VALÈNCIA. La ciudad de València ha puesto sobre la mesa la voluntad de afianzar su apuesta por la innovación dando un paso más para que, la inversión en ésta, sea realmente efectiva. Para ello, ha decidido unirse a la estrategia de misiones impulsada por la Unión Europea que busca dar en la diana con la investigación y la innovación y que la ciudadanía comprenda cuál es su recorrido.
Así lo explica Fermín Cerezo, jefe de servicio de Innovación y Gestión del Conocimiento en el Ayuntamiento de València, quien explica que la acepción de Missions 2030, que permite entender el concepto tanto en inglés como en valenciano. La clave es identificar áreas de relevancia para la ciudad donde se fijarán misiones que permitan que la innovación de todo el ecosistema pueda impactar con éxito.
"Queríamos posicionar a València a la vanguardia de la UE y que vieran que aquí había una ciudad para recoger el testigo de sus políticas públicas y que se ofrecía para desarrollar la innovación dirigida a misiones que mejoran la vida de las personas", señala Cerezo. Aprovecharon 2019 para profundizar en las necesidades a través de diálogos y debates alrededor de la ciudad saludable, sostenible y compartida. A partir de ahí se determinaron cuestiones como el fomento de hábitos saludables, obesidad infantil, la reducción de residuos en la ciudad, el uso de fuentes de energía renovables o la soledad no deseada.
Además, durante la covid se añadió Ciudad Emprendedora, donde se buscará fortalecer el tejido empresarial de la ciudad. Con todas estas áreas, se definirá seis misiones: tres determinadas por consenso político y otras tres por proceso participativo. En este sentido, ya se están barajando algunas cuestiones como la reducción del 90% del plástico y el nanoplástico en las playas valencianas antes de 2030 y que encajaría en la estrategia de océanos limpios de la UE o aumentar en cinco años la autonomía de las personas mayores en su propio hogar.
Otra de las propuestas es recuperar los índices de calidad que La Albufera tenía en 1960 antes de 2030. "Hemos sondeado si hay más ciudades europeas que han determinado las misiones no las hay", asegura Cerezo. Ahora, buscan que sociedad civil, ciudadanía, universidad y el sector privado se orienten para impactar en esas misiones con proyectos de investigación e innovación.
Sobre el presupuesto para dirigir la estrategia, se redireccionarán las líneas del propio ayuntamiento y la actividad de Las Naves. También la compra pública de innovación que debería ser un 3% del total de compras del consistorio y que se orientará a las misiones. "Solo con el ayuntamiento no llegaremos a más de un 15% de esa misión, por lo que debemos contar con todo el ecosistema", recuerda.