BILBAO. Mañana se inaugura la feria de arte más esperada durante todo el año en España, ARCO, en los pabellones de la Institución Ferial de Madrid (Ifema), donde celebrará su 35 aniversario. Allí podremos ver obras de prestigiosos artistas, algunos entre los que se pueden considerar como consagrados, otros emergentes e inclasificables, pero en especial veremos una selección de lo que se supone que es representativo del mercado del arte contemporáneo en este momento.
Teniendo en cuenta -al margen de sus bondades- las numerosas limitaciones que plantea una feria como es esta, tales como el máximo de metros cuadrados para exponer, el número de artistas en algunos casos, la iluminación que a veces no hace justicia o el aglutinamiento de obras cuyo discurso dista en gran medida y sin embargo han de convivir hasta que el coleccionista aparezca para enamorarse de una de ellas, no es tarea sencilla configurar un stand ni lo que en él encontramos representa a toda la galería de la que se trate. Mucho menos las galerías de una región concreta, ubicadas casualmente o no en una misma ciudad, dan cuenta de lo que sucede en ella a nivel artístico, de su actividad cultural, pero sí sirven para tomarle el pulso, aunque sólo sea de manera momentánea.
Valencia ha tenido sus altibajos históricos de cara a ARCO, pues hubo un tiempo en el que participaban muchas galerías que hoy en día lamentablemente ya no existen. También había, para postre, una fuerte presencia institucional. Tal vez fuera desmedida, ¿quién ha podido olvidar aquel stand del IVAM que su anterior directora llenó de barriles intervenidos por artistas que si volvieran atrás quizás borrarían aquello de su pasado? El Instituto Valenciano de Arte Moderno, con su nuevo director y nuevo equipo al frente no tiene interés en provocar semejantes derroches. Aquello quedó atrás y se ha pasado página, a falta de resolverse peliagudos asuntos que supuestamente implican sobrecostes en las adquisiciones de antaño y despilfarros que imputar (llámese ahora investigar, a secas).
Pero sin apartar la vista del IVAM, sabemos que habrá visita a ARCO, que se estudiará cada apuesta valenciana y que el equipo directivo pasará, como el año anterior, por galerías, editoriales y publicaciones periódicas que tengan presencia allí. Ese, el "trabajo de campo", a pie de stand ajeno, con auténtico interés por conocer las iniciativas que tratan de estimular el tejido cultural a nuestro alrededor. Es el talante idóneo que muchos echábamos de menos y en la actualidad celebramos.
Las galerías valencianas presentes en ARCO son cuatro; pocas en comparación con las once galerías catalanas, por ejemplo, pero no por ello hay que desanimarse, al revés, la calidad de las mismas es honorable y aquellas jóvenes que todavía no han accedido a entrar en el programa general pero que andan en la brecha intuimos que pronto ampliarán la lista, tal vez en la siguiente edición. El ambiente es positivo y Luis Adelantado Valencia, Espaivisor, Rosa Santos y la alicantina Aural conforman el cuadrilátero regional que podremos visitar como cita obligatoria del 24 al 28 de febrero.
Parte de su aportación ya fue publicada recientemente en Valencia Plaza, por lo que no contribuiremos más a spoilerar la feria si no más bien a provocar su visita. A partir y en paralelo a ello, la propuesta siguiente es la de conocer el trabajo de tres artistas valencianos cuyas obras se encuentran en tres de las galerías mencionadas. Se trata de Álex Marco, presente en el stand de Adelantado; Bleda y Rosa en Espaivisor y Xavier Arenós en el de Rosa Santos.
Álex Marco (Valencia, 1986) estudió en la Universidad Politécnica de Valencia, donde también cursó el Máster en Producción Artística, estudios que completó con su beca en la Academia de Brera en Milán. Ha participado en varias exposiciones colectivas, destacan hasta la fecha en la National Portrait Gallery, Museo Centro del Carmen en Valencia, Museo de las Atarazanas de Valencia, MUA de Alicante y Palau de Cassavells en Gerona. En septiembre de 2015 inauguró el espacio Boiler Room de la galería Luis Adelantado Valencia con la exposición individual La hora loca de los gatos, novedad muy celebrada puesto que se producía en una coyuntura en la cual la galería no representaba a ningún artista local.
