VALÈNCIA. No fueron pocos los que se pusieron nerviosos hace un año cuando las noticias sobre la renovación del convenio de la Generalitat con Berklee no llegaban. Tras diez años de aventura en la ciudad de València, este año tocaba hacer balance y poner en marcha una renovación del convenio que, finalmente, llegó este verano. Fue en julio cuando la institución cultural, CACSA y la Generalitat Valenciana formalizaron un acuerdo por el que la escuela ocupará el anexo sur de Les Arts durante, al menos, veinte años más, tiempo en el que se desarrollará un programa de becas para estudiantes de la Comunitat y un programa de dinamización cultural y musical en la Ciutat de les Arts i les Ciències, entre otros proyectos pactados. El de València supone el primer campus internacional de Berklee y único en Europa, un punto clave en la estrategia de Boston que, ahora, se fija una nueva meta con una actividad confirmada hasta 2041. Capitaneada por María Martínez Iturriaga, este mismo año el campus valenciano fue catalogado por Billboard como una de las mejores escuelas de negocios del mundo en el ámbito musical, situándola entre las cuatro mejores fuera de Estados Unidos. Las buenas noticias, eso sí, también conviven con un nuevo curso marcado or la covid-19, que ha obligado a plantear una solución híbrida, con clases presenciales y online, un modelo que, además, es más que pertinente en su caso, pues cuenta con alumnos de todo el mundo.
- ¿Cómo se adapta Berklee a esta 'nueva' normalidad?
-Ha sido un reto, hemos tenido que cambiar nuestro formato. Han sido meses de mucho aprendizaje que nos ha permitido llegar a septiembre preparados para poder abrir el curso en un formato en modalidad híbrida, en parte presencial y en parte en remoto, ofreciendo una experiencia lo más segura posible y, también, lo más completa posible desde el punto de vista del aprendizaje. Ofrecer una modalidad híbrida también abre nuevas oportunidades, se le puede sacar partido. Hemos recibido estudiantes de más de 30 países, también nuestro profesorado es internacional. Hay un compromiso muy grande por parte de todos para continuar con la formación. De hecho, está funcionando mejor de lo que esperábamos.
-Una vez formalizado el convenio de renovación el pasado mes de julio, ¿hacía dónde camina Berklee?
- Nuestro primer aterrizaje surgió de la vocación de internacionalizar la institución. València fue el primer campus de Berklee fuera de Boston y, en ese sentido, hemos sido pioneros. Esa vocación continúa. Lo que este nuevo convenio permite consolidar es esa presencia y tener un impacto a nivel internacional desde València, además de nuestra conexión con el tejido educativo y cultural de la ciudad. Queremos seguir aumentando nuestro ratio de influencia, sobre todo en Europa. Obviamente la incertidumbre a la que nos enfrentamos ahora genera nuevos retos, pero nuestra intención en seguir con la misión de Berklee, ofrecer una formación que permita a nuestros alumnos trabajar en el mundo de la música. Esto también supone adaptarse y ser flexible.
-¿En qué se traduce el deseo de internacionalización?
-Como institución, Berklee ya es muy internacional. En València han pasado más de 3.000 alumnos de unas 70 nacionalidades. La industria de la música y el entretenimiento es una industria global y, en ese sentido, la experiencia que queremos dar es una experiencia global. El master en Global Entertainment and Music Business es un ejemplo en el que se estudian esos distintos mercados. Esto sin dejar de estar en contacto con la ciudad, con instituciones como la federación de bandas, universidades o colectivos como Sedajazz, además de ese tejido de la industria musical en Europa, que es muy rico, en puntos clave como el Reino Unido o el norte de Europa, sin olvidarnos del mediterráneo. Manteniendo el puente con Boston, estar en València nos permite ampliar el puente hacia ese otro lado.
-Hace un año decía que "Berklee siempre intenta adelantarse a cuáles van a ser las necesidades dentro de cinco años”, ¿con el contexto actual, hacia dónde van esas necesidades?
