Los primeros de la 126 de Paterna: hallan doce cuerpos en la fosa más grande de la Comunitat

VALÈNCIA. "Cuando quitaron la losa del cementerio fue muy simbólico, como si me la quitara yo de encima literalmente, porque siento que tengo parte de responsabilidad en que las personas fusiladas no se olviden, ya que es uno de los mensajes que más repetían en las cartas a sus familias". Esto fue lo que sintió María Navarro, presidenta de la asociación de la fosa 126 de Paterna, cuando el pasado mes de diciembre empezaron las primeras exhumaciones de esta fosa común, la más grande de toda la Comunitat Valenciana, ya que se calcula hay 243 víctimas en ella.

En apenas veinte días, concretamente entre el 27 de agosto y el 14 de septiembre de 1940, estas personas fueron fusiladas y enterradas por el bando franquista. Ocho décadas después y tras muchas movilizaciones por parte de las familias, la semana pasada se conocieron los primeros resultados de la investigación: se han hallado doce cuerpos de la última saca del 14 de septiembre.

De esta forma, la empresa arqueológica encargada de la investigación, Atics, ha localizado doce de los cuerpos, que serán cribados y analizados para su identificación, de los cuales dos ya se ha exhumado para tomar las muestras de ADN. Además, también se han extraído nueve ataúdes que habían sido depositados en la fosa tras una primera intervención en 2012. Con estas cifras y si se descuentan los restos de la actuación anterior y los que ya estaban separados de la fosa, actualmente esperan localizar a 170 víctimas de cinco sacas de fusilamientos diferentes.

Ahora, la asociación y la Conselleria de Calidad Democrática están inmersas en un proceso de búsqueda de familiares mediante los diferentes ayuntamientos, la difusión boca a boca y la publicación en redes sociales de los nombres de las víctimas. "Queremos crear una red y cuantos más seamos, mejor. El éxito está en tener a la familia viva, sacar a los fusilados, hacer una comparación del ADN, identificarlos y devolverlos a sus allegados para que puedan tener los restos. Y si no tienen familia o no los encontramos, la asociación se hará cargo de ellos", explica Navarro.

Por el momento ya han localizado a 102 familias. Para mantenerlas informadas de los avances en la fosa tienen un grupo de WhatsApp en el que María y otras personas de la asociación les van indicando en qué punto se encuentra la exhumación. Tal y como señalan, en el grupo hay muchos que no son familiares directos porque los que quedan son muy mayores, así que son sus hijos, hijas, sobrinos y sobrinas las que les mantienen al día de todo.

Los vídeos explicativos, un canal propio

Al empezar con las primeras exhumaciones y ver que el interés cada vez es mayor, la asociación ha decidido innovar en la forma de actualizar los descubrimientos de la fosa a los familiares. Por eso, Nathalie Martínez, bisnieta de Francisco Arnal Moreno, uno de los fusilados en la 126, ha empezado a hacer vídeos explicativos con los arqueólogos y las arqueólogas para difundirlos por el grupo de WhatsApp y que todas las familias puedan verlos. "Nos coordinamos con Atics y acordamos venir un día a la semana para hablar con algunos de los expertos de la exhumación, para que nos cuenten qué han descubierto, cómo están haciendo el trabajo, etc.", cuenta Martínez.

Ella destaca que, aunque acaban de empezar con la iniciativa, para las familias es muy importante estar al tanto de primera mano. "Sobre todo es valioso porque hay gente muy mayor que le gustaría venir al cementerio y ver cómo se están realizando los trabajos porque llevan toda la vida esperando esto, pero no pueden, así que los vídeos son una forma bastante directa de hacerlos partícipes y la respuesta está siendo muy bonita", detalla. 

Es más, la intención es que estas piezas audiovisuales no solo se queden en los chats de las familias, sino que se difundan a través de las redes sociales "para encontrar a más familiares y para que el conjunto de la sociedad vea realmente en qué consiste una exhumación de estas características". Por eso, la asociación ya ha empezado en esta labor de difusión digital, ya que la primera entrega de 'Diaris per a la Memòria' ya está disponible en el canal de YouTube de la asociación. En él, parte del equipo de Asics explica que en estos primeros trabajos han quitado la cal y han descubierto los primeros restos, que posteriormente serán cribados para separar los huesos del resto de materiales como botones o cinturones.

