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radiólogo de la real academia nacional de la medicina

Martí Bonmatí: "Hace falta más transparencia en la reversión de las resonancias"

8/05/2017 - 

VALÈNCIA. El doctor Luis Martí Bonmatí se ha convertido en una referencia en la radiología en toda España y va camino de Europa. Director del área clínica de imagen médica del Hospital Universitario y Politécnico La Fe, Jefe de Servicio de Radiología del Hospital Quirónsalud Valencia, hace unos días fue nombrado miembro honorífico de la Real Academia de Medicina de la Comunitat Valenciana.

Académico electo de la Real Academia Nacional de Medicina en la que ocupa el sillón número 13, es doctor en Medicina y Cirugía por la Universitat de València y especialista en radiología. Su principal actividad se centra en los desarrollos en biomarcadores de imagen y la radiología clínica.

Autor de más de 450 publicaciones y 55 capítulos de libros y editor de nueve publicaciones, ha sido galardonado con el Premio European Magnetic Resonance Award 2008, Premio Pro-Academia 2013 por Exemplary Group in Science and Academic Life del The Round Table Foundation; y Premio Teleco Honoris Causa 2014 por el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Comunitat Valenciana. 

- ¿Qué importancia tienen los biomarcadores en la medicina?

- Los biomarcadores no son más que la imagen o la radiología cuantitativa y eso en el fondo es extraer información de las imágenes médicas tanto si son radiológicas como de medicina nuclear y con la intención final de que esa información beneficie al paciente. Le beneficia porque haces diagnósticos más precisos y obtienes información que antes no podías de una forma fiable e incruenta y lo haces con el menor disconfort para los pacientes. 

Eso se relaciona con lo que nos gusta llamar biopsias virtuales. En lugar de necesitar extraer tejidos de los pacientes para saber lo que sucede, se extrae de las imágenes esa información necesaria para el diagnóstico. 

A veces ni los hospitales son conscientes de ese papel de la imagen médica pero eso es lo que llevamos mucho tiempo haciendo en este hospital. Una traslación del conocimiento desde la radiología a los clínicos y a los pacientes para que esa información que podemos obtener de verdad se utilice. Ese es un trabajo que en los últimos cinco años llevamos poniendo en marcha. 

- ¿Está la sanidad pública suficientemente actualizada o en eso va por delante la privada?

- Es un proceso que requiere de profesionales que tengan el conocimiento para aplicar estas técnicas. Es mucho más relevante no que los equipos sean los mejores que podamos tener, y en eso todo el mundo hace el esfuerzo para poder disponer del mayor y mejor equipamiento.

Lo importante es lo que puedas incorporar de ingeniería biomédica, tecnologías de computación o biobancos de imágenes médicas. El computar esos datos no es fácil establecerlo en la práctica habitual porque los hospitales no están preparados en ese entorno. En Boston, en Munich o en París hay algunos hospitales, muchos liderados desde imagen médica, que tienen áreas o centros de inteligencia artificial que tienen computación sobre bases de datos con la intención de beneficiar al paciente en todo el proceso. 

Como muchos de esos datos son radiológicos o de medicina nuclear, muchas veces esa medicina computacional está liderada desde los servicios de radiología. No es tanto qué equipos tengo, sino  generar esa información, de las imágenes que yo tengo y ponerlas en la práctica habitual. Ese es el reto, que no solo el paciente lo sepa sino también el neurocrujano, el hepatólogo y el reumatólogo y el neurólogo. Todos los médicos tienen que conocer el potencial. 

- La precisión de los datos ha llegado a la imagen médica. 

- En general, la radiología tiene un papel fundamental en la sanidad. Lo tiene porque los radiólogos y los médicos nucleares extraen información de las imágenes que obtienen. Esa información que extraemos, y que permite hacer diagnósticos, es una información subjetiva y que depende del conocimiento del radiólogo, por esto tiene que estar tan especializado.

Además de esto, tenemos que hacerlo en un entorno en el que la variabilidad sea muy baja y que la exactitud de lo que informamos sea más alta, y para eso sí que son necesarios los biomarcadores de imagen y esa ciencia computacional. 

- ¿Qué opina del modelo de hospital de concesión público-privada?

