El Consorcio Valencia 2007 rechaza ser sede del festival de música | El festival ha vendido 6.000 entradas | Denuncian a sus organizadores por otro festival, el ‘90sLoveU Ninety’s Party’
VALÈNCIA. La Marina ha dicho no a una nueva edición del Marenostrum en sus instalaciones. De hecho, un no “rotundo”. Tal y como ha podido saber este diario, el Consorcio Valencia 2007, ente gestor de La Marina, ha roto su vinculación con el festival de música electrónica en un divorcio que no será amistoso. Fue el pasado mes de septiembre cuando el organismo público comunicó que rechazaba la petición del festival para la reserva del espacio de cara a la edición de 2019, una notificación que recibían cuando ya había comenzado el periodo de venta de entradas. Hasta el momento, de acuerdo con los organizadores, se han despachado unas 6.000. Desde La Marina se considera que el festival no cumplió con los indicado en el acuerdo establecido semanas antes de la celebración de la edición de 2018, lo que ha derivado en un conflicto con una nueva vertiente, pues las entradas continúan a la venta sin un recinto para su celebración.
De esta forma, la asociación valenciana de consumidores y usuarios (AVACU) remitió el pasado 11 de septiembre un escrito dirigido a la Secretaria Autonómica de Turismo denunciando que los organizadores de Marenostrum están realizando una campaña de publicidad y venta anticipada que “no cumple con los requisitos” legales, “pues no consta ni la fecha, ni el horario ni el lugar de celebración del evento”. En este sentido, la asociación ha pedido que se tomen “medidas oportunas” a este respecto pues, hasta el momento, se siguen vendiendo entradas sin que se haya dado solución a la cuestión del espacio. De hecho, en la web del festival no se informa sobre el lugar donde se celebrará el próximo año. Pero la denuncia de la asociación de consumidores es solo una parte de un conflicto que todavía no está resuelto.
Fue en marzo cuando los organizadores del festival realizaron la solicitud de reserva del espacio para la celebración de la edición de 2018 y, también, de 2019. El Consorcio Valencia 2007 accedió a la reserva, con lo que se llevó a cabo el festival el pasado mes de julio, a través de un documento en el que también se indicaba que “para valorar la continuidad [del evento] en el espacio de La Marina” se tendrá en cuenta su “posible interferencia” en el espacio. Y aquí está el punto de conflicto. Fue el 13 de septiembre, dos días después de que AVACU presentara su escrito de queja, que La Marina remitió un documento a la organización de Marenostrum, al que ha podido tener acceso este diario, indicando que “la actividad no se desarrolló en los términos previstos”, con lo que denegaban finalmente la autorización para realizar el festival de música en su recinto.
La negativa a volver a acoger el festival se justifica con una serie de incidencias especificadas en el documento anteriormente mencionado, en el que se citan “quejas” de usuarios en redes sociales y de empresarios; retraso de un día en el desmontaje; o cuestiones relacionadas con la limpieza del recinto, que “sigue sucio” después del festival y con elementos como un bidón o confeti. “Actualmente, el Consorcio estudia acotar la celebración de festivales en La Marina, con restricciones tanto en el número de horas, la franja horario o el aforo”, explican a este diario desde La Marina, que confirman que “tras el festival” del pasado julio se ha contestado con un “no rotundo” de cara al próximo ejercicio.
Por su parte, los organizadores de Marenostrum aducen que las incidencias a las que el documento del Consorcio Valencia 2007 se refiere “carecen de rigor y lógica jurídica”. Así lo expresan en un escrito remitido a La Marina el pasado 18 de septiembre, del que, según expresan, todavía no han tenido respuesta. De esta forma, preguntados sobre la razón por la que se continúan vendiendo entradas para el festival tras el rechazo de La Marina a acoger el mismo, los organizadores de Marenostrum explican a Cultur Plaza que esperan llegar a un acuerdo el espacio a partir de este último escrito y que, en caso de no ser así, tienen una “alternativa, un plan B muy avanzado”.
