VALÈNCIA. Metrovalencia avanza con las obras de construcción del cañón peatonal que conectará la parada de Alicante de la Línea 10 del tranvía con la de Xàtiva. Una conexión subterránea que inicialmente iba a servir sólo para facilitar el tránsito de los usuarios del tranvía a la red de metro en el centro de la ciudad pero que, como se anunció en febrero, la Generalitat Valenciana ha modificado para que, en un futuro, la infraestructura pueda reconvertirse en un tramo más de la L10 en su trazado hacia el norte. Así, y tras estas modificaciones, la idea con la que se trabaja es que el paso pueda estar abierto al público tras el verano de 2025.
El cambio en el proyecto supone su reconfiguración estratégica de cara a la futura ampliación de la L10 por el subsuelo del centro de la ciudad, que se ha convertido en una de las prioridades de la administración en el plan de expansión de la red de Metrovalencia junto a las nuevas líneas 11 y 21. Así, la previsión de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) es que haya dos fases de finalización: por una parte, la terminación de las obras en superficie, y por otra, la culminación de los trabajos subterráneos.
De este modo, según explican fuentes de la compañía pública, las obras en superficie se extenderán hasta marzo, tal como anunció la consellera de Infraestructuras y Territorio, Salomé Pradas, en su visita a las obras en febrero junto a la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá. Un cronograma que evitará las molestias a vecinos y turistas en el mes de Fallas, como ya se hizo este año abriendo temporalmente el paso a los peatones en la calle Alicante. Pero la actuación continuará en el paso inferior para dejarlo listo antes de su apertura al público, que no se produciría antes de verano.
Tras el anuncio de febrero, la administración ha hecho público un modificado del proyecto, que se suma a otro que ya había hecho con anterioridad, y que afecta precisamente a "los tramos de la conexión peatonal donde todavía no se han ejecutado los muros pantalla, para aumentar su separación y conseguir de esta manera el suficiente espacio para el futuro paso de la línea 10 mediante vía doble con el gálibo necesario". Así, incluye la construcción de lo que en ingeniería se llama "un pantalón en la planta de pantallas del extremo norte del túnel", cerca de la estación de Xàtiva, donde ya se adecúa el proyecto para "dar continuidad en un futuro al túnel de la Línea 10 de metro siguiendo el proyecto de 2011 para cruzar sobre la estación Xàtiva y alcanzar la avenida Marqués de Sotelo".
Allí, en Marqués de Sotelo, "se ubicarían dos andenes nuevos conectados con la estación mencionada (Xátiva)" y será "la definitiva estación de correspondencia entre las líneas 3, 5, 9 y 10 del Metro de Valencia". Pero esta estación no es objeto de esta actuación, sino un futurible para el que todavía no hay proyecto. Por el momento, en esa adecuación del cañón peatonal entre Alicante y Xàtiva, se construirá "un andén provisional" a semejanza de la estación de Atarazanas del metro de Málaga, abierta en 2023 con una finalidad similar. Para ejecutar este andén, la compañía pública tendrá que aprobar un tercer modificado del proyecto inicial, que todavía no se ha publicado.
Estos cambios supondrán que las obras, que en un principio se adjudicaron por 13,7 millones de euros (IVA excluido) para la construcción del cañón peatonal, sumen costes adicionales tanto por la redacción de los modificados como por las propias necesidades de la ejecución material. El segundo modificado, que incluye la ampliación del canal, supone 2,6 millones de euros adicionales, a falta de conocer el coste del tercer modificado para el andén. A la postre, se prevé que el presupuesto total de la actuación ascienda a 22 millones de euros, según explicaron las responsables públicas en su visita de febrero.