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la uv presenta su mayor retrospectiva

Manuela Ballester, la artista total que perdió València en el exilio

14/03/2024 - 

VALÈNCIA. València recupera la memoria de Manuela Ballester, artista total que vivió en el exilio. El Centre Cultural La Nau presenta la mayor retrospectiva de la artista valenciana, justo cuando se cumplen 30 años de su muerte en Berlín y en el marco de la programación que la Universitat de València dedica al 8M. 

Más de 380 obras y documentos, además de material inédito de tres países en los que residió la artista (España, México y Alemania), dan cuenta de la dimensión de esta retrospectiva, comisariada por Carmen Gaitán Salinas, científica titular del Departamento de Historia del Arte y Patrimonio de CSIC. Un trabajo de casi una década de “minuciosa investigación”, según explica la Universitat en una nota. 

Manuela Ballester. Pintar frente a todo quiere contribuir a comprender el alcance y la importancia de la actividad artística de la pintora, al tiempo que arroja luz sobre obras inéditas y se establece como la primera gran retrospectiva de la artista que aúna numerosas y heterogéneas obras, por su formato, lenguaje y técnica, de su extensa producción, fuera y dentro de España”, desarrolla la UV.

Y es que Ballester, otra de las tantas artistas olvidadas por por València a partir de su exilio, creó pinturas -incluidos retratos, género pictórico en el que la artista destacó-, ilustraciones en revistas y portadas para editoriales, figurines de modas, carteles y proyectos murales y publicitarios. Una artista total.

Lo hizo desde València, y una vez en el exilio, siguiendo a su pareja, el muralista y cartelista también valenciano Josep Renau, por México y la República Democrática Alemana. Su vida siempre fue un punto de encuentro entre pinceles, murales y luchas personales, por eso las obras originales se ponen en contexto con fotografías, publicaciones y documentos de archivo que ayudan a conocer su compleja trayectoria. 

Foto: EDUARDO ALAPONT

Manuela Ballester perteneció a la llamada “generación valenciana de los treinta”: “forjó, con tenacidad y esmero, un legado que trasciende fronteras y épocas, pero cuya obra todavía esperaba un merecido reconocimiento”, según indica Gaitán Salinas en varias publicaciones sobre la prolífica artista valenciana. “El título de la exposición intenta reflejar esas dificultades y obstáculos -como diría Germaine Greer- que tuvo que afrontar Ballester, derivadas de sus roles como esposa, al lado de un artista como Josep Renau, y madre de una familia numerosa, al tener que hacerse cargo de sus cinco hijos, pero también de la obligada huida de la patria”. Y añade Gaitán Salinas que la producción de Ballester fue determinante para “la Modernidad española, para la República y, por supuesto, para los contextos del exilio”.

La exposición reúne obras de 50 prestadores, en su mayoría coleccionistas privados. “La mayor complejidad para la comisaria y la Universitat de València ha sido precisamente localizar y registrar, para luego reunir en un único lugar la heterogénea y amplia producción artística”, explica la Universitat. La exposición también cuenta con la colaboración institucional del IVAM, la Diputación de Valencia (Igualdad), la Fundación Josep Renau, el Ministerio de Ciencia e Innovación (Instituto de Historia – CSIC) y el Ministerio de Igualdad (Instituto de las Mujeres).

Un viaje a través de su exilio

La exposición se articula en cuatro secciones. El recorrido se inicia precisamente en la Acadèmia, donde pueden visitarse las tres primeras secciones que dirigen la atención hacia la formación de la artista y sus años de juventud, su actividad durante la República y el conflicto bélico español y, por último, el amplio abanico de lenguajes y medios artísticos en su exilio mexicano. 

“En la parte dedicada a los años de formación artística se ha recuperado diversa documentación sobre cómo empezó su formación en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos y su probable paso por el taller de fotograbado de su tío Estanislao Vilaseca. También se recogen los primeros concursos que ganó y sus primeras obras en algunas publicaciones, como la portada para la revista Blanco y Negro, o sus primeros lienzos, como el cuadro Mis hermanitas Rosita y Fina (1929)”, explica la nota remitida. 

