VALÈNCIA. Cabify empieza a consolidarse en Valencia como una opción más para los trayectos en la ciudad y su área metropolitana. Se trata de una alternativa legal a los tradicionales taxis que llegó a la ciudad a finales de 2014, operando bajo licencias VTC (Vehículo de transporte con conductor) y con precios cerrados de punto a punto con independencia del tráfico o la ruta escogida por el conductor.
La startup madrileña, sin embargo, se ha puesto en contra a gran parte del sector del taxi, quienes les han llevado a los tribunales sin éxito. Éxito que sí han conseguido sus impulsores con un modelo que ya están expandiendo por doce países. Mariano Sylveira, general manager de Cabify en Valencia, Madrid y Sevilla explica la evolución en Valencia y cómo ve toda la polémica alrededor del servicio de Cabify.
- ¿Cómo va Cabify en Valencia?
- Estamos muy contentos con Valencia porque la aceptación está siendo muy buena y superando la falta de vehículos que tenemos. Se realizan centenares de trayectos al día, algo que tenemos previsión de multiplicar por dos o por tres este año.
- ¿Cuál es el perfil de usuario que utiliza Cabify?
- En general, es bastante completo el target de clientes. Pueden ser desde estudiantes a gente que contrata Cabify para llevar a sus hijos al colegio, con lo cual el cliente termina siendo el niño que va a la escuela. Obviamente, hay un target de gente de 25 a 30 años que es donde más fuerte hemos calado por un tema de afinidad, de propuesta tecnológica e innovadora.
- ¿Tienen mucha demanda por parte de las empresas?
- Está habiendo muy buena demanda. Muchas empresas están ubicadas en sitios fuera de la ciudad y, en la medida que crezcamos más en flota, es un segmento que vamos a explotar mucho más de lo que hasta ahora lo hemos podido hacer. El cliente corporate valora mucho el control en el reporte de los trayectos de sus empleados y un ahorro que puede llegar a ser del 20 o 25% en relación con el resto de alternativas, además de la posibilidad de recuperar el IVA con una factura única.
- Valencia se está convirtiendo en una ciudad difícil de transitar con el coche tras la apuesta por la movilidad sostenible. ¿Preocupa?
- No, al contrario. La movilidad sostenible es lo más importante para Cabify. La transformación de las ciudades pasa porque existan muchas alternativas de movilidad y todas son complementarias entre sí: la bicicleta, el patinete, andar, salir a correr e incluso moverse en un coche de Cabify. Todas alternativas buscan reemplazar en el día de mañana el utilizar el coche particular. Es una oportunidad. Pensamos que empresas como la nuestra pueden ser muy potentes cuando la gente tome esta decisión porque el coche particular es más caro de mantener, se usa menos del 1% del tiempo, es ineficiente y hay gente joven que se replantea el no tener un coche particular en propiedad.
- ¿Se contrata con empresas o también hay autónomos?
- Toda la flota está constituida por una serie de partners que tiene con nosotros un contrato de servicios. Son entre tres y cuatro partners diferentes y son ellos los que tienen un contrato laboral con los conductores. Ese es el modelo. En Valencia no tenemos autónomos.
- En alguna ocasión los taxistas se quejan de que coches de Cabify están parados en zonas cuando se supone que lo tienen prohibido.
- No hay ninguna zona prohibida donde no podamos estar. Pero además, los coches de Cabify siempre están llevando a clientes a algún destino o yendo a un punto. No hay posibilidad de que los usuarios contraten el servicio fuera de la aplicación y eso es la demostración de que muchas veces el sector de taxi se queja sin conocer.
Nosotros somos el intermediario que pone en contacto a la empresa con el usuario. No somos una empresa de transporte, actuamos como agencia de viajes, y ahí es donde conectamos al usuario con el transportista, que es quien tiene las licencias VTC. Todos los vehículos de las empresas que trabaja para Cabify tienen la correspondiente licencia, no se podría operar de otra manera.
- ¿Cuáles son los servicios que se prestan en Valencia al margen del Lite?
- Lite es la principal, igual que en el resto de ciudades. Son berlinas de gama media, con una buen servicio y conductor. Incluso en Valencia tiene un plus de calidad porque, por ejemplo, aquí la mayoría de conductores van con traje y corbata. Y el trato es el mismo: atención personalizada, wifi de cortesía, botella de agua, revistas, te ayudan con la maleta, te acompañan si eres una persona mayor.
Y luego existe un plus, que es ella categoría executive, que es donde adicionalmente los vehículos son de una gama superior, pero las dos funcionan muy bien, aunque más del 95% de los servicios se prestan con Lite.
- ¿Van a llegar nuevos servicios a Valencia?
