VALÈNCIA. Mil millones de euros en la próxima década. Esa es la cantidad que la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) prevé invertir en infraestructuras necesarias para adecuar su capacidad al actual ritmo de crecimiento, que puede hacer que sus terminales se queden pequeñas a medio plazo.
Según explicó este jueves el presidente de la APV, Aurelio Martínez, la cantidad aparece en el nuevo plan estratégico del recinto, que ya está sobre la mesa del Ministerio de Fomento a la espera de recibir el visto bueno.
El grueso de esa inversión, alrededor de 400 millones de euros, se destinará a la nueva terminal de contenedores, con capacidad para 5 millones de TEU, mientras que en el acceso norte mediante un túnel por el mar, sobre el que existe un acuerdo de cofinanciación con el Gobierno, la APV comprometerá unos 200 millones.
Según el cálculo de MSC, la empresa que ha presentado la única oferta para construir y explotar la nueva terminal de contenedores, esta podría entrar en servicio en 2025. Antes de entregarla al concesionario para el relleno de los muelles y el equipamiento de la terminal, en los que el grupo naviero suizo invertirá mil millones, la APV ha de realizar una serie de obras, ya que el proyecto inicial se ha modificado sustancialmente con el cambio de la ubicación de la explanada, la demolición de algunos diques actuales y la prolongación de otro.
La APV ya ha licitado el contrato para la redacción del proyecto constructivo, que prevé adjudicar en septiembre, mientras que la previsión es que las obras se extiendan al menos dos años.
Para afrontar ese volumen inversor, la APV tirará de sus propios recursos. Según explicó Aurelio Martínez, el flujo de caja actual de la APV ronda los 75 millones de euros anuales. La proyección es que, sin contar con los ingresos que se obtendrán cuando la nueva terminal entre en servicio, la APV tendría capacidad para asumir las inversiones del plan estratégico en trece o catorce años.
No obstante, el directivo asume que puede verse en la necesidad de obtener financiación externa. A diferencia de la nueva terminal, que ya cuenta con un cronograma, el acceso norte está mucho más verde, pues ni siquiera se tiene clara la solución técnica por la que se optará. No obstante, la aspiración de los gestores del Puerto de Valencia es que este pueda estar concluido no muchos años más tarde que la ampliación, ya que el tráfico adicional de camiones generado hará aún más necesaria esa solución.
Por ello, dado que el plazo desde la realización del proyecto informativo hasta la ejecución completo puede llevar entre siete y ocho años, lo más probable es que las dos inversiones se solapen durante varios ejercicios, con el consiguiente esfuerzo inversor por parte de la APV. Ante la previsión de que se produzcan esos "picos de caja", Martínez sí dijo que habría que salir a buscar financiación ajena, pero estimó que la APV nunca llegará a superar el nivel máximo de deuda que alcanzó en el pasado, 600 millones de euros.
Por otro lado, Martínez aseguró que, si la solución para el acceso norte al Puerto de València se resuelve finalmente con un túnel por el mar, el Ayuntamiento de Valencia tendrá "muy complicado" bloquear el proyecto al no atravesar su término municipal. Martínez explicó que el Ineco –dependiente del Ministerio de Fomento– está realizando un estudio informativo sobre las diferentes alternativas para ejecutarlo, todas ellas mediante un túnel.
No obstante, el directivo asume que puede verse en la necesidad de obtener financiación externa. A diferencia de la nueva terminal, que ya cuenta con un cronograma, el acceso norte está mucho más verde, pues ni siquiera se tiene clara la solución técnica por la que se optará. No obstante, la aspiración de los gestores del Puerto de Valencia es que este pueda estar concluido no muchos años más tarde que la ampliación, ya que el tráfico adicional de camiones generado hará aún más necesaria esa solución.
Por ello, dado que el plazo desde la realización del proyecto informativo hasta la ejecución completo puede llevar entre siete y ocho años, lo más probable es que las dos inversiones se solapen durante varios ejercicios, con el consiguiente esfuerzo inversor por parte de la APV. Ante la previsión de que se produzcan esos "picos de caja", Martínez sí dijo que habría que salir a buscar financiación ajena, pero estimó que la APV nunca llegará a superar el nivel máximo de deuda que alcanzó en el pasado, 600 millones de euros.
Por otro lado, Martínez aseguró que, si la solución para el acceso norte al Puerto de València se resuelve finalmente con un túnel por el mar, el Ayuntamiento de Valencia tendrá "muy complicado" bloquear el proyecto al no atravesar su término municipal. Martínez explicó que el Ineco –dependiente del Ministerio de Fomento– está realizando un estudio informativo sobre las diferentes alternativas para ejecutarlo, todas ellas mediante un túnel.
El informe, por el que la APV pagará 700.000 euros y que estará finalizado antes de 2020, analizará aspectos como si el túnel por el mar podría hacerse con tuneladora o mediante estructuras prefabricadas instaladas sobre un canal. El coste estimado del túnel es de 400 millones de euros cofinanciados entre el Ministerio de Fomento y la propia APV.
Aunque la solución terrestre no está descartada, Aurelio Martínez considera que el marino ofrece "ventajas" porque atraviesa menos municipios. Por ello, el Ayuntamiento de València no podría aducir nada al no atravesar su territorio: "Si el túnel va por el mar, tiene complicado poder bloquearlo. El Ayuntamiento no tiene nada que decir".
"Me resulta curioso que quienes han apostado por el túnel pasante se opongan a esta solución. No sé que le ven este túnel que no le ven a los otros. A lo mejor no hemos sabido explicar, pero se me escapan las razones por las que este túnel es rechazado", insistido el presidente de la APV, quien recuerda que con este acceso se reducirán las emisiones de CO2 y el tráfico que ahora generan los camiones que se ven obligados a recorrer kilómetros adicionales para entrar por el único acceso disponible.
Además, defendió que el nuevo acceso ahorraría costes logísticos a sectores como el cerámico. Como ejemplo, citó una tesis doctoral en la que ha participado que concluye que el ahorro medio por contenedor para las azulejeras de la provincia de Castellón alcanzaría los 50 euros.
Respecto a los plazos en los que podría entrar en servicio, Aurelio Martínez recordó que hay que superar una serie de fases como el periodo de información pública, la declaración de impacto ambiental y el concurso de proyecto constructivo que requieren como mínimo tres años.
Depende de la solución –mediante una o varias tuneladoras o con un túnel prefabricado– la construcción puede llevar entre 3 y 4 años como mínimo. "Suponiendo que se acepte todo, no son plazos tan descabellados", destacó el presidente de la APV, quien cree que "razonable" que para entonces ya esté finalizada la nueva terminal de contenedores.