El trabajo de Marco se ha sido visto antes en ferias de arte en País Vasco, Bruselas y Colombia. Ha sido galardonado y distinguido con diferentes premios, entre otros el Premio Senyera o la mención de honor en los Premios BMW; además ha sido uno de los artistas seleccionados en la XXVI CALL para Jóvenes Artistas de Luis Adelantado. Su obra se halla en varias colecciones públicas, tales como la del Museo de la Fundación de las Artes de Barcelona, el Fondo de Patrimonio Artístico de la Universidad Politécnica de Valencia, la Diputación de Alicante, Biblioteca municipal de la Vall d´Uixó en Castellón, Ayuntamiento de Teulada, Alicante, Ayuntamiento de Manises, Valencia, Ayuntamiento de l´Alcora, Castellón y el Centro Cultural de Almássera, también en Valencia.
“Mi inquietud surge de reinventar nuevas imágenes partiendo de la realidad. El propósito de mi trabajo descarta la experiencia física entre el pintor y el referente para crear un mundo interior con el apoyo de la pintura, desde un punto de vista personal, las diferentes materias se hacen uno con el color y la forma, la propia pintura crea una estética nueva y uniforme. La actuación del pintor ante el cuadro es la clave para entender la relación conceptual entre las imágenes, el recurso plástico, el cromatismo, la importancia total del encuadre y la negación de la identidad de los sujetos (personajes como objetos, plantas, naturaleza, situaciones, etc.) son pistas imprescindibles que articulan la reflexión del espectador con el conocimiento del pintor sobre su experiencia con la realidad, que a su vez, es todavía ficción hasta finalizar el cuadro”, explica Marco.
María Bleda (Castellón, 1968) y José María Rosa (Albacete, 1970) son dos conocidos fotógrafos españoles que utilizan la fotografía como un recurso para su expresión artística. Su trabajo conjunto podría considerarse como de un autor único, a saber, Bleda y Rosa, y ha sido reconocido con el Premio Nacional de Fotografía. Podremos ver fotografías suyas en el stand de la galería Espaivisor que no nos dejarán indiferentes por su contenido social y carga emocional.
Desde 1992 realizan exposiciones de modo habitual, tanto de tipo individual como colectivo, por toda España, pero también en Escocia, Portugal, Estados Unidos y China. Su obra se puede encontrar en colecciones de diferentes instituciones públicas y privadas como ARTIUM, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León y otras. Comenzaron a trabajar juntos durante sus años de formación en la escuela de artes aplicadas y diseño de Valencia. Desde sus inicios se han dedicado a realizar series fotográficas. Los temas de sus obras son espacios registrados de una forma objetiva pero relacionados con dimensiones temporales y fundamentados en escenarios de acontecimientos humanos muy sugestivos.
Xavier Arenós (Villarreal, 1968) vive y trabaja desde el año 2002 Mataró (Barcelona). En 1992 se licenció en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia. Su obra se centra, por un lado, en "analizar la vinculación entre el espacio, la ideología y el poder y, por otro, en explorar la idea de utopía como alternativa al relato hegemónico preestablecido", según él mismo aclara. Realiza sus piezas a partir de procesos documentales y de archivo, se trata de construcciones arquitectónicas, vídeos, fotografías y dibujos que tienen como referente a la arquitectura moderna, el constructivismo ruso o la práctica del bricolaje más básica en cuanto a planteamiento y sin embargo muy rica conceptualmente. Ha disfrutado de la beca Colección CAM Artes Plásticas, Alicante (2008-2009) y coedita la revista de proyectos artísticos Roulotte.
Arenós es, además de un artista excelente una persona con una gran capacidad de gestión, miembro del Consejo de Dirección de Can Xalant, Centro de Creación y Pensamiento Contemporáneo en Mataró, durante años. En 2015 expuso una muestra individual titulada "Estratos" en la Galería Rosa Santos y ahora vamos a poder disfrutar de su obra en el stand de la galería en ARCO, ¿propondrá un recorrido de arquitectura imposible? ¿Una madriguera en la que el público pueda adentrarse? No, esta vez no van por ahí los tiros, lo mejor será acercarse y ver en persona la evolución de una obra en constante crecimiento, presentada con exquisitez en un stand que, como los dos anteriores, cuida los diálogos establecidos entre sus piezas como si de una muestra galerística se tratase, no únicamente un escaparate. Sí, las ferias no son mero escaparatismo y nuestros galeristas lo saben.