 en 2016; menores en 2017 (11.000) y 2018 (19.000), y acrecentadas en 2019 y en 2020.