Estas fechas nos reencontraremos con muchos desplazamientos por carretera. Operación salida. Precaución al volante. Respeto por los animales que pupulan por la calzada. Hay que regresar sanos, incluir las mascotas. En lo que concierne a los capitalinos o metropolitanos, privilegiados, por poder disfrutar del campo y playa. Los valencianos somos chaleteros, playeros y cafeteros, gracias a nuestros antepasados romanos que fijaron su residencia en esta tierra tan fértil a orillas del Turia con puerto en el Mediterráneo.
Las segundas residencias abrirán sus puertas, subirán las persianas y expulsará la humedad concentrada por el invierno tardío. Los hosteleros harán el agosto, siendo abril. Una de las vías más transitadas será la antigua carretera Nazaret-Oliva que circula por nuestra costa. Carretera y manta por la senda de la felicidad. Cientos de familias valencianas librarán por unos días un merecido descanso, otros mucha penitencia para redimir los pecados, y las cruces saldrán al paso.
Los valencianos que opten por circular por dicha carretera se toparán con mejoras sustanciales a la altura de El Saler, semáforo incluido. Para seguir con su trayecto por una frondosa arboleda que protege al asfalto alimentado de robustas raíces en una estrecha vía de doble dirección con radar de tramo. Una vez pasado El Palmar, llegaremos a la rotonda del arenal de El Recatí sin muchos sobresaltos. Asfalto bien pavimentado y correctamente señalizado, sorteando en la carretera el ejercicio de cientos de ciclistas o de algún peatón despistado, y con el 25 o 24 de gregario.
Lo curioso de este desplazamiento por esa carretera, ahora CV-500, por el término de El Recatí es la gran desconexión que mantiene con la ciudad. Los periféricos tienen abandonada la periferia y los barrios. Curioso es, que siendo Parque Natural de L' Albufera cuente con unas aceras del siglo pasado, sin carril bici, con un asfalto parcheado con alquitrán y con los contenedores no protegidos con maderas para embellecer el camino. Y eso que El Perellonet es la pedanía con mayor censo de viviendas y con mejor recaudación para las arcas del Consistorio. Decía Pedrito Ruiz en época socialista, ahora también lo estamos, pagamos impuestos de americanos y recibimos servicios de africanos. Pues eso, seguimos en los ochenta, en la ruta y de ruta ¡Buenas Pascuas! Y un trato justo para la periferia.