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VALÈNCIA. En una era caracterizada por la incertidumbre en todos los ámbitos y, también en el laboral, la figura del jefe se ha vuelto clave para retener el talento en las organizaciones. De hecho, más del 70% de los abandonos de puestos de trabajo se deben a la personalidad y la mala gestión del talento de los jefes de equipo, según un estudio de la consultora de RRHH Equipo Humano.
A través de un análisis de estudios de clima laboral a más de 8.000 personas de sectores como servicios, alimentación o de la cerámica, la consultora ha detectado también que el 80% de los empleados valoran de forma positiva tener superiores más empáticos y que los escuchen activamente. Aspectos como la asertividad, el dialogo, la valoración de su trabajo favorece la relación de los trabajadores con la empresa y mejora su fidelización a la misma.
Cabe destacar que este porcentaje se ha disparado con respecto al año 2019 donde esta percepción quedaba resumida a un 50% en la misma muestra. “La mayoría de las personas queremos que se nos reconozca el trabajo y nos proporcionen feedback para mejorar, en definitiva, tener posibilidades para desarrollarnos en la compañía”, explica José Enrique García, director de Equipo Humano.
En el estudio, el reconocimiento se sitúa en el primer puesto de aspectos más valorados por los empleados con un 87%, seguido de la gratitud (75%) y la escucha (72%). Por eso, en los últimos años, el rol de los jefes de equipo ha empezado a sufrir una transformación hacia la humanización. El objetivo es que estas posiciones aprendan a gestionar todo el talento de sus equipos para aumentar el compromiso de las personas hacia la empresa y mejorar su productividad al estar más felices en sus puestos y en su desarrollo profesional.