Menos del 10% de los municipios valencianos suma más nacidos que muertos en los últimos cinco años

VALÈNCIA. La crisis demográfica que atraviesan tanto la Comunitat Valenciana como el resto del país se ha intensificado en el último lustro, en el que el aumento de los fallecimientos, debido tanto al paulatino envejecimiento de la población como a otros factores como la pandemia de la covid-19, ha provocado que la cifra acumulada de defunciones solo en territorio valenciano supere en casi 59.000 casos a la de recién nacidos.

De este modo, y aunque las muertes hayan experimentado ahora su primer descenso anual desde 2019, el número de nacimientos continúa marcando año tras año récords históricos a la baja. En 2023, el último ejercicio con datos definitivos disponibles, se registraron 35.378 recién nacidos en la Comunitat Valenciana, un dato que ya es inferior en un 20% al contabilizado una década atrás. Esta realidad provoca que, en los últimos cinco años, apenas un 9% de los municipios de la autonomía valenciana sume más nacimientos que fallecimientos.

Así se desprende de la última actualización de los principales indicadores demográficos realizada recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y en la que se aprecia cómo esta es una cuestión transversal que se produce tanto en pequeñas poblaciones de áreas rurales, donde fenómenos como la despoblación o la elevada mortalidad son asuntos clave, como en las capitales de provincia valencianas y algunas ciudades de gran tamaño.

De hecho, tanto València como Castelló de la Plana y Alicante encadenan un balance negativo de al menos cinco ejercicios entre nacimientos y defunciones, un escenario por tanto que ya se producía antes de la llegada de la crisis sanitaria del coronavirus, y que se ha acrecentado desde entonces. Ello también puede observarse en otras grandes localidades como Torrevieja (Alicante), Gandia y Sagunto (Valencia) o Borriana (Castellón), así como en poblaciones de comarcas de interior como el Rincón de Ademuz, l’Alt Maestrat o l’Alt Vinalopó.

En su conjunto, son solo pues menos de una cincuentena de localidades valencianas las que en los últimos cinco años presentan un saldo vegetativo positivo. La mayoría de ellas se encuentra en las áreas metropolitanas de las tres grandes capitales de la Comunitat Valenciana, como es el caso de Paterna, la localidad que mejor balance entre nacimientos y defunciones arroja desde 2019. Allí, han nacido casi 700 personas más de las que han fallecido en el último lustro.

Por su parte, otros municipios del entorno de València, como Aldaia, Rocafort, Riba-roja de Túria, Serra, Nàquera o Museros, se cuentan también entre aquellos pocos con más recién nacidos que muertes. Además, en Paiporta y Torrent, donde se encadenaban tres ejercicios en negativo, en 2023 se ha vuelto a contabilizar un balance positivo que vuelve a situar el acumulado de nacimientos por encima del registro de fallecimientos.

En el caso de Castellón, poblaciones colindantes a la capital provincial, como Borriol y Almassora, y otras muy próximas, Oropesa del Mar y Sant Joan de Moró, se encuentran igualmente en esta situación de saldo vegetativo positivo, que en Alicante se observa en los municipios de Callosa de Segura, Almoradí, Aspe, Crevillent o Albatera. De nuevo, municipios todos ellos que comparten su proximidad a la capital de la provincia alicantina.

Más muertes en 434 municipios en 2023

Si se tienen en cuenta solo las cifras del último ejercicio disponible, más de un 80% de las poblaciones de la Comunitat Valenciana registra un saldo vegetativo negativo, un porcentaje que se ha reducido por segundo año consecutivo pero que se encuentra igualmente entre los más altos de este siglo. De hecho, hace poco más de quince años, durante un repunte de la natalidad que se extendió hasta la llegada de la crisis económica de 2008, el porcentaje de poblaciones valencianas que sumaba más fallecidos que nacimientos no alcanzaba siquiera el 50%.

Así pues, y según los datos publicados por el INE, a lo largo de 2023 la Comunitat Valenciana contabilizó más de 11.300 muertes más que nacimientos. El balance es mejor que el de años precedentes debido a la reducción de la cifra de defunciones, que fue de casi 47.000 tras quedarse muy cerca de las 50.000 en varios ejercicios previos. No obstante, la natalidad no ha crecido ni un solo año de los últimos diez y volvió a marcar un récord a la baja con algo menos de 35.380 nacimientos. De hecho, en torno a un 30% de las localidades valencianas ha igualado o superado en 2023 su dato de recién nacidos más bajo de los últimos diez años.

De este modo, la Comunitat Valenciana va camino de encadenar una década completa con un saldo vegetativo negativo, ya que desde el año 2015 siempre ha registrado más muertes que nacimientos. Lejos quedan ya los saldos positivos por más de 17.000 personas que se registraron antes de que terminara la primera década de este siglo, y sobre todo aquellos superiores a 35.000 que se contabilizaban de forma recurrente hace cincuenta años.

En la última década, de hecho, el número de nacimientos se ha reducido en un 20% en la Comunitat Valenciana, si bien es cierto que tanto en 2021 como en 2022 la tendencia se ralentizó hasta mantenerse prácticamente estable, con un descenso anual del 0,2% en ambos casos. En 2023, por su parte, la caída fue del 0,6%.