VALÈNCIA. Fue en noviembre de 1985 cuando el Consell Valencià de Cultura (CVC) comenzó a funcionar, entonces bajo la presidencia de Juan Gil-Albert y con miembros destacados como Luis García Berlanga, Manuel Valdés o Andreu Alfaro. Ninguna mujer, por cierto. Diseñado por el arquitecto José María García de Paredes, en 1987 abría sus puertas el Palau de la Música de València, que tras años de obras se convertía en uno de los grandes iconos culturales de la ciudad. En 1988 la pionera de la performance Marina Abramovic se subía a las tablas del Teatre Rialto mientras que en 1992 Carmen Alborch inauguraba una exposición en torno a Alexander Calder en el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM). Dos años después Yoko Ono visitaba Alicante. En el 2000 moría Enric Valor. También en ese año visitaba La Nau de Sagunt Irene Papas y Carlus Padrissa.
Todas estas personalidades y momentos clave de la cultura valenciana tienen una cosa en común, fueron capturados por la lente de Andrés Castillo. El fotógrafo echa la mirada atrás con el libro Rostres i gestos de la cultura: 1980-2000, a través del que realiza una panorámica de la escena cultural valenciana desde la llegada de la democracia hasta el cambio de milenio, un recorrido que da cuenta tanto del contexto político y social como de los grandes hitos de la cultura local así como de sus principales figuras mediante una serie de retratos que componen el puzzle del arte valenciano. El proyecto, editado por la Institució Alfons el Magnànim-Centre Valencià d’Estudis i d’Investigació, cuenta con textos de Emili Piera y diseño de Eugeni Simó, un volumen que da cuenta de casi medio millar de personalidades que marcaron –y marcan- la escena cultural valenciana.
Entre unos y otros dan forma a un proyecto que es una suerte de mirilla a través de la que observar los cambios que se han dado en los últimos años, pasando de la “ebullición” de la década de los ochenta a la “consolidación” de los noventa, marcando el punto y aparte del relato en la “frontera mental” que supuso la llegada de los años 2000. “Entre los años 1980 y 2000, en la Comunitat Valenciana, se gestó y nació el marco que daría origen al panorama cultural actual”, explican sus impulsores, quienes además destacan que esta mirada se dirige a una época en la que “todavía no existía la fotografía digital y el número de imágenes que se conservan es escaso y limitado”.
Una parte bien importante de Rostres i gestos de la cultura 1980-2000, que se presentará el 13 de diciembre a las 19:00 horas en la Sala Alfons El Magnànim del Centre Cultural la Beneficència, son los retratos, fotografías que captan a un buen número de personalidades que hicieron cultura desde València o que, sencillamente, la pisaron puntualmente, un repaso a los que estuvieron, los que pasaron y los que están que se adentra en los talleres de artistas, camerinos o salas de exposición. De esta forma, el objetivo de Castillo se cuela en los estudios de firmas como Manuel Valdés, Joaquín Michavila o Xavier Mariscal, una lista que continúa con los retratos de Joan Genovés en la galería Punto en 1985 o Eduardo Chillida en el IVAM en 1996. Miquel Navarro, Antoni Tàpies, Ana Peters, Georg Baselitz, Carmen Calvo, Horacio Silva, Ángeles Marco o Antoni Miralda son otros de los nombres del arte que se cuelan en este libro.
Pero no solo las artes plásticas marcan el ritmo de este recorrido, en el que también hay representación del sector de las artes escénicas con imágenes de La Fura dels Baus, Rodolf Sirera o Sol Picó; de la música con Lou Bennett, Raimon o Carles Santos; y el cine, con los retratos de Wim Wenders o Pedro Almodóvar. También hay espacio para los gestores de la cultura –sea como sea que se haya desarrollado la gestión- con las fotografías de personalidades como Carmen Alborch, Felipe Garín o Consuelo Ciscar. Cabe destacar que una de las labores de Castillo fue como fotógrafo colaborador de la Conselleria de Cultura, Educación y Ciencia, una carrera en la que suma otros cargos como responsable de fotografía de la revista comarcal 7 Dies o la revista Papers así como una faceta “más creativa” a través del grupo cultural Imatges 3.