Hoy es 15 de octubre
CASTELLÓ (EFE). El complejo Marina d’Or, icono del turismo familiar nacido en los años 80 que volverá a manos españolas cuando se formalice la compra por parte del grupo empresarial murciano Fuertes, ha adelantado el cierre de su temporada y cancelado sus reservas a la espera de contar con una nueva dirección que marque el nuevo rumbo de sus hoteles y su balneario.
El propio Gobierno valenciano ha mostrado su confianza en que Marina d'Or, en proceso de reestructuración y de cambio de propiedad, se refuerce y entre en la temporada alta de 2024 "con inversiones y modernización de sus instalaciones".
La consejera de Turismo, Nuria Montes, ha augurado un "futuro prometedor" a la empresa ubicada en Marina d'Or después de que este fin de semana se conociera que el cierre de la temporada, que normalmente se produce a principios de octubre, según han explicado fuentes del complejo a EFE, se haya adelantado al 17 de septiembre. Una decisión que ha sido comunicada a los usuarios que ya contaban con reservas mediante correo electrónico o teléfono. La empresa les ha informado de que se les devolverá el importe de esas reservas.
Sin embargo, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se ha advertido de que la firma debe compensar también otros gastos asociados, como el transporte, y ha animado a los perjudicados a presentar reclamaciones al respecto.
El cierre anticipado llega mientras se está ultimando la venta del grupo, ahora en manos del fondo estadounidense Farallon Capital Management, que adquirió la compañía en 2019 cuando esta atravesaba una delicada situación y acumulaba una abultada deuda. Farallon asumió la deuda, que superaba los 100 millones de euros, y se embarcó en una mejora del complejo para su relanzamiento.
Ahora, cuatro años después, la compañía fundada por Jesús Ger en los años 80 y que fue creciendo hasta contar con cinco hoteles, apartamentos turísticos, varios parques de ocio y un balneario de agua marina, está a la espera de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) dé el visto bueno a la nueva venta al Grupo Fuertes, un conglomerado de empresas radicado en Murcia y que engloba a más de 20 compañías entre las que se encuentra El Pozo, Profusa, Cefusa o Aqua Deus, además de Terra Natura en Benidorm y Murcia.
El nuevo grupo marcará el futuro de Marina d'Or, un modelo de turismo que se fue ampliando en las últimas décadas con el crecimiento exponencial de clientes, y se convirtió en la Ciudad de Vacaciones que ofrecía, especialmente a un público familiar, no solo alojamiento junto al mar, sino una infinidad de bares, restaurantes y oferta de ocio, como sus parques acuático y de atracciones, cine 4D, Miniclub y otros parques destinados a los visitantes infantiles.
Todo sin salir de un complejo adaptado a los bolsillos del visitante, ya que contaba con hoteles de 3, 4 y 5 estrellas y ofrece como aliciente y reclamo el balneario marino "más grande de toda Europa", en el que además se oferta una amplia variedad de tratamientos en su centro medico-estético.
Una década "dorada" para Marina d'Or que celebró en esos años grandes fiestas de bienvenida del verano con cientos de invitados entre políticos, periodistas y personalidades destacadas de la provincia, en las que se les agasajaba con comidas, alojamiento y entradas a sus parques de ocio. Incluso llegó a acoger los certámenes de Miss España desde 2003 a 2008, con la consiguiente repercusión mediática que suscitaba entonces el concurso de belleza.
En los últimos años Marina d'Or había apostado por diversificar y desestacionalizar su clientela a través del turismo deportivo y de eventos. Allí se han celebrado grandes campeonatos como el campus de Amaya Valdemoro, el Campeonato Europeo de Controladores Aéreos, o campeonatos internacionales de taekwondo. Incluso acogió la eliminatoria de cuartos de final del Grupo Mundial de la Copa Davis en 2022.
Sus instalaciones cuentan con gimnasio y spa, karting, dos campos de fútbol de hierba natural, una pista polideportiva, 8 pistas de tenis, 6 de pádel, 2 de squash y otras infraestructuras.
Su decadencia vino junto a la crisis inmobiliaria y en 2014 presentó un concurso voluntario de acreedores, aunque su negocio turístico continuó, ya que el concurso afectaba únicamente a su actividad constructora. Posteriormente, la acumulación de deuda de manera progresiva motivó la compra por Farallon, que tras cuatro años dirigiendo el complejo ha negociado su venta al Grupo Fuertes, que decidirá sobre el futuro del que haya sido el complejo turístico más icónico de la provincia de Castellón.