-Cuando llegó la pandemia muchas instituciones tuvieron que adaptarse al formato digital. La infraestructura con la que contábamos en Berklee nos ha permitido realizar ese cambio de manera natural y ágil, en la forma de trabajar y en el curriculum. Estamos constantemente actualizando nuestros contenidos para ofrecer un curriculum relevante [...] para dar a los estudiantes las herramientas que tenían que adquirir parar incorporarse a una industria que iba a demandar de ellos un conocimiento tecnológico profundo y un manejo de las redes sociales profesional. El sector de la música en vivo está sufriendo un golpe muy duro y los autores y creadores están girando su foco hacía otras áreas de desarrollo, como los contenidos digitales o formación online. Los músicos están diversificando su portafolio de servicios. Esta última generación ha sido la mejor preparada en este sentido, por este cambio tan brusco.
Hay iniciativas que estaban ya en marcha pero que con este giro se están ampliando, como un programa impulsado desde Boston para que los estudiantes y comunidad de Berklee puedan gestionar los derechos sobre su obra, que puedan monetizar de una manera transparente y justa el trabajo que están realizando. Esto es fundamental, poder acceder a herramientas y plataformas que les permita que su trabajo sea remunerado de una manera justa.
-Hágame una fotografía de esta nueva generación de trabajadores de la música.
-La promoción que comienza curso ahora es una generación valiente y optimista. Han decidido, a pesar de todas las circunstancias, desplazarse a València y desarrollar una carrera profesional en un ámbito que está sufriendo muchos cambios. Estos perfiles que comienzan curso académico también son personas con un apetito de cambio e innovación. Nosotros hablamos muchas veces del artista que tiene que entenderse como una start-up, del desarrollo de un espíritu emprendedor. En Berklee hemos contado históricamente con personas que han provocado una transformación en la industria, como Quincy Jones hasta Esperanza Spalding.
El perfil que viene en los últimos años es un perfil nativo digital, para el que las redes sociales es un ámbito en el que se maneja muy cómodamente, una ventaja frente a otras generaciones. La tecnología es ahora mucho más accesible y barata, están muy familiarizados con ciertas plataformas incluso antes de llegar a Berklee. El trabajo en este entorno se ha convertido en el nuevo paradigma, vinculado a la rapidez con la que se trabaja o globalización.
-¿Cuál es el horizonte a 20 años vista?
-Nos gustaría convertirnos en un referente a nivel europeo, consolidar ese papel. Berklee en 2016 se fusionó con el Conservatorio de Boston, que también ofrece disciplinas de música clásica, de teatro y de danza. En ese sentido empezamos a trabajar con ellos desarrollando programas conjuntos y nos gustaría ampliar nuestra formación en estos ámbitos, en ópera o teatro musical, donde el Boston Conservatory es líder en Estados Unidos. Queremos ser pioneros, ser ese laboratorio para poder desarrollar proyectos nuevos.
-Habla de ópera, ¿cabe profundizar en su relación con Les Arts?
-Desde luego. El año pasado empezamos una colaboración muy interesante, Berklee a Les Arts, que mantenemos este año y continuaremos y que nos permite ofrecer esa mirada diferente al repertorio lírico y operístico. Estamos encantados de trabajar con Les Arts y esto puede abrir muchas puertas a hacer colaboraciones conjuntas que ayuden a situar al coliseo como referente europeo, no solo desde el punto de vista operístico -que ya lo es- sino ampliando ese ángulo educativo que nosotros aportamos.
-En estos años Berklee se ha conectado con distintos espacios de la ciudad, como Les Arts o el IVAM, ¿se planean nuevas relaciones?
-Venimos teniendo relación con muchas instituciones educativas y culturales de València y esperamos mantenerlas. Ahora estamos en una pausa, pero la intención es mantenerlas y ampliar. Estamos a la espera de ver cómo nos va a condicionar la pandemia. Muchas de nuestras actividades son presenciales, con público. Todo lo que nos permite colaborar en remoto, se hará. De hecho, participaremos en uno de los foros de Trovam!, en Castelló.
-Precisamente hace unos días se cerró un nuevo ciclo de Un lago de conciertos, adaptado a las medidas de seguridad de la pandemia, ¿qué balance en esta nueva etapa?¿en qué cambiará el programa de actividades con público?
-Estaremos condicionados por la regulación existente. Hemos tenido suerte y hemos podido reanudar Lago de conciertos en septiembre, con todas las medidas de seguridad. Esperemos que podamos continuar. Tenemos un gran condicionante y, dependiendo de cómo vaya evolucionando, podremos planificar. Nuestra idea es seguir incrementando las actividades.