- Entiendo que debe haber una sanidad con un único criterio, que es ofrecer al paciente los mejores diagnósticos y tratamientos para que el proceso dure el menor tiempo posible y vuelva a disponer de salud. Y es enormemente complejo hacer eso porque en el mundo no existe un único modelo sanitario. 

Estados Unidos, Alemania, Japón, China, España,... cada uno tiene modelos diferentes e incluso dentro de cada país soluciones distintas. Además, los que creemos que tienen los mejores modelos están cambiando como Holanda, por ejemplo.

Yo creo que la sanidad en España está muy bien porque da cobertura a la gran mayoría de la población y el nivel de satisfacción de los ciudadanos es muy alto. Lo que creo también es que hay margen para que esa sanidad mejore con criterios de calidad más altos y ese margen lo que hace es que los modelos coexistan, vivan o se comparen. 

Pero lo que tenemos que tener son modelos de comparación de satisfacción, coste del proceso, calidad del proceso y saber que todos estos pasos hay que compararlos y que ninguno de ellos es, por definición, mejor que el otro. 

- El informe de la Sindicatura dice que el coste es más barato. 

- Lo que entiendo es que la población tiene derecho a un nivel de calidad asistencial y quien garantiza este servicio, que es el Gobierno valenciano, tiene que hacerlo como considere. Gestores tendrá el gobierno valenciano para decidir cómo quiere gestionar su parte de la sanidad.  Entiendo, además, que todas las sanidades son necesarias.

Creo que es necesario una sanidad pública de la mayor calidad posible y eso va asociado a la excelencia de los profesionales y a los reconocimientos de los esfuerzos, a las inversiones continuadas y a las incentivaciones. Pero también es imprescindible una sanidad privada que de cobertura a gran parte de la población que no va a la sanidad privada y que también está muy satisfecha.

Si en algún momento se han optado por soluciones mixtas lo que hay que hacer es evaluarlas con criterio de calidad y eficiencia y tomar las decisiones que consideren. La sanidad es un problema continuo y si piensan que hay una única solución están equivocados. Se van ajustando y amoldando a los tiempos, a las organizaciones profesionales, a los mapas de procesos y la sanidad es un cambio continuo  y constante.

- ¿Cree que la sanidad pública y la privada son completarse?

- Entiendo que en todos los países del mundo todas los tipos de sanidades están cohabitando. 

- Mucho se oye de la reversión del modelo Alzira pero poco de la reversión de las resonancias.

- El Gobierno valenciano tiene un plan para la reversión de las resonancias magnéticas al final del año que viene, 2018. Creo que ha empezado ya a dar unos pasos con la Sociedad Valenciana de Radiología la formación y los cursos de conocimientos para los radiólogos.

Está en el ejercicio de la adecuación de pruebas y para ello está hablando con la sociedad europea de radiología para incorporar los programas de adecuación de pruebas radiológicas que tienen el interés de disminuir la adecuación ya que en esta comunidad la frecuentación de resonancia magnética es enormemente alta.

Entiendo también que tienen planes para aumentar el número de radiólogos del sistema público para poder dar cobertura a ese mayor número de exploraciones que tendrá que hacer frente y entiendo también que está con adquisiciones de equipamiento de resonancias. Entiendo que están definiendo la obsolescencia de los equipos, los planes que hacen falta y entiendo también que haría falta una mayor transparencia en todas estas acciones para que llegue a la gente los esfuerzos que están realizando. 

- ¿Qué ha supuesto mantener este modelo durante tanto tiempo?

- Es fundamental que esta práctica sanitaria esté integrada. Creo que es enormemente importante para el sistema que los que son responsables de qué pruebas se hacen, cuándo se hacen, cómo se hacen y cuál es la información que se generan de ellas que son los servicios de resonancia y sus responsables sean los garantes de esa prestación y el servicio.

Y así como me parece que la sanidad pública y privada pueden cohabitar, lo que no puede cohabitar es la externalización privada de un servicio imprescidible en un hospital público como es una parte de la radiología. Eso fue una decisión que gracias a dios se está reconduciendo a su normalización. 

- Eresa se llevó dos máquinas de la Fe, ¿por qué lo hizo y qué supuso?

- El motivo fue porque no había suficiente volumen de pruebas para esas dos máquinas pero la realidad es que hay lista de espera en el hospital y se hacen fuera del hospital. Pero al final la empresa es propietaria de los equipos y yo no sé más de esa situación. 

