Mazón, en su último acto con la Diputación: "Esta será la legislatura de la energía y la vivienda"

ALICANTE. El próximo presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, fue el encargado este martes de clausurar, todavía como presidente de la Diputación de Alicante (la situación provocó varios chascarrillos durante los discursos) la asamblea anual de socios del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca). El alicantino, que dimitirá este miércoles tras realizar un balance de su mandato para ir el jueves a la investidura en Les Corts, llamó la atención en el arranque de su discurso sobre la circunstancia de que la asamblea de Ineca "es mi último acto público como presidente de la Diputación".

Fiel a su máxima durante los últimos cuatro años, que siempre promete con humor en sus intervenciones ("el undécimo mandamiento") aunque en no pocas ocasiones la incumpla, de "no molestar", esta vez Mazón sí fue breve en su discurso. Apenas cinco minutos para subrayar su inminente cambio de tarjeta de visita, poner en valor la provincia de Alicante y sus empresas, responder con retranca al presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu (que lo había precedido), para desear que "una entidad financiera" reforzase su compromiso con la provincia para impulsar un cambio de modelo similar al de Málaga, y esbozar dos líneas maestras de su incipiente mandato autonómico.

Así, Mazón aseguró, recogiendo el guante de los grandes problemas macro que se habían puesto sobre la mesa durante la asamblea, que "esta será la legislatura de la energía y de la vivienda". En el primer caso, porque su Consell tiene la intención de "quitar el tapón" al despliegue de las energías renovables, específicamente la solar fotovoltaica, sobre la que consideró que su predecesor no fue capaz de impulsar. Con sentido común y respeto al territorio, Mazón se comprometió a favorecer la captación de las inversiones que "están llamando a la puerta" y que la postura del Consell saliente, a su juicio, frenó.

En cuanto a la vivienda, el próximo presidente de la Generalitat también se comprometió a impulsarla por dos vías. De un lado, promoviendo la construcción de vivienda pública para cumplir con su función social. De otro, aligerando los trámites administrativos para que poner en marcha proyectos residenciales privados sea más ágil, y también menos costoso con su prometida "reforma fiscal". Una reforma que, dijo, no menoscabará la inversión pública, sino que la hará más eficiente.