VALENCIA. Escuelas Católicas es esa organización mayoritaria de centros concertados que ha venido marcando la actualidad educativa de la Comunitat en los últimos meses. La entidad atraviesa ahora un periodo de renovación por el cual Vicenta Rodríguez, hasta la fecha presidenta autonómica, cede el testigo a Manoli Nieto, quien ostentará el mandato provincial y regional, respaldada por una Junta renovada con 12 vocales.
Nieto es directora pedagógica de Secundaria y Bachillerato en el colegio Santísima Trinidad de Valencia, donde imparte la asignatura de Biología. Como religiosa de las trinitarias, ha participado en varias misiones, además de encargarse de la formación de presos en Picassent. Por el momento, Rodríguez se mantendrá activa desde su cargo de secretaria autonómica, hasta que Nieto asuma totalmente sus funciones.
- ¿Le ha dado tiempo a trazar una hoja de ruta?
- El día 10 se me comunicó la decisión, así que apenas he podido perfilar mi camino dentro de esta organización. De momento me encargo de la organización, coordinación y demás funciones ejecutivas, además de atender algún acto público. Pero como Vicenta tiene una experiencia dilatada en la atención a los medios, seguirá con estas funciones.
- ¿Hasta qué punto tiene capacidad decisiva como directora de la federación?
- Siempre debo atender a la decisión colegiada. Todos los problemas pasan por la Junta, donde los miembros deben dar sus opiniones. Yo, por supuesto, también doy la mía.
- ¿Y qué temas tiene especial interés en abordar?
- Las líneas de actuación son las mismas que veníamos llevando a cabo. A fin de cuentas, se trata de defender nuestras creencias, porque estamos convencidos que entrañan valores positivos para la sociedad. Me refiero, sobre todo, a la libertad de enseñanza. Apostamos por la capacidad de las familias para elegir los centros donde quieren educar a sus hijos, según sus confesiones, principios o grado de familiaridad.
"Hay padres que quieren llevar a sus hijos a un sitio concreto aunque vivan a 100 kilómetros"
- Este año se han establecido cambios en el baremo de admisión de centros.
- Lo que nosotros decimos es que en nuestros colegios ha habido abuelos, hijos, primos y nietos… En el centro donde yo trabajo, hemos acogido a generaciones de familias enteras, simplemente porque comulgan con el ideario. Hay padres que quieren llevar a sus hijos a un sitio concreto aunque vivan a 100 kilómetros. Entonces dejar de puntuar determinados aspectos para premiar solo la proximidad geográfica… Hay criterios de tipo personal y humano que deberían tenerse en cuenta, pero no nos han consultado.
- ¿Entonces no están de acuerdo con la postura manifestada desde la Generalitat?
- Yo no estoy en desacuerdo, hemos sido sus máximos colaboradores al poner en marcha muchas cosas que nos han pedido, hemos ido de la mano. Sin ir más lejos, colaboramos con la implantación de la Logse, en la que yo misma estuve implicada. Pero en el caso de estos baremos, defendemos que los padres deberían tener libertad.
- Habla de ir de la mano, ¿se la ha soltado la actual Administración autonómica?
- No es eso… Pero creo que antes se nos tenía más en cuenta, se nos preguntaba al hacer leyes. Ahora parece ser que no nos hacen caso. Dicho esto, hay cierta vocación de aproximación, y hoy mismo se ha cerrando un encuentro con el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, para hablar bien el tema de los bancos de libros.
- Educación deja como opcional el banco de libros en las escuelas concertadas por una cuestión burocrática, ¿lo consideran problemático?
- Vamos a comentar exactamente cómo se pretende hacer, tenemos que aclararlo bien. Nosotros queremos entrar en el programa. Si no tenemos la obligación de hacerlo, no lo hacemos, pero entonces consideramos que salimos perjudicados en esta cuestión. Todos tenemos derecho a recibir las ayudas. En nuestros centros hay personas con un nivel adquisitivo limitado que necesitan acceder a ellas. Hasta hemos puesto en marcha nuestros propios bancos de uniformes, de préstamos entre alumnos, de ayudas..
- En el informe presentado, hacen hincapié en que los padres de sus alumnos son como el resto de la población, muchos de izquierdas y con rentas bajas.
- Nosotros no tenemos en cuenta a las personas que llaman a nuestra puerta. Pensamos que el tipo de educación que ofrecemos es para todo el mundo. A muchos de ellos, la subvención o el concierto les permite estar aquí, y si lo quitaran en Bachillerato o en Infantil, habría quien no podría seguir. Más del 10% de nuestro alumnado es inmigrante. Incluso hemos puesto en marcha, junto a Cáritas, un banco de alimentos.
"No estamos en contra de la implantación de aulas de 2 años, pero queremos que se produzca en igualdad de condiciones"
- ¿Son contrarios a la implantación de la jornada escolar continua?
- No estamos en contra, pero anteviendo a las opiniones de los padres que vienen aquí, no la creemos necesaria. Pedagógicamente tampoco nos parece adecuado estar desde las 8 hasta las 2 y las 3, porque ya llegas a ese horario con una pérdida de atención, y encima súmale el calor. Si los padres tuvieran esa necesidad, lo haríamos, pero en este momento no existe ninguna solicitud en este sentido en el centro donde yo estoy.
- ¿Y qué opinan de la implantación de las aulas de 2 años públicas?
- Cuanto antes puedan acceder los niños a la educación, mejor. Por tanto, a nosotros nos parece que se deberían conceder a todo el mundo que las solicitara, también a los concertados. No estamos en contra de la implantación, pero queremos que se produzca en igualdad de condiciones. No sé el número, pero conozco alguno centros dentro de la autonomía. a los que se les ha cerrado el aula que de dos años.
- Otro de los temas que planteaba su informe es la percepción de un “exceso de deberes” por parte de los padres, ¿a usted qué le parece?
- Tenemos unos temarios inmensos. Si queremos completarlos, además de las horas de clase, los chicos tienen que dedicar algunas más en casa. Con el tiempo que hay, no da. Por ejemplo, aquí hemos tenido que impartir clase con los alumnos hasta el 3 de junio, cuando ya estaban graduados y matriculados para las PAU, simplemente para completar También pasa otra cosa. Si tienen actividades alternativas y extraescolares como música e idiomas, pues a veces se vuelve una dificultad para ellos porque están cargados.