En esta sección destacan diferentes trabajos inéditos de formación, que permanecían inéditos y que explican los primeros pasos del personaje, aún no afectada por el contexto político que le llevaría al exilio.

Foto: EDUARDO ALAPONT

La segunda sección está dedicada a la República y a la guerra civil española. A pesar de tener un hijo pequeño y dar a luz a su segunda hija en pleno conflicto, en 1937, “Manuela Ballester tuvo un papel muy activo y fue una persona muy concienciada sobre lo que las mujeres podían hacer dentro de la retaguardia y en favor del frente republicano”. Tanto Ballester como Renau tendrían un papel muy activo en la difusión de la propaganda republicana tanto antes como durante la Guerra Civil. En su caso, la artista valenciana fue fundadora y directora de la emblemática revista Pasionaria, creada en València, de la que se muestran varios ejemplares. Este apartado también incluye material inédito, como el diseño del cartel Nuestra fuerza es también necesaria para la victoria (1938). Asimismo, incorpora un guiño a la colaboración entre el matrimonio de artistas: la realización de la portada y la contraportada para un número de la revista Ejército del Ebro, donde Renau realiza la cubierta y Manuela Ballester la parte posterior de la publicación.

La tercera sección, titulada Mis días en México, se dedica a los 20 años de exilio que Ballester estuvo en este país. En junio de 1939, Renau y la artista llegan a México, tras la victoria franquista y el inicio de los peores años de la dictadura franquista. Se quedarían dos décadas en el país americano. La muestra reúne aquí más de 60 piezas en pared y 70 en vitrina, aparte de vinilos y otros materiales. 

“Muchas de las obras de esta etapa son encargos para el taller de publicidad puesto en marcha por Renau, lo cual contribuyó a subsistir en la situación de crisis sobrevenida por el exilio. Fueron proyectos de diferente naturaleza en los que en ocasiones colaboró la familia y donde se enmarcan, por ejemplo, los carteles de cine o los trabajos para publicidad”, destaca La Nau. 

Más allá de eso, Ballester también trabajó como ilustradora en numerosas publicaciones, entre las que destaca la dirección artística de la revista Mujeres Españolas, así como su presencia en el mundo de la indumentaria y su personal destreza como retratista: “La exposición ha conseguido el hito de reunir por primera vez los retratos de sus cinco hijos realizados entre el verano y el otoño de 1949, algo muy complejo porque los cuadros de los cinco hermanos pertenecen a distintos coleccionistas”.

Por último, la sala Estudi General recoge La RDA y otros viajes, unas 80 piezas en pared y aproximadamente 35 en vitrina para visualizar los 35 años –de 1959 a 1994- de la vida de Ballester: “Y es que, aunque la artista vivió en Alemania, realizó muchos viajes, ya que se instaló en el país germano solo con sus dos hijos pequeños, pero tenía a su familia y amigos repartidos, entre La Habana, Barcelona, México y València, y viajó sin descanso para reunirse con sus hijas, hijos, hermanas y hermanos”. 

En esta sección son protagonistas una nutrida colección de dibujos de Berlín hechos a carboncillo y numerosos grabados de corte político realizados para publicaciones como España Republicana, además de otras temáticas. Ballester nunca dejó de lado su lado militante, y es uno de los ejes que atraviesan toda la muestra. En la última parte de esta sala, se incluye una gran cantidad de retratos -algunos también inéditos- y folletos de galerías valencianas donde Ballester expuso entre 1975 y comienzos de 1980, además de otras piezas.

Foto: EDUARDO ALAPONT

Si bien Ballester no ha sido una figura ignorada, este estudio y retrospectiva le pone en el lugar que merecía en València, tras su exilio, con una de las grandes apuestas expositivas del curso en La Nau, y que el martes se celebró con una inauguración a la que acudió la misma rectora de la UV, Mavi Mestre.

La exposición, que se puede visitar gratuitamente hasta el próximo 1 de septiembre, se completa con un cuidado catálogo, donde han participado nueve investigadores en arte y exilio, y que se presentará el próximo mes de junio en el marco de un seminario internacional y que forma parte del amplio programa de actividades de mediación cultural para entender y participar de la exposición. 

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