- ¿Qué le parece que tenga que acelerarse el proceso con fondos de Amancio Ortega?

- Yo creo que los fondos vinieron enormemente bien no solo para resonancia magnética sino para PET y para radioterapia. Creo que es fundamental que las administraciones públicas puedan tener ayuda de fondos privados para poder dar cobertura a su población de forma adecuada.

Creo además que esas ayudas a esos fondos liberalizan a otros fondos para poder acelerarse la resolución definitiva de las resonancias con mayor probabilidad de éxito. Me parece fundamental que se haya dirigido esos fondos de Amancio Ortega, no solo hacia radioterapia y cáncer sino también hacia la imagen de PET, de medicina nuclear, PET-TAC y resonancia magnética. 

- Usted es de La Fe y hay poca presencia de cara al público de Mónica Almiñana. ¿Cómo valora su gestión hasta el momento?

- Yo creo que el papel de la gerencia y de Mónica Almiñana en el hospital es fundamental y a mí me parece que el hospital está trabajando en unas líneas adecuadas. Me parece una excelente profesional en las labores de gerenciar el hospital, de la complejidad de un hospital de referencia de la Comunitat Valenciana y se ha ganado el respeto de todos los profesionales de este hospital. 

- Muchos criticaron que no fuera valenciana. 

- Yo no sé los criterios que utilizó en su momento el gobierno valenciano, lo que sí que sé es el tiempo que ha pasado aquí Mónica y el grado de confianza y de satisfacción de la mayoría de los profesionales a su gestión es alto. 

- ¿Cómo valora la gestión del departamento de Carmen Montón?

- Yo creo que hay dos retos a los que se ha enfrentado el Gobierno en estos dos años y que les está consumiendo muchos recursos. Por un lado el reto de las concesiones, de la reversión de las resonancias magnéticas y el reto de la adecuación de la investigación y la innovación con los institutos de investigación. Y en esos tres retos, con mayor o menor celeridad, se están dando pasos en sentidos adecuados.

 Es esencial que los institutos de investigación renueven el liderazgo que tenían, que han asumido, en la transferencia de conocimiento que se está desarrollando y poniendo en valor lo que debería estar implantando en los hospitales. Esa es la importancia de los institutos, de los biopolos, de los biobancos. La enorme cantidad de datos que constituye la genómica. La relación con las universidades para el uso de recursos computacionales y la utilización de sus grupos de investigación para desarrollar la parte sanitaria asistencial que tanta falta hace en el hospital. 

- Parece que el de la investigación ha quedado más oculto.

- Es muy importante la labor de los institutos y los centros de investigación. Es enormemente importante que se coordinen desde la Conselleria de Sanidad de forma coherente y con unas pautas de colaboración e intercambio de información entre institutos. Es fundamental que se favorezcan esos proyectos de innovación y es cómo transfieres el conocimiento de lo básico a lo clínico. Y en esa parte del trabajo, gracias principalmente a Boro Peiró, que es una de las personas que más han colaborado en esa puesta en realidad de lo que es la investigación para el área sanitaria, están haciendo un trabajo excepcional. 

- ¿Se hacen avances en la RIS3 en materia de salud?

- La Comunitat Valenciana tiene una excelente situación en lo que son las empresas sanitarias de base tecnológica. Ha hecho un esfuerzo empresarial e industrial para utilizar los conocimientos y los recursos en tecnología. Creo que gran parte de estos conocimientos y recursos arrancan desde las universidades, tanto la de Valencia como la Politècnica son los criaderos de estos grupos que acaban teniendo una base empresarial para poner en valor lo que generan y eso es parte del éxito de esta comunidad.

¿Cuánto de presencia tienen estas iniciativas en el tejido sanitario final? Todavía hay una brecha muy importante. Los hospitales deberían tener más acceso, más conocimiento y más comunicación con estos foros tecnológicos en los que la Comunitat es líder y por eso también la conselleria debería de tener, junto a los rectorados de las universidades, un papel de empuje y promoción de estas iniciativas porque nos sitúa en unos niveles de excelencia que son de vital importancia para los pacientes. 

- ¿Es muy difícil implantar nuevos servicios en el sistema público?

