Máximo Buch y Fran Silvestre presentan NIU Houses, su 'startup' de vivienda industrializada

VALÈNCIA. NIU Houses es ya una realidad. La startup, fruto de la alianza entre el arquitecto Fran Silvestre y el fondo Stator Management, del exconseller Máximo Buch, se presentó este jueves en el Espai Alfaro de Godella en una cita que reunió al sector de la arquitectura y el diseño valenciano. La nueva compañía busca dar una respuesta global a los procesos de la arquitectura y la construcción mediante el diseño de un sistema para ejecutar la edificación de casas a través de procesos industrializados. 

Así, el proyecto nace con la vocación de innovar en los sistemas constructivos para aumentar la precisión en la materialización de la arquitectura. Pero, además, gracias a la industrialización en la construcción se consigue estandarizar y mecanizar los procesos para levantar de forma más rápida los espacios, acortando a tres meses el tiempo transcurrido entre la configuración de la vivienda por parte del cliente a su entrega definitiva tras el montaje.

"Esta nueva empresa tiene una misión clara: queremos aumentar calidad de la construcción y hacerla mucho más precisa a través de una metodología que aplica procesos científicos en la construcción de la vivienda", explicó Silvestre durante la presentación de uno de los prototipos que han creado.

Asimismo, destacó que una de las ventajas del nuevo sistema es que las piezas ya vienen diseñadas y construidas y se ensamblan in situ sobre el terreno, lo que agiliza los plazos de entrega. Y es que las viviendas industrializadas permiten la reducción de tiempo en la construcción frente al modelo tradicional. Estos inmuebles se fabrican en un taller bajo criterios industriales y sobre el terreno se montan y se encajan 'las piezas'. De hecho, muchas de las estancias llegan ya fabricadas en módulos listas para su ocupación. De este forma, la promoción se puede entregar en tan solo tres meses y ello sin perder la calidad.

NIU Houses, como adelantó Valencia Plaza, cuenta ya con ocho prototipos de viviendas diseñados, todas ellas unifamiliares con piscina, que van desde los 76 metros cuadrados por 150.000 euros hasta los 300 metros cuadrados por 643.000 euros. Todas ellas serán eficientes, con un diseño que respetará el medio ambiente. El arquitecto explicó que se ha comenzado con esta serie de tipologías, pero el objetivo es ampliar el catálogo para adaptarse a cualquier situación. A pesar de tener unas características estandarizadas previamente, son viviendas personalizables y adaptables a un coste competitivo en su sector.

Así, todas las viviendas están diseñadas para que tengan el mínimo consumo energético y cuentan con sistemas de generación de energía renovable. Por ello, desde el proceso de fabricación de la casa hasta su vida posterior, donde la elección de materiales naturales facilita su posible reciclaje, existe una actitud comprometida para garantizar el mínimo impacto medioambiental. "Conseguimos viviendas más sostenibles y saludables. Al final se trata de democratizar el diseño dentro de la arquitectura", remarcó.

Casas controladas en remoto

La tecnología es un activo de las casas NIU, que pueden ser controladas desde un smartphone o tablet a través de una app como mediante los sistemas de control de voz. El usuario podrá controlar así aspectos como la iluminación, la climatización, la televisión, el riego o el sistema de limpieza de la piscina, entre otros.

El trabajo de la startup integra desde el proyecto arquitectónico –incluyendo la gestión con la administración y la coordinación de todos los agentes que intervienen en la construcción– hasta el diseño de interiorismo. La inversión prevista, incluyendo un espacio expositivo de 20.000 metros cuadrados en València que se inaugurará en el 2022, alcanza los 10 millones de euros. La compañía baraja esa fecha para comercializar las primeras viviendas.