Manolo Tarancón propone entender la música desde hace tres décadas a través de Xoel López

VALÈNCIA. La carrera y la experiencia hace el conocimiento, si uno quiere y si está abierto a ello. Al menos esa es una de las conclusiones que se deducen de las conversaciones que el músico y periodista Manolo Tarancón mantuvo con el también músico Xóel López. El resultado de esto es un libro editado en Efe Eme. La entrevista se realizó en 2019 y aborda toda la carrera musical del gallego, desde su primera guitarra hasta sus proyectos futuros. 150 páginas que se zambullen tan profundo en la carrera de López que hay momentos en los que él mismo duda de los recuerdos y datos que le plantea el periodista.

Hay dos pilares que destacan, de manera transversal, esta conversación. La primera, el tratamiento y planteamiento de Tarancón hacia la entrevista. Cuando se es músico, periodista, y sobre todo, aficionado, ¿cómo abordar una obra como esta? "A mí Xoel (López) siempre me ha interesado, especialmente a partir de Fin de un viaje infinito. Pero he creído que lo mejor era mezclar estos dos aspectos: recoger de manera periodística todos los datos pero sin renunciar a mis intereses. Podría haber ido más allá en algunos momentos de mi vida y profundizar menos en otros, pero he querido que mi admiración también se vea", explica el autor. Y es que, en efecto, la época en la que Deluxe o sus anteriores proyectos sirven en el libro para reflexionar sobre las elecciones del idioma o sobre asuntos mucho más periféricos a su música, mientras que la segunda parte, centrada en su carrera en solitario, bucea mucho más canción a canción.

En segundo lugar, el libro busca, más allá de hacer un repaso biográfico de la carrera musical del gallego, reflexionar sobre el propio dispositivo musical. Por una parte, detallando los procesos de grabación y composición de las canciones, incluso de la consideración del autor hacia sus temas a posteriori (aquí vuelve a relucir el músico que es Manolo Tarancón): “Muchas veces, cuando se habla de una pelicula o de una canción hecho en falta conocer esos datos, y no hace falta hacerlo con pedantería”. En este sentido, cabe destacar que hablar de la música y de Xoel López significa recorrer tres décadas de industria musical española (“él era genial para hacer este repaso porque lo ha vivido todo: empezó siendo mod en Galicia, monto Deluxe desde abajo, fue creciendo hasta llegar a una multinacional, se hartó y se fue y luego cómo se reconstruye”.

El borrón y cuenta nueva del gallego también habla de la propia industria musical de aquella época. También algunos de los procesos que se adelantaron a su época, como cuando subió el álbum Reconstrucción con un tema cada semana, a iTunes una práctica que ahora, con el auge del formato single en detrimento del disco, se puede considerar ahora premonitorio. ¿Qué ha cambiado en las discográficas, en las giras o en la manera de crear de los músicos y músicas durante estos 30 años? En todo caso, tanto al principio como al final de su carrera, Xoel López construye un escape en forma de proyecto paralelo. En los 90 sería Lovely Luna, el proyecto en acústico que comparte con Félix Arias y que le acompaña desde los primeros años de su carrera con tres trabajos; desde hace unos pocos también ha montado un grupo con un protagonismo coral y espíritu eminentemente festivo, Combo Viramundo (“de Juan Luis Guerra a los Smiths”, define el propio músico).

En estas dos facetas, el gallego muestra el eclecticismo y su perfil como oyente de música apasionado y liberado de complejos. Por otra parte, también denota cierta imposibilidad de que un autor de su talla pueda concentrar en un solo proyecto sus pretensiones, además de la necesidad de tomar aire de los grandes escenarios para reencontrarte con las distancias cortas.

El libro resuelve todas las incógnitas posibles con un tono distendido y ligero. ¿Cuál es, entonces, el acercamiento que se ha de hacer a estas conversaciones? ·”La idea es que llegue a todo el mundo: es ideal para el que lo conoce algo de la carrera de Xoel y quiere tener una radiografía de toda su carrera, y también puede gustar a quién conozca mucho de él porque algo siempre va a aprender. ¡Ha sido incluso un ejercicio para su memoria y también para mí!”, concluye Tarancón.