VALÈNCIA (EFE). La Mesa de Precios de Cítricos del Consulado de la Lonja de València ha empezado la publicación de sus boletines semanales con unos precios en origen al alza, debido principalmente a la disminución de oferta que se prevé en la citricultura de la cuenca mediterránea a causa de las adversidades climáticas.
Mientras que la sequía es el factor más determinante para explicar la merma productiva en otras comunidades españolas, como Andalucía, en el caso de la Comunitat Valenciana las previsiones apuntan a una disminución por las altas temperaturas alcanzadas en marzo y abril (coincidiendo con las fases de floración y cuajado).
También se le suma el inusual frío en mayo y las precipitaciones persistentes a lo largo de mayo y junio. Además, aunque de manera localizada, varias tormentas de pedrisco provocaron daños de diversa consideración en los frutos. Los descensos de cosecha más acusados se constatan en satsumas, híbridos y todo tipo de naranjas.
Las primeras cotizaciones de la temporada emitidas por la Lonja de Cítricos de Valencia presentan las siguientes horquillas en las principales variedades de naranjas y mandarinas: 0,206-0,30 euros por kilo (€/kg) en Navelina, 0,289-0,35 €/kg en Okitsu, 0,50-0,67 €/kg en Oronules, 0,289-0,45 €/kg en Marisol y 0,32-0,40 €/kg en Clemenules y Orogrande.
Esta lonja de referencia, que reúne semanalmente a representantes de productores y de comercializadores que operan en la Comunitat Valenciana, afronta la campaña citrícola con importantes novedades que pretenden conllevar efectos positivos para la viabilidad del sector en su conjunto.
Una de sus medidas más relevantes es establecer los precios en euros por kilo y sin IVA incluido. Se trata de dos avances que toman el modelo imperante en el resto de España y que pueden contribuir a aportar "transparencia en los contratos de compraventa" y "evitar prácticas abusivas".
Por su parte, el kilo es la medida de peso estándar a nivel mundial y desde la institución afirman que hay que apostar por ella, sin restar un ápice de importancia cultural e histórica a la arroba, puesto que la citricultura empezó a emplearla mucho antes de que apareciera internet.
De este modo, la Lonja de Cítricos de Valencia va a poner "su granito de arena" para tratar de afianzar en las relaciones comerciales a pie de campo el precio en euros por kilo y sin IVA incluido y "armonizar el sector citrícola valenciano con el resto del mundo".
La entidad también acaba de poner en marcha, coincidiendo con la nueva campaña, una página web más moderna, intuitiva y adecuada para dar respuesta a las necesidades informativas de los diferentes agentes de la cadena.
Ahora, el sitio web abre la posibilidad a los usuarios de registrarse de modo gratuito para recibir automáticamente un enlace de cada boletín. También podrán conocer las horquillas entre precios mínimos y máximos en origen que se acuerdan en cada variedad y en cada momento concreto de la temporada, podrán realizar estudios comparativos y acceder a gráficas, estadísticas y noticias de la actualidad citrícola que permiten mejorar la toma de decisiones.
Por su parte, la Unió Llauradora ha anunciado que la cosecha de cítricos de la campaña 2023-2024 en la Comunitat Valenciana será de unos 2,8 millones de toneladas, lo que representaría un 2 % menos que la pasada.
Con esos datos sería la quinta campaña con una cosecha por debajo de la media. Los datos en el conjunto de España también indican que habrá descenso de producción y se quedará por debajo de los 5,8 millones de toneladas, según un comunicado de La Unió.
En el conjunto de las variedades, ha destacado la bajada de producción prevista en el grupo de pequeños cítricos (mandarinas y clementinas), las naranjas se mantendrían estables respecto a la de la campaña anterior y subiría la de limones y pomelos.
Esta merma de la capacidad productora se debe a varios factores, entre ellos la concatenación de diversas inclemencias meteorológicas a finales de invierno y primavera de este año.
Las altas temperaturas y la baja humedad de los meses de marzo o abril también dificultaron el cuajado y provocaron una "caída masiva" de fruta.
Otros factores que ha señalado el sindicato son el "bajo aprovechamiento comercial" debido a las plagas, el hecho de que una parte importante de la superficie sean árboles viejos con menor rendimiento y finalmente también al "abandono creciente" de campos de cultivo por la baja rentabilidad de los últimos años.
La realidad productiva actual de los citricultores valencianos es que cada vez les cuesta más obtener rendimientos óptimos como consecuencia de las reiteradas incidencias meteorológicas y de una superficie de árboles envejecida.
La Unió trasladará al nuevo conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, la necesidad de habilitar ayudas para reconvertir el arbolado viejo de bajo rendimiento con una aportación del 15 % por parte de la Generalitat y otro 15 % del Ministerio de Agricultura, tal y como se hizo ya hace unos años.