VALÈNCIA. Maria Josep Amigó llegó a una Diputación de Valencia con una arraigada tradición presidencialista. A lo largo de la legislatura ha tratado de cambiar esas estructuras para dar cabida a una vicepresidencia con labores de representación. Ha trabajado en poner en marcha planes en colaboración con otras instituciones y en disminuir las competencias de la institución provincial.
Su tiempo en el cargo no ha cambiado las ideas con las que accedió a la vicepresidencia: no cree en las diputaciones ni en las divisiones provinciales. De todo ello habla en esta entrevista.