VALÈNCIA. La contaminación por microplásticos existe en el lecho marino de la Antártida en las mismas cantidades que en el Atlántico norte y el Mediterráneo.
Un estudio de investigadores de la Liverpool John Moores University (LJMU), Queen's University Belfast y British Antarctic Survey, tomó muestras de partes remotas de la Península Antártica, Georgia del Sur y las Islas Sandwich. La investigación se publica en la revista Environmental Science & Technology.
El equipo descubrió que al menos una partícula de microplástico por cada gramo de sedimento residía en el lecho marino antártico, similar a las tasas de contaminación de otras regiones oceánicas mucho más cercanas a la actividad y la habitación humanas. Se trataba de fragmentos, películas y fibras de los polímeros desechados con mayor frecuencia (poliéster, polipropileno y poliestireno), todos ellos de uso frecuente en envases.
"Este es el primer informe a nivel mundial de un hallazgo de este tipo que consideramos muy importante en nuestra comprensión de la escala global de la contaminación microplástica", confirmó el doctor Kostas Kiriakoulakis, profesor titular de ciencias ambientales en LJMU.
La doctora Katrin Linse, científica del British Antarctic Survey, que viajó al Océano Austral y la Antártida como parte de un proyecto de investigación más amplio, recogió muestras del lecho marino a una profundidad de hasta 3,6 kilómetros.
El coautor, el doctor Linse, biólogo experto en biodiversidad, dice en un comunicado: "Creemos que este es el primer análisis de la contaminación por microplásticos en los sedimentos de aguas profundas del Océano Austral, y servirá como base para futuros estudios desde la superficie hasta el fondo del océano".
El investigador Mánus Cunningham, de la Queen's University, dijo: "Nuestra investigación destaca que no importa lo remoto sea un ecosistema, todavía mostrará los artefactos de la influencia humana. Hemos estado vertiendo plástico en nuestros océanos durante aproximadamente 70 años, así que en retrospectiva esto puede no ser muy sorprendente. Lo que sí es sorprendente es que los niveles de este tipo de contaminación son comparables a lo que consideramos regiones de los océanos del mundo moderadamente o altamente contaminadas".
En cuanto a por qué la incidencia de los plásticos es tan alta en una ubicación tan remota, es una pregunta abierta. Las teorías van desde las corrientes oceánicas o el viento hasta la actividad local (por ejemplo, la pesca) y posiblemente algunos mecanismos internos mediados biológicamente, a saber, los microplásticos capturados por formas de vida y transportados a las profundidades.
Sonja Ehlers, del Instituto Federal de Hidrología, dijo: "Sería interesante conocer las fuentes de los diferentes tipos de microplásticos que encontramos y el papel que el tráfico de barcos o las estaciones de investigación pueden jugar en su acumulación".
El equipo espera que los hallazgos ayuden a los esfuerzos futuros para medir el daño ecológico y ambiental que podrían causar estos fragmentos de plástico, proporcionando una "medida más sólida" de su acumulación en partes remotas del océano. Los plásticos pueden tardar cientos de años en degradarse.