El mes está marcado por acontecimientos que han desencadenado un rally de la renta fija de una intensidad poco común, tal y como explica el experto
MADRID. Los tipos de interés reales siguieron subiendo con fuerza en octubre, sobre todo en Estados Unidos y en los países anglosajones, y la parte larga de la curva sufrió mucho, así como un cambio significativo de las curvas. Estos movimientos se explican en parte por una economía estadounidense que sigue en buena forma, con un crecimiento anualizado del 4,9% en el tercer trimestre (muy por encima de las previsiones de los economistas) y un mercado laboral que muestra pocos signos de agotamiento.
Las demás razones de esta corrección de la renta fija son las mismas que en septiembre: gran cantidad de emisiones por digerir, primas por plazo aún bajas y programas de endurecimiento cuantitativo aún en curso.
Lógicamente, los activos de riesgo reaccionaron negativamente a la subida de los tipos de interés reales, con los mercados de renta variable perdiendo entre un 2% y un 5% durante el mes y los activos de crédito comportándose de forma similar. Como muestra el siguiente gráfico, el comienzo de noviembre será muy diferente.
Sin embargo, estas tendencias no han estado exentas de consecuencias. En particular, los bancos centrales se mostraron muy proclives a subir los tipos a largo plazo, indicando que ello estaba contribuyendo a endurecer las condiciones financieras y, por tanto, reduciendo la necesidad de que prosiguieran su ciclo de subidas de tipos. Esto es aplicable tanto en Estados Unidos como en Europa, salvo en caso de sorpresas al alza significativas en materia de inflación en los próximos meses.
Octubre también estuvo marcado por el conflicto en Oriente Medio, que parece muy poco probable que termine a corto plazo. Por el momento, no hay importantes consecuencias para los mercados, y probablemente seguirá siendo así mientras el conflicto no se extienda.
La historia nos enseña que el impacto de este tipo de acontecimientos -en la mayoría de los casos- extremadamente débil, salvo en el caso de un impacto significativo sobre las materias primas. Con la guerra aún abierta entre Ucrania y Rusia, estamos ante el inicio de un segundo gran conflicto armado en una zona potencialmente desestabilizadora para las materias primas energéticas.
François Rimeu es estratega senior de La Française AM