VALÈNCIA (EP). Un total de 101 centros veterinarios de la provincia de Valencia se han visto obligados a cerrar al menos unos días y sufren daños de diversa consideración por la DANA. De ese centenar, según una primera evaluación, un mínimo de 24 clínicas o consultorios están "destrozados, con daños estructurales en el inmueble, todos los equipos y materiales inutilizados y/o sin posibilidad de reabrir en las próximas semanas o meses". Además, cuatro padecen "graves pérdidas" en equipos e instalaciones y 56 han sufrido daños menores y requieren de labores de limpieza. Por su parte, otros ocho "no han podido aún siquiera acceder a sus centros".
Así lo ha detallado el Colegio de Veterinarios de Valencia (ICOVV) en un comunicado. La entidad colegial ha señalado que trabaja desde el día después de la riada en un paquete de medidas para tratar de paliar los devastadores efectos de la DANA tanto sobre sus colegiados como con los propios animales de compañía.
En esta labor se ha sumado toda la comunidad veterinaria de la provincia: las Consellerias de Agricultura, Sanidad y Medio Ambiente, la patronal del sector clínico, Aevetval; las dos facultades de Veterinaria (la de la Cardenal Herrera-CEU y la de la Universidad Católica) y casi 400 veterinarios voluntarios.
La presidenta del ICOVV, Inmaculada Ibor, ha explicado que "la inmensa mayoría de centros veterinarios se encuentran en bajos, muy expuestos a las avenidas de agua". "Algo más de un centenar de ellos, los situados en las principales zonas damnificadas, han tenido que cerrar momentáneamente para limpiar sus instalaciones, hacer una valoración de daños, tramitar siniestros y/o buscar fórmulas financieras con las que mantener su actividad. Uno de cada cinco centros de la provincia no pueden en estos momentos trabajar con normalidad y hay poblaciones, como Paiporta o Benetússer, donde todavía no hay ninguno que pueda atender urgencias", ha apuntado.
Ante el "fuerte impacto" causado en el colectivo y ante las urgencias generadas, el ICOVV ha habilitado un listado de hasta 132 centros colaboradores que, voluntariamente, "estarían dispuestos a asumir momentáneamente la atención sanitaria de estos animales y a ceder espacio dentro de sus instalaciones a los compañeros afectados para que puedan seguir prestando servicio". La intención es que los centros afectados "se puedan poner en marcha lo antes posible".
Además, de manera coordinada con el resto de agentes citados y las autoridades locales, se han empezado a crear puntos informativos en municipios afectados para atender o, en su caso, derivar casos a los centros activos más próximos.
En este sentido, el ICOVV ha publicitado un listado alternativo de centros veterinarios y la presidenta de la entidad colegial ha explicado que cada centro colaborador "gestionará discrecionalmente el coste de esas consultas, de las urgencias y de los seguimientos". "Puedo confirmar que, por lo que hemos hablado, todos serán sensibles con el drama que se está viviendo".
Como primera medida, la entidad va a eximir del pago de la cuota colegial a los veterinarios afectados durante un año y retrasará, además, el cobro de las siguientes durante los siguiente 12 meses. Además, ya el pasado viernes, abrió una cuenta específica, abierta a la participación de la ciudadanía, para ayudar a que estos centros puedan recuperar lo antes posible la actividad. A esta labor están contribuyendo las aportaciones que en los últimos días han llegado, "no solo de los dos colegios de veterinarios de la Comunitat (Castellón -Covcs- y Alicante -Icoval), sino de los de buena parte del país".
Junto a ello, se han realizado gestiones y facilitado información para ser más eficientes en la tramitación de los siniestros y su comunicación al Consorcio de Compensación de Seguros. Además de estar en contacto con Aevetval, que también está ayudando al sector clínico damnificado, el ICOVV ha requerido a sus colegiados que se presenten voluntarios.
Hasta el momento, han sido 393 los veterinarios de la provincia -de los 2.000 que están colegiados- que se han prestado a colaborar, en su caso, para atender una posible petición del Centro de Emergencias para contribuir a labores vinculadas con la sanidad animal, la seguridad alimentaria o la salud pública. Ese ofrecimiento ya ha sido cursado, pero "de momento no ha sido requerida la participación de este colectivo".
Por otra parte, desde el pasado sábado se han creado grupos de Whatsapp con una coordinación centralizada y responsables individuales para acometer la actuación en cada uno de los municipios más afectados. Estos voluntarios, veterinarios y auxiliares de veterinaria, también están ayudando a que las clínicas afectadas "puedan recuperar la normalidad lo antes posible".
Desde días después de la catástrofe, este grupo viene trabajando sobre el terreno junto protectoras, clínicas afectadas y los responsables municipales y se han empezado a crear puntos desde donde atender en primera instancia algunas urgencias o derivar a las clínicas que sigan operativas (en Picanya, en la Plaza País Valencià, 8; en Catarroja, en la Universidad Florida; en Benetússer, el CP Blasco Ibáñez; y en Paiporta, en la Avda Francesc Ciscar.
Al respecto, el ICOVV ha puesto en valor la colaboración para atender en las instalaciones del Hospital Veterinario de la Cardenal Herrera-CEU (CH-CEU, en Alfafar), del Hospital Veterinario de la Universidad Católica de Valencia (en València ciudad) y del Hospital Veterinario privado de AUNA (Paterna). Estas entidades, de la mano también de veterinarios voluntarios, están asumiendo los ingresos de grandes animales (fundamentalmente équidos) y las atenciones de otros pequeños (perros, gatos).
Sus instalaciones, junto con la de algunas clínicas y protectoras, también están acogiendo provisionalmente animales no identificados y atenciones de urgencia. La CH-CEU también cuenta con una pequeña flota de vehículos puestos a disposición por la Generalitat para transportar animales. El ICOVV ha facilitado chalecos e identificativos a estos veterinarios para que puedan desplazarse y salvar las restricciones a la circulación.
Una tercera línea de actuación promovida por el ICOVV es la gestión de piensos, material sanitario básico y de medicamentos para atender y distribuir entre los centros que trabajan por volver a la normalidad y los colaboradores, que están trabajando para atender necesidades imperentorias como las mencionadas.
En este sentido, más allá de las propias instalaciones colegiales se trabaja coordinado con Bioparc Valencia, que ha organizado una operativa de recepción y distribución de ayuda para facilitar que las personas de la ciudad que quieran auxiliar y hacer llegar su aportación puedan hacerlo "de forma coordinada y sin necesidad de desplazarse". Igualmente está recibiendo suministros de distintos puntos de España y del extranjero.
El ICOVV ha puesto en marcha una cuenta solidaria del ICOVV para contribuir a la recuperación de clínicas veterinarias damnificadas. El titular es el Colegio Oficial de Veterinarios de Valencia; la entidad bancaria, Ibercaja; y el IBAN, el ES3820859366160330492441.