VALÈNCIA. El pasado viernes tuvo lugar la puesta de largo de la nueva delegada del Gobierno, Gloria Calero, quien ha llegado al puesto en sustitución de Juan Carlos Fulgencio, una salida muy comentada en las filas socialistas. El motivo del murmullo es que ambos pertenecen, a priori, a la familia política próxima al ministro de Transporte y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, por lo que el relevo ha evidenciado una pérdida de confianza en el ya exdelegado y también responsable del PSPV en l'Horta Nord.
Más allá de estos cambios que, de alguna manera, modifican ciertos equilibrios internos, se ha producido cierto malestar entre alcaldes socialistas de la mencionada comarca por no haber sido invitados al acto. Las versiones son confusas, pero algunos ven cierta "purga" entre los responsables locales que se consideran próximos a Fulgencio, si bien tampoco fueron avisados alcaldes cercanos al presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
Fuentes de la Delegación del Gobierno explicaron a este diario que el acto estaba previsto para el día 28 pero que tuvo que adelantarse por motivos de agenda al 21, lo que dio "menos margen de maniobra para la organización". En cualquier caso, explicaron además que no se había cursado ninguna "invitación oficial a ningún alcalde" a excepción de las capitales de provincia y al primer edil de Sagunto, municipio de Calero, además de otras autoridades superiores.
Una justificación simple que implicaría una 'tabla rasa' que, discutible o no, afectaría a todos por igual. No obstante, sí estuvieron presentes algunos referentes del 'abalismo' de la comarca como el alcalde de Burjassot, Rafa García, además de la secretaria general provincial, Mercedes Caballero, otra de las cabezas visibles de esta corriente.
No obstamte, el acto que ha seguido dando coletazos días después tal y como se evidenció en el grupo de Whatsapp del partido de la mencionada comarca, donde algunos pidieron las razones por no haber sido invitados al acto.
La propia Mercedes Caballero intervino para dar explicaciones a los miembros del grupo, transmitiendo las disculpas personales de la delegada del Gobierno, Gloria Calero, por "el error ocurrido". Un error que, según la líder provincial, radicaba en la "falta de base de datos en el departamento de protocolo de la Delegación", pese a que desde la institución aseguraron a este diario que simplemente no se habían cursado.
Unas explicaciones que, al parecer, no convencieron demasiado a algunos miembros del grupo. El alcalde de Alboraia, Miguel Chavarría, se limitó a publicar unos 'emojis' carcajeantes mientras que el primer edil de Almàssera, Ramon Puchades, fue más duro en su respuesta al afirmar: "Mis hijos me han puesto excusas mejores".