MADRID (EFE). Ana Botín cumple mañana martes su quinto aniversario como presidenta del Banco Santander, marcado esta vez por la batalla legal planteada este verano por el banquero italiano Andrea Orcel, que reclama más de 100 millones de euros tras fracasar el pasado enero su fichaje como consejero delegado. La trayectoria de Ana Botín al frente del banco comenzó de forma inesperada tras la muerte repentina de su padre, Emilio Botín, en la madrugada del 10 de septiembre de 2014, acelerando el final de un proceso para el que llevaba preparándose toda su vida profesional.
Consciente de que las comparaciones no tardarían en llegar, buscó desde el principio un estilo propio y tomó varias decisiones muy criticadas en su momento, como recortar el dividendo o hacer una macroampliación de capital por importe de 7.500 millones de euros.
Su primera intervención como presidenta del grupo fue sólo cinco días después del fallecimiento de su padre, ante una Junta extraordinaria de accionistas que había sido convocada en principio sólo para aprobar una ampliación de capital para comprar el 100 % de su filial brasileña, pero que se convirtió en su debut oficial. Y allí Ana Botín lanzó un mensaje de confianza y aseguró que la estrategia de la entidad sería "de continuidad, la misma que ha hecho del Santander uno de los bancos más grandes y con más éxito" del mundo.
Sin embargo, el primer bombazo llegó muy poco después de su desembarco en la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte, sede principal del Santander, al sustituir al hasta entonces consejero delegado, Javier Marín, que llevaba poco más de un año en el cargo, por el director financiero, José Antonio Álvarez.
Poco después vendría una renovación más profunda de la cúpula directiva, con el nombramiento de José García Cantera, responsable de Santander Global Banking & Markets y antiguo consejero delegado de Banesto, como sustituto de José Antonio Álvarez al frente de la división Financiera y de Relaciones con Inversores. Después se unió al equipo Rami Aboukhair, procedente también de Banesto y de Santander UK, y el 30 de junio de 2015 fue nombrado responsable de Santander España en sustitución de Enrique García Candelas.
Otro de los grandes hitos de estos años fue la compra del Banco Popular por un euro tras convertirse esta entidad, en la madrugada del 7 de junio de 2017, en la primera en ser resuelta por las autoridades europeas tras semanas de agonía bursátil, "atragantada" por una cartera inmobiliaria de unos 38.000 millones de euros.
La recompra de la sede central del banco, ubicada en la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte (Madrid), uno de los grandes proyectos de esta etapa, ha tenido un final feliz, tras alcanzar el Santander un acuerdo con los propietarios, los hermanos Reuben, por un importe no desvelado, que incluye una indemnización.
Pero también ha habido escándalos, como el fichaje fallido de Andrea Orcel, que dirimirán los tribunales ante la imposibilidad de un acuerdo con el banco, que anunció su nombramiento como consejero delegado en septiembre de 2018 y se echó atrás cuatro meses después, tras constatar que el fichaje le iba a suponer más gastos de los inicialmente calculados. Según el Santander, el banquero se había comprometido a conseguir que UBS pagara parte del bonus de 35 millones de euros que le adeudaba, mientras que Orcel sostiene que la entidad española incumplió un preacuerdo que le ofrecía una prima de fichaje de 17 millones de euros y un sueldo de unos 10 millones al año. Tras meses de contactos, Orcel dio por rotas las negociaciones con el Santander y acudió a los tribunales para pedir el cumplimiento del contrato o una compensación de hasta 100 millones de euros por daños y perjuicios.
La digitalización ha sido otra de las tareas a las que se ha dedicado con más ahínco la entidad en los últimos años, en los que ha invertido unos 20.000 millones de euros y ha logrado que los clientes digitales sumen casi 35 millones, según los últimos datos disponibles, del pasado junio. Y como buena banquera del siglo XXI, Ana Botín también presta una atención especial a las redes sociales y es bastante activa en Twitter, donde abrió su perfil en febrero de 2018, y en Instagram, donde debutó esta misma semana con vídeos y fotografías de su viaje a Groenlandia para grabar un programa de televisión con Jesús Calleja.