ALICANTE, (EFE). Los fabricantes de turrón de Jijona y de Alicante prevén aumentar las ventas durante la inminente Navidad entre el 3 y 4 por ciento, en una campaña que se presenta "tranquila" y en la que observan una "cierta alegría" en los consumidores.
Así lo ha explicado en una entrevista el secretario general del Consejo Regulador de Jijona y Turrón de Alicante, Federico Moncunill, quien ha explicado que entre finales de octubre y últimos días de diciembre se vende el 80 por ciento de la producción anual.
El pasado año se comercializaron 20 millones de barras de turrón de Jijona (blando) y Alicante (duro), lo que supone un peso de 5,5 millones de kilogramos, unas cifras que prevén aumentar del 3 al 4 por ciento este ejercicio.
Este buen dato se suma al de 2015, cuando ya se creció el 3 puntos porcentuales, después de dos años con una disminución del 5 (2013 y 2014) y de un 2012 catastrófico al caer el 9 por ciento coincidiendo con la supresión a los funcionarios de la segunda paga extraordinaria, la de Navidad.
"En una reciente reunión con responsables de los Mazapanes de Toledo y de los Polvorones de Estepa, colectivos con los que trabajamos en la misma época, todos coincidimos en que ésta será una campaña tranquila y sin sobresaltos", según Moncunill, "porque hay cierta estabilidad y calma económica".
"También ayuda que el precio de la almendra se mantiene estable, después de un año pasado con subidas fuertes, a lo que se suma que la gente está más relajada porque los factores económicos son mejores, aunque nunca son suficientes", ha añadido.
De los 20 millones de tabletas amparadas por la denominación de Origen Jijona y Turrón de Alicante, la producción se divide al 50 por ciento entre el dulce blando y duro, aunque para la exportación tiene más éxito éste último por sus óptimas cualidades para la conservación.
Del total, alrededor del 12 por ciento del turrón se dirige a dichos mercados exteriores, sobre todo a los países vecinos (Francia, Portugal y Marruecos) y también a los estados del sur de Estados Unidos, México, Cuba y Venezuela, mercados preferentes con los que se comparte la tradición de tomar este dulce durante el periodo navideño.
Estas variedades de turrón protegido típicamente alicantino mantienen su calidad año tras año porque su composición es invariable y, de esta forma, se utilizan los mismos porcentajes de almendra (nunca inferior al 60 por ciento), miel y clara de huevo.
Los intentos de desestacionalizar el consumo avanzan "moderadamente", según el directivo de la patronal, y pasan por lograr situar al turrón como un producto 'gourmet', con el fin de que "permanezca todo el año en las tiendas".
También por tratarlo como ingrediente "de otros dulces", como pueden ser las galletas, los barquillos y el helado, mientras que otros posibles usos, como las cualidades de su aceite en el campo de la cosmética, son áreas en las que se siguen trabajando y están en una fase aún más incipiente.