El ambulatorio está en un bajo concebido para 6.000 cartillas sanitarias y actualmente acoge a 32.000 en unas condiciones "totalmente obsoletas y de saturación", según los vecinos
VALÈNCIA. Están cansados. Salieron de hecho este jueves a la calle como respuesta a lo que califican como años de promesas incumplidas. La Asociación de Vecinos del barrio de Malilla reunió a varios centenares de personas para una manifestación en la que reclamaban su centro de salud. Tras un nuevo retraso por problemas con la propiedad del suelo, los vecinos aseguran que se sienten engañados. Una crítica que se torna más árida cuando se contempla su coyuntura. El ambulatorio actual se halla en un bajo concebido para 6.000 cartillas sanitarias y hoy día recibe a 32.000, en unas condiciones, dicen los vecinos, “totalmente obsoletas y de saturación”.
Una de las razones de su malestar son precisamente los constantes retrasos en torno al nuevo ambulatorio. Tras manejar varias opciones, se acordó ubicarlo en una parcela ubicada en la calle Bernat Descoll. Para ello el Ayuntamiento deValència debía hacerse con la parcela y cederla a la Conselleria, que tiene presupuesto habilitado para iniciar las obras. Sin embargo, explican desde la asociación de vecinos, pese al compromiso del área de Urbanismo de que iba a solucionar el tema para poder poner el terreno a disposición de Sanidad el año pasado, no se ha avanzado nada. “Estamos a finales de 2017 y el problema sigue sin resolverse, con lo cual será complicado que las obras puedan empezar este año, y desconocemos si podrán iniciarse el año que viene”, señalaban las mismas fuentes.
Con pancartas y críticas por los promesas incumplidas, los manifestantes reiteraron sus denuncias. Así, el presidente de la entidad, Alfonso Cortés, insistió en que se sienten “engañados” y que no les quedaba otra salida que mostrar su descontento en la calle en una movilización que contó con el apoyo de la Federación de Vecinos. Su presidenta, María José Broseta, criticó la situación y pidió a los dirigentes políticos “más agilidad en la tramitación de estas gestiones, máxime cuando de ellas dependen servicios básicos tan importantes como en este caso un centro de salud”.
El alcalde Joan Ribó respondió a las críticas la misma mañana del jueves y recordó que el cambio de ubicación previsto para el Centro de Salud respondía exclusivamente a una petición de las entidades vecinales y ciudadanas. Igualmente recordó que la ubicación inicial prevista para el centro de salud no reunía las características de proximidad que demandaban los vecinos, por lo que el gobierno municipal planteó una modificación del PGOU de manera que el nuevo centro se construyera en una parcela que había solicitado la asociación de vecinos, y que en parte es municipal. Desde su punto de vista, dicha parcela garantiza una mayor proximidad a los usuarios y tiene el visto bueno de la asociación.
Ribó también explicó que, pese a que el Ayuntamiento no es el responsable de la ejecución de la obra, sí ha tenido la voluntad de ceder el terreno, e incluso hizo una promesa: “Un cambio de ubicación implica cambiar solares y un cierto retraso”, se justificó, pero el asunto se resolverá según él “antes de finales de año y se pondrá en marcha lo más pronto posible”. En este sentido desde el consistorio explicaron que el Ayuntamiento ha trabajado durante estos meses previos para ceder una parcela adecuada a la Generalitat y se prevé que la cesión sea una realidad el próximo mes de enero, de manera que en 2018 se pueda licitar el proyecto de construcción del nuevo centro de salud.
Desde el consistorio también apuntaron al hecho de que la parcela elegida para el intercambio, que cede el Ayuntamiento a la Conselleria, no es totalmente municipal, algo que “ha demorado algo más las gestiones administrativas necesarias”, según admitieron fuentes municipales. Con todo, desde el consistorio se mostraron optimistas y creen que, una vez finalizados los trámites administrativos, la Conselleria de Sanidad podrá recibir dicha parcela para la construcción del nuevo centro y hacer que sea realidad.