- Sí, seguramente alguna categoría nueva traeremos pronto pero depende de muchas variables. Pero vemos que en un mercado que lo espera y que valora los servicios que estamos prestando. Dependiendo del crecimiento que tengamos, lo haremos, aunque todavía no puedo decir cuál.
- ¿Tienen en mente Alicante y Castellón?
- Sí, pero no sabemos si este año. El año que viene posiblemente sí. Lo que pasa es que está todo atado a la existencia de licencias VTC. Si fuera por nosotros y no existiera este requisito de las licencias estaríamos en la gran mayoría de ciudades. Pero bueno, eso es lo que lo hace mucho más complicado.
- ¿Les está costando encontrar empresas con licencias VTC?
- No es tan fácil. Las licencias están en manos de empresas y lo que hacemos es convencerlas para que dejen su actual servicio y vengan a trabajar con nosotros. Quienes lo han hecho están encantadas y ahí está el potencial de crecimiento.
- Cabify estrenó recientemente nueva imagen. ¿Por qué era necesario un cambio?
- Era necesario porque la imagen es nuestra voz y transmite qué hacemos y cómo lo hacemos. Queremos transmitir que somos una empresa innovadora, joven, y a través de los colores, con un logo más redondeado, refleja el espíritu de la marca y esa energía que tenemos todos los que trabajamos en Cabify para prestar servicios excelentes.
- ¿Por qué creen que hay gente que prefiere Cabify al taxi?
- La transparencia. Saber que pase lo que pase la tarifa va a ser cerrada y que por más cambios que surjan no va a haber nada que le sorprenda. Saber cuánto le van a tardar en buscar, saber si vas a llegar a tiempo en la reunión y escuchar tu música preferida, toda la personalización influye. Además, se ahorra entre un 15 y 20% respecto al taxi.
- Podemos les acusó de evasión fiscal.
- Nosotros hacemos todos nuestros cobros con tarjeta, por lo que es imposible la evasión fiscal. Tributamos impuestos de sociedades, IVA e IRPF en España. Cabify es una empresa española. Hay asociaciones de taxi que nos acusan a nosotros de esto, todo lo contrario. En un sector tan tradicional como el taxi sí que han sucedido estas cosas durante años. Pero todos debemos de cumplir las leyes.
- La Generalitat aprobó una legislación en la que se obliga a señalar los coches VTC en la Comunitat Valenciana. ¿Se está haciendo?
- Creemos que no es algo que tenga utilidad. Sí vemos que hay muchos controles, que nuestros servicios son muy parados y que se revisa toda la documentación. Lo vemos razonable,pero ya nos gustaría que esos controles se hicieran en el resto de sectores. Muchas veces es algo que termina haciendo más compleja la operación.
- ¿Creen que puede terminar siendo una forma de señalarles?
- Hemos tenido incidentes con sectores del taxi, aunque son muy pocos por suerte. En Valencia los que hemos tenido han sido menores y esperamos que sean excepciones. Este grupo entiende que somos una amenaza, pero no lo somos. Nuestro objetivo es transformar las ciudades y el taxi es una forma de movilidad más. Queremos que la gente que use coche sea mínimo porque hacen ruido, contaminan las ciudades y es un recurso ineficiente.
- ¿Les consta limitaciones claras en la expedición de licencias VTC por parte de alguna comunidad autónoma?
- La situación actual es que hay muy pocas licencias operativas, son escasas, pero sí hay una cantidad bastante grande que van a salir este año. Sobre todo son licencias que se pidieron en 2015, y tras pasar sentencias judiciales, están empezando a ser aprobadas. Cuando empiecen a salir podremos tener una oferta acorde con la demanda de la ciudad. En Valencia hay gente moderna, que es muy emprendedora, y está acostumbrada a este tipo de propuestas. Antes de 2015 estas propuestas se expedían sin problema, luego se empezaron a paralizar pero mediante recursos y sentencias judiciales han ido saliendo.
- Esto podría crear un nuevo coto cerrado como el del taxi. ¿No?
- Sí. Con estas licencias, igual que pasa en el sector del taxi, existe un mercado secundario. Hay que recordar que Cabify no es titular de licencias, simplemente actuamos como facilitadores para que partners nuestros trabajen con Cabify y negocien con otras empresas la adquisición de estas licencias.
- ¿Tienen miedo a Uber o piensan que llega tarde con el nuevo modelo?
- No tenemos miedo de Uber, nos encanta. De hecho, somos el único país del mundo donde realmente vamos bastante por delante. Ser el líder implica una responsabilidad y somos una empresa española, estamos orgullosos. Nos gustaría que la gente apreciara que somos una startup española, con talento español y que está operando en 12 países.
