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VALÈNCIA. Si algo caracteriza a EDEM Escuela de Empresarios respecto al resto de universidades y escuelas de negocios del panorama educativo valenciano es su cercanía a la empresa. Por ello, el Departamento de Relaciones con Empresas y Empleabilidad de EDEM tiene una importancia central. Marta Coscollar, directora del departamento, explica las líneas maestras de un área diseñada para estrechar los lazos entre la universidad y la empresa, y así mejorar la empleabilidad de sus alumnos de grado (Grado ADE y del Grado en Ingeniería) y de sus másters.
Desde su fundación, EDEM siempre ha estado muy ligada a la empresa. ¿Cómo se articula desde EDEM su relación con las empresas?
El motor de EDEM son las empresas. Por ello, trabajamos cada día por romper la brecha entre la universidad y la empresa con un doble objetivo. Por una parte, queremos que nuestros alumnos vivan la realidad empresarial desde el primer momento y, por la otra, tenemos el objetico de que la empresa pueda nutrirse de nuevas oportunidades derivadas de los alumnos. Es un “ganar-ganar” entre ambas partes.
¿Cuántas empresas apoyan activamente a EDEM?
Actualmente, contamos con más de 140 empresas vinculadas directamente al proyecto EDEM. Tenemos un Patronato que conforma el órgano de gobierno de la fundación con 28 empresas y, además, más de 115 empresas Miembro que quieren sumar, formar a sus empleados, captar talento, proponer retos a nuestros alumnos y también buscar oportunidades de networking.
Las prácticas suponen una apuesta clara de EDEM, ¿por qué esta obsesión por que los estudiantes “pisen la empresa” desde ya el primer año de grado?
En EDEM somos de hechos y no de palabras. Damos una gran importancia a la parte teórica, pero creemos que, para que de verdad cale en los alumnos, hay que ir un paso más allá y facilitarles el contacto con la empresa. Así podrán ver la aplicación práctica de lo que aprenden en el aula. Por ello, desde el primer año del grado, los estudiantes tienen la oportunidad de realizar como mínimo 320 horas de inmersión en empresas y de contacto a diario con profesores que son empresarios y directivos.
¿Qué perfiles profesionales os piden las empresas?
Las empresas nos piden alumnos que destaquen por su actitud proactiva en todo momento. Más que ver qué hace un ingeniero de IGE o un graduado en ADE, cuyos conocimientos teóricos se da por supuesto que han obtenido en cuanto acaban el grado, se valora sobre todo que tengan la cultura del esfuerzo bien interiorizada. Más allá de esto, valoran que hayan tenido experiencias en otras empresas, que sepan idiomas y que cuenten con competencias digitales.
En EDEM se dice que se forma para profesiones que todavía no existen. ¿Cómo lo enfocáis desde tu departamento?
Tratamos de estar muy atentos a las nuevas tendencias y a la evolución del mercado laboral. En este punto, trasladamos al a nuestro comité académico todas estas nuevas necesidades para su inclusión en los distintos programas de EDEM y buscamos empresas referentes para que puedan ayudarnos a formarles.
En todos los programas ponéis el foco en la empleabilidad, ¿qué resultados se han obtenido?
Efectivamente, trabajamos cada día por garantizar que los alumnos de EDEM salgan de nuestras aulas con un abanico de oportunidades laborales ante ellos. En la actualidad, tenemos un índice de empleabilidad y emprendimiento entre nuestros egresados del 95% en grados y másters.
Desde el departamento estáis desarrollando programas de orientación con alumnos. ¿En qué consisten y qué objetivo tienen?
Para un alumno de grado o máster el salto al mercado laboral puede generar cierto vértigo. Por ello, tratamos de darles consejos para que vayan labrando su red de contactos y su camino en el mercado laboral desde que empiezan a estudiar con nosotros. Reciben sesiones de cómo afrontar una entrevista, cómo preparar un buen currículum o cómo tener un buen perfil de LinkedIn, entre otras. Y también les organizamos ponencias de empresas en primera persona para explicar cómo son determinadas profesiones.
Otra línea que se están explorando son los retos de empresa con estudiantes de grados y másters.
Sí, y está tomando cada vez más fuerza. Se trata de que las empresas planteen un problema o reto real que los alumnos puedan ayudarles a resolver. De estos retos salen ideas realmente interesantes que ayudan a la empresa a pensar de forma diferente. Al final los estudiantes de EDEM son gente joven con ideas muy frescas y totalmente objetivas. Creemos que puede ser un filón a futuro.