VALÈNCIA. La promotora Momentum Real Estate Investment Managers (Momentum REIM), que proyectaba una residencia de estudiantes en la antigua fábrica de la central lechera El Prado, en la huerta de Benimaclet (València), ha acabado por desistir de la iniciativa al no haber conseguido un horizonte temporal claro por parte del Ayuntamiento de València.
La propuesta de Momentum buscaba recuperar y rehabilitar el enclave de 19.000 metros cuadrados de la antigua fábrica, en estado ruinoso por el paso del tiempo sin actividad, con la construcción de una residencia universitaria de unas 600 plazas, que habría estado ubicada próxima al paso de la carretera V-21 y la Ronda Norte de València, lindando con el cementerio de Benimaclet.
El proyecto también adecuaba el acceso al cementerio, creando aceras y habilitando al paso de las emergencias, así como la conservación de la chimenea industrial existente en la parcela de la antigua lechera. Y por otro lado, rehabilitaba la Alquería de Serra y su entorno para ceder el uso al Ayuntamiento, incluyendo el histórico camino de Serra; reconstruía las acequias existentes al borde del camino; y creaba dos puntos de observación del paisaje de la huerta.
La promotora había llegado a un acuerdo con los propietarios de las instalaciones y los terrenos, la compañía Coral Homes, según el cual Momentum mantenía la exclusividad renovable año a año para la compra del espacio en el caso de que el proyecto, preparado desde 2018, finalmente saliera adelante. Pero los plazos administrativos han hecho que la empresa impulsora haya acabado por apartarse del proyecto, según confirmaron varias fuentes internas a Valencia Plaza.
Para llevarlo a cabo, se requerían dos pasos fundamentales: obtener el visto bueno de la Conselleria de Agricultura, y más tarde que el Ayuntamiento procediera al cambio del planeamiento urbanístico al objeto de transformar lo que es suelo industrial al uso residencial comunitario, dotacional educativo y dotacional sociocultural.
El primer paso fue exitoso: la Comisión de Evaluación Ambiental de la Generalitat Valenciana dio luz verde al proyecto el 8 de abril de 2021 en un informe ambiental y territorial que expresaba algunas condiciones y concluía que la iniciativa privada "no tiene efectos significativos en el medio ambiente". La asociación de vecinos de Benimaclet había alegado contra el proyecto al considerar que los terrenos tenían que revertirse a huerta.
El alcalde de València, Joan Ribó expresó en verano sus reticencias y apuntó a la Ley de Protección de la Huerta que obliga, entre otras cosas, a que dos tercios de los solares que se recuperen vuelvan a su uso agrícola. Algo a lo que también hacía referencia la Estrategia Integral Participativa de Benimaclet elaborada por los vecinos. Los promotores presentaron la iniciativa al primer edil, que puso como condición revisar los 19.000 metros cuadrados de superficie sobre los que se actuaba, así como reformular las alturas proyectadas a planta baja más cuatro.
Sin embargo, el segundo paso, que en la firma promotora intuían más sencillo que el primero, no se ha llegado a consumar. Es el cambio de planeamiento que tenía que llevar a cabo la concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento. Según explican en Momentum, la falta de un horizonte temporal claro por parte del consistorio, dada la complejidad del proyecto y el rechazo de las asociaciones vecinales del barrio, que presumiblemente conllevarían numerosas alegaciones y alargar el proyecto en el tiempo, ha generado dudas en los inversores, por lo que la compañía ha decidido retirarse de la iniciativa.
Así pues, el contrato de exclusividad que mantenía con los propietarios del enclave expira este año, de manera que el proyecto, de llevarse a cabo, quedará en manos de la propiedad o de futuros impulsores que quieran hacerse cargo con los avances ya conseguidos en la Generalitat Valenciana. El nuevo promotor, si es que lo hay, deberá continuar el camino ya transitado y conseguir el cambio de planeamiento necesario para sacar adelante la iniciativa.