VALÈNCIA. Una de las obsesiones de Juan Roig en sus casi 40 años al frente de Mercadona ha sido la de mantener la agilidad para tomar y ejecutar decisiones a pesar de haberse convertido en la mayor empresa de distribución en España. Son ya varios los golpes de timón que ha dado en los últimos años –"sabemos muy bien donde vamos, pero si nos equivocamos cambiaremos"–, como el cambio de interproveedores a proveedores especialistas o más recientemente la decidida apuesta por la venta online tras desdeñarla durante años.
Otra de las grandes decisiones a las que se enfrentará en breve es la de mantener o no su política de cerrar los domingos. Aunque Juan Roig siempre ha defendido su resistencia a abrir sus tiendas todos los días de la semana, no es menos cierto que siempre ha dejado la puerta abierta a poder hacerlo: "Si hay que bailar sevillanas para vender más, bailaremos". El proyecto de internacionalización en Portugal, donde el año que viene abrirá sus cuatro primeras tiendas, le enfrentará de nuevo a esa disyuntiva.
El presidente de Mercadona admitió en la presentación de resultados de 2017 que se está planteando abrir sus tiendas portuguesas de lunes a domingo. Lo hace porque allí los horarios comerciales están liberalizados y el domingo es el segundo día de la semana con mayor volumen de ventas.
"Es una de las grandes discusiones internas y tenemos que decidirnos; hay quienes se inclinan por que sí y quienes creen que no. A lo mejor empezamos de una manera y luego cambiamos, pero no sabemos cómo lo haremos. Me gustaría no abrir, pero la pelota está en el aire", admitió Juan Roig cuando se le preguntó sobre la política de horarios que aplicará en el mercado portugués.
Lo que ya se plantea para Portugal continúa siendo una posibilidad remota en España. Como siempre ha argumentado, Juan Roig explicó que, si abriera los domingos, tendría que subir los salarios de sus 84.000 empleados y repercutir ese aumento en el precio de los productos, un cambio que no encajaría con su política de ofrecer al jefe (cliente) el mejor surtido al menor precio posible.
La llegada de Mercadona a Portugal comenzó a prepararse en 2016 con la constitución de la firma Irmãdona Supermercados, que significa “hermana de Mercadona".
El año pasado realizó avances relevantes al comenzar a trabajar con los consumidores portugueses para averiguar sus "gustos y preferencias" en el nuevo centro de coinnovación de Matosinhos (Porto). La inversión inicial en el conjunto del proyecto ha sido de 25 millones de euros.
Sobre la elección de Oporto como sede central y para sus primeras tiendas en Portugal frente a Lisboa, Juan Roig explicó que la decisión está basada en un estudio de mercado "impresionante". "Elegimos Porto porque yo no creo en el centralismo. Empezamos por Porto, que es una gran ciudad, y lo normal no sería que fuéramos a Lisboa, sino que vayamos extendiéndonos hacia el sur. La sede central de Mercadona en Portugal va a estar en Porto", razonó.
Mercadona abrirá sus cuatro primeras tiendas en Grande Porto y su primer bloque logístico en Póvoa de Varzim (Porto) en 2019. Para ello, prevé invertir en esta fase 25 millones de eurosy ya ha contratado a 120 directivos, que son losresponsables de liderar el proyecto empresarial en elmercado portugués.