Según ha comunicado la empresa húngara al supervisor, el pasado 22 de marzo solicitó ante la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo la autorización del Consejo de Ministros a la inversión extranjera directa en Talgo.
La autorización del Gobierno es un requisito indispensable para seguir adelante con la operación, en aplicación del escudo antiopas que aprobó con motivo de la covid-19, así como por la Ley 19/2003 sobre régimen jurídico de los movimientos de capitales y de las transacciones económicas con el exterior.
Por el momento, el Ejecutivo se ha mostrado reacio a dar 'luz verde' a la toma de control de una empresa española estratégica por parte de inversores húngaros, argumentando posibles nexos rusos y de extrema derecha.
Magyar Vagon también ha pedido las respectivas autorizaciones en materia de derecho de la competencia ante la Comisión Europea y ante las autoridades de competencia de Albania, Kosovo, Montenegro, Serbia, Egipto y Arbia Saudí, así como de la Autoridad de Negocios danesa.
Los húngaros cumplen así con el plazo máximo de 30 días marcado desde la presentación formal ante la CNMV de la Oferta Pública de Adquisición (OPA), que finalizaba el próximo domingo, 7 de abril.
Magyar Vagon defendía su operación alegando que el precio de 5 euros por acción ofrecido representaba una prima del 41,4% respecto a la media de la cotización de Talgo durante los seis meses anteriores a la presentación de la oferta.
Colaboración de Talgo
Magyar Vagon lleva desde el pasado mes de diciembre en conversaciones confidenciales con el principal accionista de la compañía, Trilantic (con el 40% del capital), y con la propia Talgo, que dio su consentimiento para compartir información con el comprador.
De hecho, ambas partes pactaron una cláusula que obligará a Talgo a pagar 3 millones de euros a Magyar Vagon si la oferta es autorizada pero finalmente no prospera por la presentación de una oferta competidora, en concepto de compensación por los costes y gastos incurridos en la preparación de la OPA.
Además, el consejo de administración de Talgo ya declaró que se trata de una OPA amistosa y que colaborará con los húngaros para su éxito, incluso para buscar financiación si alguna entidad resuelve sus créditos por el cambio de control.
Con todo ello, Pegasus Transportation International (la sociedad industrial de Trilantic) confirmó que su intención es aceptar la oferta con la totalidad de su participación, por lo que los húngaros ya se asegurarían un 40% de aceptación gracias a su estrecha colaboración con la compañía y sus principales accionistas.