Descansar con los suyos

"Yo solo quiero cumplir con lo que mi padre no pudo en vida, que es enterrar dignamente los restos de su hermano. Por eso vamos a ponerlos en la tumba junto con mi abuelo en nuestro pueblo, en Riba-roja", cuenta Elvira, sobrina de Vicente Giménez Martí, asesinado con 27 años en la fosa de Paterna. Según ha ido descubriendo poco a poco por las historias de su familia, un día su padre recibió una carta para recoger a su tío de la cárcel. "Estuvo esperando horas para que saliera mi tío, y después de preguntar varias veces le dijeron que su hermano no iba a salir", concluye Elvira, quien muestra emocionada una foto y una de sus últimas cartas.

No obstante, Rafael no tuvo la misma suerte que Elvira y no conserva ninguna foto ni ningún objeto de su padre, Juan Mollà Gandía, ejecutado cuando él apenas tenía 5 años. Él recuerda, pese a ser muy pequeño, que el día que fueron a por su padre para encarcelarlo también tiraron a toda su familia del estanco en el que trabajaban y vivían en Ontinyent. Así, tras el asesinato de la figura paterna, su madre, dos de sus hermanos y Rafael se trasladaron a València. "Sí que me hubiera gustado recuperar algo del estanco, aunque sea simbólico, porque es de lo poco que recuerdo de mi padre", rememora Rafael.

En la misma línea que Rafael, la presidenta de la asociación explica que la pérdida no solo de la figura paterna, sino del sustento principal económico de la familia, ha hecho que muchas personas arrastren el duelo por cómo les afectó a los hijos y las hijas de los represaliados. "En mi caso fue así, cuando arrestaron a mi abuelo en Picanya mi padre tenía 11 años, pero en ese momento dejó de ser un niño porque tuvo que ponerse a trabajar para ayudar a mi abuela y a toda la familia", manifiesta.

Una historia similar le han descrito a Nathalie, que nos explica que cuando fueron a por su bisabuelo Francisco, fusilado en la tercera saca, en realidad iban a por su hijo, pero como no estaba en casa en ese momento se lo llevaron a él. "Mi abuelo estuvo toda la vida intentando sacar a su padre de la fosa y cuando murió lo enterramos junto a su madre, así que la intención es que los restos de mi bisabuelo descansen junto a los de su mujer y su hijo en Bétera", detalla.

'La fosa de la Terra'

Actualmente, la asociación de la 126, llamada 'la fosa de la Terra', es bastante numerosa y son muchas las familias que saben de sus víctimas. Pero no siempre ha sido así. En 2012 ya se realizó una primera actuación promovidas por Josefa y Carmen Celda Soler para exhumar los restos de su padre, José Celda Beneyto, y en esa intervención se enterraron los restos de 42 personas. No obstante, no fue hasta 2016 cuando nació la asociación mediante María Navarro.

Para ella, el punto de inflexión para crear la agrupación fue ver una noticia en la que Santi Vallés, presidente de la asociación de la fosa 113, denunciaba que los cuerpos tenían signos de violencia y que eran represaliados del franquismo. En ese momento contactó con él y se puso en marcha para realizar los estatutos de la agrupación y buscar a más familiares. Como declara, en el proceso de constitución también se unió Sergio García, de la asociación de víctimas de Llíria, "que estaba como yo con el tema de los estatutos", recuerda.

La presidenta cuenta emocionada que ha sido un proceso largo, pero que después de mucho papeleo y movilizaciones, desde conselleria les dijeron que iban a abrir su fosa. "Ese día fue uno de los más felices de mi vida porque sentimos que todo había merecido la pena porque ya empezábamos", rememora. Sin embargo, llegó la pandemia y con ella, la paralización de todo el procedimiento, pero en diciembre de 2021 se empezó definitivamente con los trabajos y se realizó un homenaje a las víctimas y a sus familiares, "sobre todo, a los hijos y las hijas de las personas fusiladas, que cada vez son menos".

"Principalmente quería que supieran que sus familiares eran inocentes y que, o bien querían cambiar el mundo, o simplemente querían que su familia tuviera una vida digna", sentencia Navarro. Por eso, explica que el objetivo de la asociación a corto plazo es encontrar e identificar más cuerpos, buscar a más familias y realizar un trabajo de difusión en esta línea. Ahora que ya ha empezado la exhumación y se están viendo los primeros resultados, declaran que esperar varios meses no les supone ningún inconveniente. "Sentimos que estamos haciendo un buen trabajo y que por fin se está plasmando todo por lo que hemos luchado", concluyen los componentes de la asociación.