“Cada uno vota por sí mismo, sin que nadie le diga qué tiene que pensar”, apunta la candidata a la secretaría general de la provincia de Valencia
VALÈNCIA. Mercedes Caballero hizo de la necesidad virtud en la presentación de su candidatura para seguir al frente de la secretaría provincial del PSPV en València. Arropada por cerca de doscientos fieles pero sin apenas rostros institucionales y con la ausencia también del exministro José Luis Ábalos, impulsor de la corriente en la que creció y que en su mejor momento le aupó al puesto, hizo una llamada a la militancia de base para revalidar su mandato a la contra del aparato.
La salida hace unos meses de Ábalos del Ejecutivo de Pedro Sánchez y la alianza del secretario general el PSPV y president de la Generalitat Ximo Puig con el pujante Carlos Fernández Bielsa le han empujado a hacer campaña como alternativa y Caballero jugó sus cartas. Militancia de base, feminismo y gestión de los últimos cuatro años frente a la alianza del ‘ximismo’ y el alcalde de Mislata forjada en el último congreso del PSPV. De momento, la asistencia a ambos actos dice que la candidatura oficialista parte con ventaja.
Hubo una referencia que se repitió una y otra vez en el salón de actos de la Fundación Bancaja. Fue el recuerdo de cómo en 2017 el ahora presidente del Gobierno logró una histórica reconquista de Ferraz contra casi todos los grandes cargos. Caballero hizo suyo ese relato porque ella estuvo allí en aquel casi clandestino encuentro de Xirivella que empezó a hacer girar una rueda que acabó con el madrileño en la Moncloa no sin pocos avatares de por medio. Y porque no le queda otra.
“Cada uno vota por sí mismo, sin que nadie le diga qué tiene que pensar”, apuntó la candidata, que no se quedó ahí. “Nadie tiene un cargo público o institucional por sí mismo, lo hacen gracias al trabajo de los militantes. Entonces logramos renovar el funcionamiento de nuestra organización y no podemos retroceder ni un paso. Cambiamos para ganar en democracia interna y no podemos volver atrás”, apuntó. Por si había quedado alguna duda, uno de sus teloneros Gonzalo Moya (secretario general en Camporrobles), lo acabó de aclarar. “Mi voto vale lo mismo que el del president de la Generalitat”, afirmó tras asumir que les llamarán locos “por plantar batalla hasta el final” y por “enfrentarse al aparato”.
En el discurso de Caballero, ademas de reivindicar su labor de estos cuatro años y su cuota de mérito en el exitoso ciclo electoral, hubo otro eje que marcará su campaña: el feminismo “pero el de verdad”. Recordó que es la única candidata de los tres congresos provinciales. “Y hay quien quiere cambiarme”, apuntó. “La igualdad no es añadir un componente femenino en una lista, sino que estén en puestos de decisión no de representación”, deslizó. No hubo referencias directas a la candidatura de Fernández Bielsa, de hecho, pidió no convertir las primarias en una “batalla” pero algún recado sí que dejó. “El proceso orgánico no va de proyectos personalistas sino de enriquecer al partido”, aportó por si alguien quería darse por aludido.
Se dejó ver en el acto el alcalde de Almussafes y cabeza visible de la potente agrupación municipal de esa localidad, Toni González, y ocupó un lugar mucho más discreto el concejal del ayuntamiento de València Aaron Cano. De Ábalos no se supo más que en las pegatinas que tres fieles llevaban en la solapa para reivindicar su figura.