Una vez, Carlos Alberola, actor y dramaturgo valenciano de referencia, le dijo: "¿Pero tú haces de todo? ¿Estás un poco tarada?" Pues antes de cumplir los 25, se embarcó en la dirección escécina de una zarzuela.
VALENCIA. Lleva más de 10 años trabajando en los escenarios y delante de las cámaras, pero ella dice que los casting en inglés le siguen poniendo nerviosa. Antes de subirse a las tablas, María Albiñana aprendió a interpretar con una de las figuras clave de la danza clásica, la legendaria cubana Alicia Alonso. El baile vino primero y el teatro después, pero si algo la define es el juego que dan sus facetas: actúa, escribe y hasta dirige. Ahora vive a caballo entre dos capitales, la del Turia y Madrid. Tras haber formado parte del equipo de Cinema Jove, tres proyectos como actriz rondan su mente.
La Escuela de Arte Dramático de Valencia le llevo a estudiar a la Royal Academy of Dramatic Arts en Londres, a la Escuela de Teatro de Moscú o a la compañía danesa Odin Teatret, no obstante, María reconoce que sigue aprendiendo cada día, en los platós, entre bambalinas y cada vez que comparte guión con sus compañeros. Cuando se introducía en el mundo del teatro, por pura casualidad, ganó dos premio de escritura. Vio un concurso de realtos en la ESAD y decidió participar con Retales de vida y Aprender a contar, con ellas quedó en las dos primeras ediciones -2005 y 2006- como finalista. "La parte de la escritura la he tenido siempre", reconoce, y de hecho, también es licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia. No se identifica con el periodismo al uso, el de buscar la exclusiva y dar la noticia a voces en la redacción, ella prefiere narrar, "ser periodista me ha servido mucho". Además considera que no es un oficio tan diferente al del actor, "al fin y al cabo todo son contar historias", unos de la mano de la realidad y otros de la ficción. Lo último que ha escrito es Star Desamparados, un musical a beneficio de la fundación Maides que se ha representado en el Teatro Talia.
Acabó con 22 años sus estudios en el centro valenciano, y apenas tres años más tarde llegó su primer papel como protagonista en una obra teatral. Paula en Tres sombreros de copa, es junto con Sin vida propia el trabajo que más le ha marcado. Compartió la comedia de Miguel Mihura con actores como Manolo Puchades o Toni Agustí, primero como Fanny, una caprichosa bailarina, y luego como Paula, la ingenua joven del ballet de Buby Barton. Sin vida propia ha sido el proyecto con el que más visibilidad internacional ha ganado, nació en 2013 y María no descarta una tercera temporada, aunque no hay nada planeado. La webserie ha sido premiada en certamenes internacionales como Vancouver Web Fest (Mejor serie extranjera 2014), LA Webseries Festival (Mejor comedia de habla no inglesa) o Austin Web Fest (Mejor guión 2014). Precisamente en el de Los Angeles, Albiñana fue reconocida con el premio a la mejor actriz. El elenco de actores ha sido embajador de la webserie española en muchos festivales, en Korea, Canadá, Marsella, Brasil o Italia. La serie, dirigida por Ana Ramón Rubio, está protagonizada por Víctor Sevilla, Albiñana, Fede Rey, Irene Olmos, Jordi Marquina y Lucía Tortosa, todos ellos perdidos a sus 30 años. También han participado en la comedia Octavi Puchades o Darío Paso. La serie puede verse en Youtube y ha contado con dos temporadas, ambas financiadas sin subvenciones o grandes productoras. La primera, que contó con casi 100.000 visitas, fue financiada "con esfuerzo y tiempo", la segunda tuvo un presupuesto mayor gracias al lanzamiento de un crowdfunding, que consiguió 4.500€ gracias a las donaciones de los espectadores.
"No doy el perfil", fue lo primero que dijo María cuando le propusieron el casting de la webserie, "no voy a ir". La actriz de referencia para hacer de Violeta era morena, y ella, pelirroja, creyó que la apariencia física sería un obstáculo. La insistencia de Ana y de Miguel Cañizares, productor ejecutivo del proyecto, le terminó por convencer. A los dos días tras la prueba, le llamaron, y durante los dos años de grabación ha conocido mejor que nadie al personaje, con quien comparte ese espíritu inquieto que la caracteriza. Además de proteger el talento local, Sin vida propia también difunde el talento musical valenciano y nacional, su banda sonora son bandas como Red Buffalo, The New Raemon o Delorean.
El pasado mes de junio, la actriz y Ana Ramón coordinaron la nueva sección del Festival Internacional de Cine de Valencia, una sección propia de webseries que es para ellas necesaria en un certamen joven como este, como ya anunció Valencia Plaza. La iniciativa surgió cuando Albiñana estuvo con el director del LA Webseries Festival, Mykel Ajakwe, en un festival marsellés. Ana y ella estudiaron los contactos para proponer la sección en el marco de un festival local, lo que les reunió con Rafel Maluenda, director de Cinema Jove. La casualidad hizo el resto, pues la organización también estaba buscando cómo incluir este nuevo formato. María asegura que la edición "ha tenido un limitado presupuesto, por debajo del que debería", pero ha contado con figuras internacionales como Ajakwe o Antoine Disle. Cuenta que la comunidad de webseries les apoyo en seguida, un colectivo que tiene muchos festivales en España como Bilbao Webfest, también otro en la Comunitat como el que se celebra en Alfàs del Pi, "en Cinema Jove hemos ido un paso más en Valencia y se acoge a la webserie con otros formatos como el largometraje".
Próximamente estrenará en Madrid una producción dirigida por Darío Paso, La fiesta del cuchillo, a la que acompañará del rodaje de una nueva webserie, Basketball Wife, de Ajawke. Está sumergida en un tercer proyecto que todavía no puede revelar y está estudiando "abrir fronteras", viajar e iniciar nuevas piezas en inglés, lengua que domina a la perfección. Sigue bailando en la academia de Eva Bertomeu, pero se aleja profesionalmente de la danza. La última actuación, en 2014, fue el estreno de Cuadros de una exposición con Toni Aparisi, Ana Luján y Lina Martínez (Compañía Fusión) en el centro cultural Las Naves, que después se presentó en el festival Russafa Escènica.
La industria de la webserie no destaca por facturar, pero si por tener cada vez más acogida entre los espectadores. Es un formato que nunca muere y que está en la web para ver cuando y donde quieras. Para María Albiñana es un deja vu, "aún recibo mensajes de amigos que acaban de ver la primera temporada y es curioso porque ya lo has vivido pero tres años antes". Según ella es una buena opción para lanzar el talento y poder hacer luego otros proyectos en televisión o cine. "Hay mucho trabajo detrás de las webseries y la mayoría no es remunerado", apunta que las plataformas sirven para visualizar pero que se tiene que rentabilizar el trabajo de guionistas, técnicos y directores, "lo que no ocurre siempre". Se utiliza mucho el crowdfunding y la financiación no siempre se contabiliza, sino que se traduce muchas veces en talento. Este mundo tiene un gran aliado en las redes sociales, que sirven para difundir el producto y a la vez para interactuar con el espectador a través de fotos y textos en los perfiles ficticios de los personajes, como ocurría en Sin Vida Propia. Los primos de Albiñana, por ejemplo, fueron parte del cast por una noche como los novios de una feliz Violeta durante sus vacaciones de Navidad.