- Cuesta llegar a todos los hospitales. El sistema no favorece porque es muy cauto. Pero yo sí que creo que con las universidades, con el apoyo de la conselleria y con la estrategia de las gerencias esta puesta en marcha de soluciones innovadoras dentro de los hospitales, utilizando los recursos computacionales de esta ciudad, debería ser una de las tareas a acometer a corto plazo para las garantías de éxito. 

- ¿Cuál es su papel en la Real Academia Nacional de Medicina?

- Desde hace un año y medio estoy en la Real Academia Nacional pero desde la semana pasada estoy en la academia de Valencia como miembro honorífico. Y lo que supone es la capacidad de colaborar con profesionales de enorme valía. Los mayores y mejores expedientes académicos, los profesionales más innovadores, están en la academia de medicina. Mi papel en ese foro es compartir con este grupo el desarrollo de la imagen médica, de las ciencias computacionales, de la utilización a grandes escalas de los datos sanitarios que se registran en los biobancos y de alguna forma, esa modernización de la sanidad hacia una medicina de más precisión y más personalizada y más acorde a los tiempos que corremos hoy en día. 

- Es cofundandor de Quibim. ¿Qué le aporta él y su otro socio, Ángel Alberich? 

- Ángel es una persona fundamental en todo este proceso de innovación en un hospital. Me parece que es el paradigma de las colaboración y la simbiosis entre ingeniería biomédica y medicina. Creo que ha sido una suerte para mí coincidir con Ángel en el desarrollo de los biomarcadores de imagen y la imagen cuantitativa.

Eso nos ha permitido introducir en este hospital los informes estructurados, introducir los biomarcadores de imagen en muchas enfermedades. Y creo además que Ángel me permite poder seguir ilusionado y seguir con enorme interés y ganas todos los desarrollos asociados a la ingeniería biomédica. 

- ¿Debería potenciarse Valencia como sede de empresas sanitarias?

- Yo creo que Valencia tiene un singularidad que es poder, en el sitio donde trabajas, poner en marcha y en funcionamiento herramientas de extracción muy avanzada de datos biológicos de la computación y poder implementarlas en un hospital como la fe, que es de referencia.

Poder trabajar en un entorno de investigación, poder establecer relaciones de coordinación con los institutos y  poder, en este entorno tan tecnológico como es la Comunitat, desarrollar soluciones con interés global sin necesidad de irte a centros de excelencia como el MIT. Esta Comunitat debería darse cuenta del esfuerzo que esta gente. 

- Ángel Alberich habéis escrito el primer manual sobre biomarcadores a nivel mundial en la editorial Springer. ¿Eso que supone?

- Supone subir un peldaño. Es el reconocimiento del trabajo hecho. A nosotros nos ha servido porque hemos tenido que poner en papel lo que pensamos que es el biomarcador de imagen, cómo se construye, cómo se valida y qué papel tiene en muchas enfermedades. Eso lo  hemos hecho además en un foro abierto de tal forma que es ahora el libro de referencia en muchos centros que están ahora en proceso de incorporar los biomarcadores de imagen,

También nos sirve a nosotros para tener acceso a otros institutos del mundo y también un reconocimiento de sello de calidad. En ese sentido, la Escuela Europea de Radiología, nos ha encargado la realización de un curso anual sobre biomarcadores que se va a realizar en Valencia en diciembre todos los años con la intención de que la brecha que existe entre lo que podemos hacer y lo que se está haciendo cada vez sea menor.

Se trata de centralizar en un sitio, que se reconoce que es de referencia, la formación europea con biomarcadores de imagen. 

- Prestan ayuda al Oceanogràfic. ¿Qué supone para usted y otros médicos?

- Para el hospital supone una enorme ventaja, que es la parte social de la medicina. No solo porque ayuda con equipamiento que para el hospital no puede ser de uso porque está obsoleto, sino porque también haces transferencia de conocimiento.

Esto no es solo en radiología sino que también ha colaborado neumología ayudando a delfines con infecciones de vías respiratorias. Y además hay una transferencia del Oceanogràfic al hospital. Vamos a inaugurar la calle del Oceanogràfic, colaboración de investigación con la fundación y ahora tenemos proyectos con tortugas marinas, delfines y con geolocalización animal.  

Hoy en día solo hay una vía para la excelencia y es reconocer que la colaboración es fundamental, que es la única vía que tenemos para desarrollar proyectos de innovación y de mejora continua de lo que hacemos día a día y que se hace con profesionales. 

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