MADRID (EFECOM). El sector agroalimentario español encara un final de verano marcado por una lluvia de millones que se despliegan a través de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (Perte), y cuyas diferentes fases alcanzan ya velocidad de crucero.
Las principales líneas de las que se puede beneficiar el sector son del propiamente denominado Perte Agro y del Perte de Digitalización del Ciclo del Agua, que reserva un área para el regadío.
Ambos Perte fueron aprobados por el Gobierno hace ya dos años y medio, han arrancado a diferentes ritmos con sus convocatorias pero es en estas semanas cuando están coincidiendo adjudicaciones de subvenciones con convocatorias de nuevas ayudas para las siguientes fases.
En el caso del Perte Agro, la primera convocatoria ha sido la más precoz de todas porque ya adjudicó casi 184 millones de euros para 292 proyectos primarios, de 233 empresas y con actuaciones en 14 comunidades autónomas.
A pesar de ese montante millonario adjudicado, se quedó en el 36 % de lo presupuestado inicialmente para esa convocatoria, que era de 510 millones.
Tras ese resultado, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, aseguró que en la segunda convocatoria "se puedan complementar" las cantidades que no fueron ejecutadas en la primera y que también se llegue a un mayor número de empresas beneficiarias.
De ahí que para la segunda convocatoria se hayan implementado novedades que faciliten la llegada de los fondos a las empresas.
Así, por ejemplo, el proceso de adjudicación será por concurrencia no competitiva, lo que significa que los proyectos serán analizados por orden de entrada de tal forma que aquellos que cumplan los requisitos se irán resolviendo hasta agotar los créditos disponibles.
Es algo que "redunda en la agilización en el cobro de las ayudas", según el Ministerio de Industria y Turismo encargado de la convocatoria.
También se ha rebajado la inversión inicial necesaria de los proyectos, con diferentes cantidades dependiendo de la línea de actuación y de la dimensión de la empresa.
El plazo de presentación de solicitudes arranca en breve, el próximo 19 de septiembre, y estará abierto hasta el 21 de octubre.
Asimismo, el plazo de ejecución de los proyectos será de dos años a partir de la resolución definitiva de estas ayudas que contarán al principio con un montante global de 100 millones en subvenciones a los que se sumarán más adelante otros 200 millones en préstamos provenientes de la adenda.
El Perte Agro II destaca además por contar con tres líneas de actuación: una nueva de apoyo directa para inversiones en equipos para pymes y otras dos más: una dedicada a la investigación, desarrollo e innovación y otra a la innovación en sostenibilidad y eficiencia energética.
En este caso, el programa depende del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) y su principal misión es avanzar en la digitalización del ciclo del agua urbana y para regadío.
Las fases dedicadas al regadío van más atrasadas que las del Perte Agro pero también este fin de verano está suponiendo un impulso importante.
De hecho, el Miteco anunció la semana pasada la adjudicación provisional de 74 millones en la primera convocatoria para la digitalización de comunidades de regantes.
Las subvenciones impulsarán 125 proyectos en más de un millón de hectáreas (el 25 % de la superficie nacional de regadío) y recibirán ayudas de entre 60.000 y tres millones de euros.
De esta primera convocatoria se beneficiarán 214 entidades, pertenecientes a 13 comunidades autónomas y 12 cuencas hidrográficas.
También en las próximas semanas se publicará la segunda convocatoria para este Perte que beneficia al regadío y contará con 100 millones a través de transferencias.
En esta segunda convocatoria se otorga más flexibilidad a los proyectos, se relajan restricciones presupuestarias y se recogen nuevos costes máximos subvencionables en función de la línea de actuación.
Un impulso a la financiación del sector gracias a estas convocatorias y adjudicaciones coincidentes en el tiempo de unos proyectos, como los Perte, que están llamados a potenciar el campo y su industria asociada.