Cabe destacar que la petición de espacio de los promotores del Marenostrum a La Marina no era solo para el mencionado festival, sino también para la celebración del ‘90sLOvEU Ninety’s Party’, impulsado por la misma empresa y que también se encuentra en el ojo del huracán. De esta forma, la empresa ha sido denunciada por Ricardo Caballer y Vicente Ferrer, que se presentan como “creadores” del festival, que se celebró en julio de 2018 bajo la dirección artística de Víctor Pérez. En un comunicado de prensa, expresan que decidieron extinguir su relación “ante los numerosos incumplimientos e impagos a los proveedores” y denuncian que se están vendiendo entradas sin cartel ni localización “usurpando las redes sociales y la imagen del festival”. De esta forma, Caballer y Ferrer afirman que el festival “ya no existe” y del que la empresa de Marenostrum, Worldwide Music S.L., “no tiene los derechos de explotación”.
“El quebranto económico y moral producido por la decisión de la empresa Worldwide Music SL ha sido tal que los creadores del festival de música de remember de la Marina de Valencia ha decidido crear una nueva marca, con la que ya trabajan”, expresan en el comunicado. Esta marca es ‘90s Homenaje a la Ruta’, que se celebrará en La Marina el 6 de julio, en la misma fecha en la que debería celebrarse ‘90sLOvEU Ninety’s Party’ (sin sede), un conflicto que, de acuerdo con los denunciantes, busca generar “confusión” entre los usuarios . “Están vendiendo entradas para un festival inexistente a día de hoy y en base a una información falsa”.
A este respecto, desde la empresa Worldwide Music S. L. argumentan que es “falso” que Caballer y Ferrer sean los creadores del festival, cuya marca fue registrada en octubre de 2017 en la Oficina Española de Patentes y Marcas por el impulsor de Marenostrum, así como la cuestión de los impagos. Sobre la cuestión de la marca, si bien fue registrada por los promotores de Marenostrum, lo cierto es que se llegó a un acuerdo de cesión de marca en junio de 2018 por el que se cede el 50% del uso de la marca a la empresa representada por Ricardo Caballer, ahora denunciante). Por su parte, los promotores de Marenostrum explican que han solicitado que se cancele la venta de entradas de ‘90s Homenaje a la Ruta’ y anuncian que también tomarán medidas legales al respecto al entender que ellos son los “creadores”. Por el momento, y del mismo modo que Marenostrum, siguen a la venta las entradas para el festival.
Uno de los efectos colaterales de la batalla entre la asociación de consumidores, La Marina y el festival Marenostrum tiene que ver directamente con su participación en el proyecto Mediterranew Fest. Impulsada por la Agència Valenciana de Turisme (AVT), la marca integra a distintos festivales de la Comunitat Valenciana con el objetivo de generar estrategias unificadas de promoción, trabajando la red de festivales como un producto turístico diferenciado del resto de eventos o espacios musicales de la región. Con participantes como el FIB, el Arenal Sound o el Rototom Sunsplash, entre otros, una de las condiciones impuestas por la AVT para estar integrado en la marca paraguas es cumplir con una serie de requisitos incluidos en un ‘código de buenas prácticas’, un documento en el que los firmantes se comprometen dar “información objetiva y veraz” a turistas o a salvaguardar el medio ambiente, entre otras cuestiones.
Preguntados por este diario, desde Turisme explican que, una vez recibida la queja de la asociación de consumidores con respecto a la venta de entradas, se instó a los responsables del festival Marenostrum en un plazo máximo de 48 horas. Dado que el festival continúa la venta y desde la AVT se entiende que no han resuelto la cuestión indicada “no les tendremos en cuenta en futuras acciones de promoción”, explican desde el organismo público. Esto es: se quedan fuera de Mediterranew Fest. Entre otras acciones, la marca estuvo presente en la pasada edición de la Feria Internacional de Turismo (FITUR) en Madrid con un stand propio, el de mayor tamaño de su sector, siendo su próxima parada el Amsterdam Dance Event, evento que se celebra en las próximas semanas y que será el primero que no cuente con Marenostrum. Por su parte, los impulsores del festival dicen no haber sido informados de su salida y, de hecho, la edición de 2018 sigue reflejada en la página web del proyecto turístico.