VALÈNCIA (MÓNICA COLLADO/EFE). La concejala socialista en el Ayuntamiento de València Maite Ibáñez (València, 1973) confiesa en una entrevista con la Agencia EFE que adora las coplas y las sigue cantando con su madre, que es fan de librerías y bibliotecas, y que el verano es para las pequeñas escapadas, abrir el "¡Hola!" y leer cosas banales que permitan desconectar.
- ¿De dónde le viene su amor por la música folclórica?
-La familia de mi madre es de Granada. Siempre había escuchado de pequeña coplas y ahora se me ha despertado más ese amor, me encanta la copla. La familia de mi padre es de Aragón y él siempre nos despertaba el 12 de octubre con discos de jotas. Me crié entre jotas y coplas, aunque más coplas, y las seguimos cantando mi madre y yo.
- ¿Tiene buena voz?
-La voz justita, pero mucha pasión. Cantar con mi madre es una manera de reconectarnos y de que no se pierda una tradición oral familiar. Yo busco las letras pero a ella se la tarareas y te sigue. Cantamos desde 'La Zarzamora' a 'El Clavel'. Para ella son momentos de recuerdo y un estímulo de alegría. En la pandemia hemos echado el resto en cantar para sustituir otras carencias, como salir a la calle o ver a gente.
-¿Mejor un libro o su película?
- Depende. Normalmente el libro está más cargado de detalles sutiles, pero a veces hay adaptaciones muy buenas. En un clásico como 'El Perfume', que es muy sensorial, me picaba la curiosidad porque lo veía como un reto y no me disgustó la adaptación televisiva. Otras, como la saga de El Padrino, no he leído el libro y me parecen maravillosas. Normalmente, si veo la película no leo el libro.
- ¿Amante de la lectura?
- Hay libros que me gustar releer, como 'El barón rampante', de Italo Calvino, porque me genera bienestar. Una de mis lecturas de verano va a ser "Akelarre. La emancipación de las mujeres en la cultura de masas'. Y tengo esperando desde hace tiempo 'Bambalinas', de Eduardo Arroyo.
No tengo un género concreto que me guste más. Durante el año leo más ensayo y el verano lo dejo para las novelas y es el típico momento de comprar el '¡Hola!': es el icono de cuando empiezan las vacaciones, lo identifico con el relax y es para no pensar y desconectar.
- ¿Papel o e-book?
- Papel. No tengo ni conecto con el e-book, lo he probado pero no he conseguido engancharme. Yo soy fan de las librerías y las bibliotecas. Para mí el paraíso es una biblioteca, como decía Borges. Una foto que me identificaría y sería ideal es tumbada en el suelo de una librería preparando las vacaciones.
-Pese a sus obligaciones le ha dado tiempo a escribir un libro ...
- Lo tenía pensado desde antes de ser concejala, pero necesitaba una lectura global y cerrar detalles y lo hice a ratitos al inicio de la legislatura. Se llama 'Escenarios para la exposición temporal. Cruzando el umbral del museo' y es parte de la investigación que realicé para mi tesis y mi doctorado. Ha sido estimulante el nacimiento de algo pendiente, a pesar de las circunstancias.
- ¿Qué viaje hará en cuanto la pandemia lo permita?
-Solo he podido hacer uno, de un día a Madrid, para ver los teatros del Canal y Matadero. Fue muy estimulante e intenso, pero en los grupos de amigos que hablamos de proyectos, cuando se pueda, queremos volver a Roma. Es el deseo postpandemia.
También me gusta mucho el balneario de montaña, pero solo unos días, porque soy muy urbanita. En Benasal hay uno fantástico y me gusta porque está cerca. Con la tensión acumulada por la situación de la pandemia este año lo necesito más que nunca. Ayuda a destensar los músculos y unas horas de montaña recuperan mucho.
- ¿Series de televisión o cine?
- Soy más de cine, las series me cuestan. Con la pandemia me he enganchado a Filmin, aunque he cambiado la proporción y he ido más al teatro, que en València hemos tenido la suerte de no cerrar. Además, soy fan de la Filmoteca d'Estiu, me pongo repelente de mosquitos y me bajo a los jardines del Palau.
- Siempre lleva en el bolso...
- Sea grande o pequeño, normalmente siempre llevo una libretita. Soy fan, no solo para anotar cuestiones laborales sino cualquier idea, un pensamiento. No soy capaz de escribir en el móvil.