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Mirando a Oriente y a Occidente

  • Antena aérea para Venus . Foto:ESA
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A la cumbre con el presidente de los Estados Unidos de América, le seguiría la cumbre entre la Unión Europea (UE) y China. El panorama no podía ser más desolador. Con la esperanza puesta en LaGranFábrica, el TerritorioEuropa miraba con desesperanza la dependencia estrategia que precedía al nacimiento de una nueva Era. Era en la primavera del Año II d.C. -después de la Covid- y el mundo no era más amable, más humano y menos raro… La Cabra Mecánica saltaba por los aires.

Como era de esperar, el foco de la conversación en la Cumbre UE-China será la situación en Ucrania. Este no era un tema, necesariamente, del interés de China, ya que ponía en peligro la asociación de Beijing con Rusia. Había una cantidad significativa de esperanza en Bruselas y en las capitales europeas de que China limitaría su apoyo a Rusia después de la invasión de Ucrania y brindaría ayuda para poner fin a la guerra. Estas esperanzas  se hicieron añicos al comprobar que LaGranFábrica no sólo no seguía la política de sanciones económicas de Occidente, sino que las condenaba. Las relaciones con el TerritorioEuropa serían aún más tensas en el futuro que cuando se originó la pandemia de la covid-19.

Expertos analista especularon con que “el mejor resultado en las circunstancias actuales sería que la UE al menos asegurara un compromiso por parte de China para brindar un apoyo real para abordar la crisis humanitaria en Ucrania”. Pero ello implicaba que los líderes europeos reafirmaran que no había divisiones entre la UE y los Estados Unidos del TerritorioAmérica en cuanto a las consecuencias en el caso de que China brindara asistencia militar a Rusia o apoyo para evadir las sanciones.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acompañados del alto representante, Josep Borrell, en representación de la UE, serían los interlocutores con el primer ministro de China, Li Keqiang, por la mañana y con el presidente de China, Xi Jinping, por la tarde.

 Estación de seguimiento de Malarguee. Foto: ESASobre la mesa estaba la movilización de la comunidad internacional para apoyar a Ucrania, la dramática crisis humanitaria creada por la agresión de Rusia, su carácter desestabilizador para el orden internacional y las repercusiones que conlleva a nivel mundial.

Bajo la mesa se escondía, agazapada, la necesidad de defender el orden internacional basado en normas y los valores universales. De Occidente. La democracia parecía pedir permiso para entrar de hurtadillas. Esta palabra y las otras, derechos humanos, comenzaban a aparecer como un sinsentido en medio de la lucha descarnada por el Nuevo Orden Mundial.

No. El mundo no se centraba en esa ínfima península irregular de Asia que era Europa. El mundo era muy grande y crecía hacia el Este, con el sol en el horizonte bautizando la NuevaEra que siguió al CaosPrevio. Comenzaban a sentirse los primeros rayos en la meteórica subida de los precios de la energía, de los minerales preciosos y las tierras raras. Nada comparable al invierno que estaba por llegar.

-Cielo, el cielo está de nuevo encapotado. Nada que ver con un día gris de lluvia, David. No te equivoques con el símil. Son los enjambres de drones que oscurecen el horizonte. Fue la solución cuando los carburantes fósiles comenzaron a escasear en el TerritorioEuropa… ¿Sigues por las minas?

-Cariño. Cielo gris también por aquí. Las extracciones de sílice y litio siguen en marcha tras la huelga de los e-ingenieros R2D2. De otro modo, no podrías ver el cielo cubierto de drones. Necesitan de nuestras tierras raras para que Oriente fabrique los microchips que sobrevuelan diariamente por Occidente…

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