-¿Con que legislación se quedarían?
- Cada país tiene su historia pero el más complejo y restrictivo a nivel de legislación es España, lo cual es bastante curioso. Eso lo hace más difícil y lento pero es totalmente viable, y estamos cumpliendo la legislación como corresponde y creciendo. Nos deja tranquilos que la gente necesita una alternativa más.
- Cabify tuvo pérdidas en España de 1,3 millones en 2015.
- Esperamos cerrar en beneficios de aquí a un par de años. Pero esto es lo que implica el modelo de negocio, que son con márgenes muy ajustados a precios muy competitivos. La intención es tener la mayor cantidad de usuarios posible pero el darse a conocer también requiere recursos. En todos los países tenemos la sensación de que esto solo acaba de empezar.
- ¿Le han salido a Cabify muchos competidores?
- No, en todo el mundo debe haber cinco o seis empresas y muy repartidas. Está Uber, está Lyft, está DiDi en China y algún otro competidor en Sudamérica pero, por ejemplo, allí, somos líderes.
-Las valoraciones de usuarios a los conductores son una parte esencial en las nuevas empresas. ¿Para qué sirven?
- Encontrar conductores no es difícil, aunque sí buenos conductores. Les hacemos una formación para que cumplan la excelencia del servicio que nosotros demandamos. Y hay un hecho muy destacable, y es que más del 92% de los usuarios dan un cinco sobre cinco al servicio de los conductores. No estamos en el 100%, pero son ratios muy buenos y difíciles de sostener. El mensaje es que no hay que quedarse dormido y hay que seguir mejorando. Los conductores trabajan tranquilos y cómodos y eso ayuda porque parte de nuestro crecimiento pasa por ellos. Si un conductor tiene valoraciones malas se estudia el caso y si es recurrente se busca una solución.
- ¿Qué supuso para Cabify cerrar una ronda de financiación de 105 millones con Rakuten?
- Sí, lo primero y principal es que la inversión de esa cantidad de dinero es que estamos haciendo las cosas bien. La ronda nos ha permitido realizar la expansión en muchos países y muchas ciudades, donde ha habido que levantar arquitectura y donde había que informar a la gente. En la innovación los ciclos son cortos y hay que crecer en un año lo más rápido que se pueda porque todo puede cambiar.
- Competencia apunta a 324 millones de euros la pérdida de bienestar de los consumidores por estas prohibiciones. ¿Debería el Gobierno flexibilizar la legislación?
- Yo creo que la referencia son países más avanzados como EEUU, mucho más liberalizados. La administración lo que hace es que los servicios que se prestan sean de excelencia y se haga un match entre la oferta y la demanda. Si hubiera menos restricciones, no solo para Cabify sino también para el sector del taxi, todas las propuestas serían mejor de lo que son. Pero entendemos que la resistencia pasa por ahí, porque ha sido un mercado tradicional con 30 o 40 años sin cambios y cuando entra una compañía con un modelo de negocio diferente y una propuesta de cultivo es como que se tambalea todo. Pero a largo plazo es el usuario el que se beneficia porque hace que todos compitamos por prestar el mejor servicio.
- ¿Creen que pueden hacer cambiar al Gobierno la visión?
- Tenemos una agenda y contactos con varias áreas de la administración: local, autonómica y nacional. Es algo bastante complejo el escenario, hay intereses que muchas veces no van alineados, pero intentamos llevarnos bien con todos los actores. Estamos dispuestos a colaborar con todos, con la Seguridad Social, con Hacienda. Este año hemos pasado a ser gran contribuyente, lo que derriba el mito de que tributamos en Estados Unidos. Para ser gran contribuyente tienes que tener un volumen de facturación importante, por lo que se nos controla mucho más.
- ¿Han tenido o se han planteado tener una reunión con ellos para suavizar tensiones?
- Hemos coincidido en reuniones con ellos pero ha sido la administración la que nos ha sentado. Nosotros no tenemos nada en contra del sector del taxi. Muchas veces hay desinformación y muchos taxistas creen las historias que les cuentan y de lo que se trata es de contar la verdad y se transparentes. Queremos que nos conozcan, que sepan que nuestros conductores son trabajadores, que está todo en regla y que tributamos todos los impuestos. No somos competencia desleal y no hay nada confuso ni raro. Somos una empresa española y nos va muy bien porque nos preocupamos por hacerlo cada día mejor.
- ¿Deberían los taxis aprovechar la oportunidad para dar un salto de calidad?
- Claro aunque hay taxis que lo están haciendo muy bien. Pero hay mucho para mejorar, y en el largo plazo, todo esto hará que la calidad suba porque al usuario le gusta elegir lo bueno y si es más barato mucho mejor.