VALÈNCIA. La noticia publicada en Valencia Plaza en la que se informaba de que la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) no pedirá una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para dragar un área de 350 hectáreas de fondo marino frente a El Saler, un material que reutilizará para rellanar su nueva terminal de contenedores, ha provocado la reacción del alcalde de València, Joan Ribó, y de la consellera de Medio Ambiente, Mireia Mollà.
A la salida de un encuentro entre ambos, la consellera ha opinado que "no es bueno que el Puerto tenga la custodia de la información y que la sociedad no pueda conocer el proyecto". Por ello, ha pedido conocerlo para poder evaluar "su repercusión sobre las playas"
Ribó, por su parte, ha mostrado su "profunda preocupación" sobre este asunto. "El Puerto no se puede hacer sin respetar elementos fundamentales de la ciudad como son las playas", ha lamentado el alcalde, quien ha añadido que como consecuencia de este dragado, las playas del sur, que ya están afectadas por la mera presencia de la infraestructura portuaria, pueden sufrir una regresión todavía mayor.
Además, ha anunciado que solicitará información sobre este proyecto a la Autoridad Portuaria para que lo analicen los técnicos municipales y estudien la posible afección que este proyecto pueda tener sobre las playas cercanas. "Si no tenemos aportación de arena del norte y nos quitan la del sur, ¿qué aportación tendremos?", se ha preguntado el alcalde.
Asimismo, el primer edil ha advertido que no le parecía "demasiado tolerable de entrada"el proyecto: "No es lo mismo rellenar el puerto de arena de El Saler que de otro lugar". Y ha querido recordar que "estamos en la frontera de un parque natural".
En cualquier caso la APV sí dispone de una DIA que sigue vigente, una excepción incluida en la Ley de Evaluación Ambiental, que le exime de tener que tramitar una nueva declaración.